“Asambleas Municipales de Fuerteventura denuncia públicamente que desde el Cabildo Insular están esperando a que ocurra una desgracia para actuar”

Asambleas Municipales de Fuerteventura (AMF) vuelve a recordar a los mandatarios del Cabildo Insular la situación de total abandono en la que se encuentra el barranco del ciervo, sito en Morro Jable, entre otras cuestiones, porque cualquier intento por parte del Ayuntamiento de Pájara por adecentar, limpiar, vallar, desestibar,… respecto al barranco en concreto, desde el ente insular las han mandado paralizar informando que, el Ayuntamiento no tiene las competencias para la ejecución de las mismas por estar transferidas al  Cabildo Insular.


     Desde principios de agosto del pasado año se advertía a los ediles cabildicios de lo peligroso que podía resultar en invierno, de un lado, porque al dragar el citado barranco con el planteamiento de hacer una entrada y salida natural del agua del mar, se convirtió en una trampa, ya que el agua entra pero no sale, quedando estancada con los consiguientes olores, parásitos,… (el efecto embudo); de otro, debido a la poca capacidad de agua que acoge el puente dada la basura acumulada, cuestión agravada por las últimas lluvias pues los restos de basura, escombros, etc., que había a lo largo de todo su cauce han ido a parar al citado puente, lo que hace muy posible, que de volver a llover sin subsanar la cuestión (limpiar los ojos del puente en cuestión) se inunden los alrededores.

     Desde este partido político se muestra una gran preocupación por la situación dada, puesto que, si el Ayuntamiento no puede actuar y el cabildo insular que tiene la competencia no lo hace ¿Quién asume la responsabilidad de surgir una desgracia?, de poco o nada sirve lamentarse cuando las cosas hayan pasado, es preferible prevenir, de ahí, la insistencia de Asambleas Municipales de Fuerteventura por la situación actual del barranco.

      Para terminar, desde este partido político se ruega a los gobernantes del Cabildo Insular a que, cuanto antes, tomen cartas en el asunto con el objeto de evitar males mayores que se tuvieran que lamentar.