Antonio Gades y Compañía en Varadero y Cuba ( Chalecito de los Astronauntas ) parte 1 por Ángel Díaz Arenas

 


El que redacta estas líneas y párrafos se permite hacer un par de confidencias que niegan, de algún modo, el trabajo filológico y la ciencia semiológica, debido a que deja hablar a su yo personal, privado e íntimo, pero Eco, Todorov, Kristeva, etc. también lo han hecho y no ha pasado nada. Pero lo hace para comunicar lo siguiente. 
Hacia los años 85-90 en uno de sus viajes a Cuba, zona de Varadero , se hospedó en un hotelito discreto, muy cercano a la playa y muy vecino a los «Chalecitos de los Astronautas» o bien La Casa de los Cosmonautas.”1 


Una de aquellas mañanas salió pronto -como de costumbre- para correr algunos kilómetros por la espléndida y única playa del lugar y cuál no sería su sorpresa al ver a alguien medio dormido en la base de un robusto árbol y sobre todo que esta persona tenía El País del día encima de sus rodillas, lo que quería decir que acababa de llegar o bien lo recibía en el primer vuelo que llegaba de España.


Así que me puse a calentar la musculatura para empezar a correr, pero entretiempo esta persona se despertó y me saludó. Le pregunté si me permitía echar una ojeada al periódico y hablamos algunos minutos. Entonces me di cuenta que esta persona era Antonio Gadés, pero no el Antonio que yo conocía de la prensa y los medios de comunicación y sobre todo no el que está presente en las fotos de Carlos Saura2, quien expuso en Múnich, «Die große spanischen Wunde3

“Carlos Saura präsentiert in München seinen ersten Roman und sein fotographisches Frühwerk»”4 («La gran herida: “Carlos Saura presenta en Múnich su primera novela y sus fotografías primeras»”), sino uno muy otro y obeso.

 No era en absoluto el Antonio que actúa en «Carmen5,  , película española de 1983 dirigida por Carlos Saura que representa ser la segunda entrega de la trilogía musical que rodó junto al bailarín Antonio Gades y el productor Emiliano Piedra.6 



Se sabe que es en 1981 cuando comienza la colaboración con Antonio Gades y con el productor Emiliano Piedra. Tras ver su ballet teatral Bodas de sangre Saura le propone llevarlo al cine, con lo que inicia un género de musical genuino y alejado de los moldes anglosajones.
 El musical recabó un éxito inesperado internacional tras proyectarse en Cannes. Con la película Bodas de sangre (1981) inventa un nuevo género de película de danza y contribuye con ello a la extraordinaria divulgación que experimentó esos últimos años el baile español en el mundo. De nuevo con Antonio Gades


  y Emiliano Piedra preparó una adaptación de la ópera de Bizet Carmen que se convirtió en 1983 en un éxito internacional, premiada en Cannes y seleccionada para el Óscar.


 Con El amor brujo, inspirada en la obra homónima de Falla, su musical más ambicioso hasta ese momento, cerraría una trilogía dedicada al musical español contemporáneo». 


El recuerdo que me queda de Antonio es que era una persona, al menos en aquel momento, bastante amargada y malhablada, ya que juraba todo el tiempo. Lo evidente es que estaba en Varadero, en los «Chalecitos de los Astronautas» y con su compañía de baile con varias de cuyas intérpretes intercambié algunas palabras, pero la vida siguió su ritmo y tiempo, lo que nos condujo a la


1. Muerte y trasmuerte de Antonio Gadés


sobre cuya muerte y sepultura podemos informar lo que nos comunica la nota de prensa titulada «Cuba da sepultura a cenizas de bailarín Antonio Gades con honores militares»7 informa: «Raúl Castro Ruz, segundo hombre de la jerarquía cubana, colocó con su propia mano las cenizas del bailarín español Antonio Gades en un panteón dedicado a los héroes de la revolución en Santiago de Cuba (sudeste), informaron este domingo los medios locales. 


En una ceremonia solemne y con honores militares realizada el sábado, Castro depositó el cofre de las cenizas en una tumba construida como una palma real trunca (árbol nacional cubano), enclavado en el mausoleo a los combatientes del II Frente Oriental. 


Un pelotón militar realizó descargas en honor al artista comunista español, mientras una banda militar de música entonó La Internacional, himno del movimiento comunista internacional.


 En esa intrincada zona montañosa, el actual ministro de las Fuerzas Armadas y hermano del presidente Fidel Castro, comandó un frente guerrillero en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista en 1957-58. 


Familiares de Gades y altos oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, amigos personales de Gades, asistieron a la ceremonia, cuyo duelo fue despedido por el Historiador de La Habana, Eusebio Leal. 


El bailarín y coreógrafo español murió en julio pasado en España8 a consecuencia de un severo cáncer que lo castigó durante tres años. 


Poco antes de morir, legó por escrito sus cenizas a su “compadre Raúl”. 
“Querido compadre Raúl: Quiero decirle que mi mujer Eugenia y mis hijas María, Tamara y Celia, según mi última voluntad le entregarán mis cenizas.


 Haga con ellas lo que usted crea conveniente”, dijo Gades en una nota reproducida por la prensa cubana, cuando su esposa trasladó los restos a la isla.


“Jamás pensé tener el honor de llegar a ser su compadre, pero desde que le conocí siempre estuvo dentro de mí por su firmeza, su ejemplo de verdadero comunista y su fidelidad a nuestro Comandante” (Fidel Castro), añadió Gades. 


El mausoleo del II Frente no estaba terminado aún, y entonces las autoridades cubanas dispusieron que las cenizas reposaran en la sala Granma del Ministerio de las Fuerzas Armadas.


 En esa misma sala reposaron los restos del revolucionario cubano argentino Ernesto Che Guevara en 1997, a su llegada de Bolivia, mientras se esperaba la construcción de un mausoleo en el centro de la isla, donde se encuentran actualmente» en compañía de Antonio (véase su estatua)   y estos eran y fueron mis amigos