Asofuer apuesta por el proyecto Montaña Tindaya para fomentar el turismo cultural y de calidad
26 de febrero de 2016 (14:59 h.)
Puerto del
Rosario, 26 de febrero de 2016.- El presidente de Asofuer,
Antonio
Hormiga, mostró su satisfacción por la reciente constitución de
la
Fundación que se
encargará de la
construcción del Monumento a la Tolerancia en la montaña de
Tindaya.
Se trata de un paso “decisivo”
para el desarrollo de este importante proyecto que permitirá,
expresó, fomentar
la apuesta de cambio del modelo socioeconómico
de Fuerteventura. Hormiga destacó que con la iniciativa
se podrá “diversificar
la maltrecha economía de la Isla y hacer hincapié en lo que,
seguro, será un
atractivo arquitectónico- cultural a nivel mundial”. Una gran
escultura dirigida a “que el ser humano sea consciente de su
pequeñez en el
mundo”, enfatizó.
Para Hormiga, con
esta iniciativa
se realizará una clara apuesta para sustituir
el actual modelo turístico de cantidad por uno basado en la
calidad “con
visitantes que exigen una mayor oferta complementaria, mejores
servicios, y una
atención más profesional”. De esta
manera, explicó, la propia demanda conllevará que los
establecimientos
turísticos deban adecuarse a los requisitos “mejorando la
atención, fomentando
la formación de sus trabajadores y creando más y mejor empleo,
que redunde en
la sociedad”.
Esta es la clara estrategia que defiende Asofuer,
prosiguió el
presidente de la patronal turística majorera, y que “marca la
diferencia de
nuestros establecimientos asociados, muy conscientes de que es
la línea para lograr
un destino competitivo y de calidad”.
El proyecto de
Tindaya pondrá,
además, en valor, prosiguió, “el gran yacimiento arqueológico
existente en la
montaña”, y conllevará, una mayor protección de los podomorfos
que hasta ahora
han estado “muy expuestos a los expolios y a daños causados por
visitantes que
no han mostrado el debido respeto y cuidado ante los vestigios
de nuestros
antepasados”.
Para Hormiga, el
proyecto
diseñado en la actualidad permite “compatibilizar la protección
de los grabados
rupestres y la materialización
de la
obra de Chillida que será, sin duda, emblemática para la Isla” y
que debe
hacerse, como está previsto, “sin costar un euro a las arcas
públicas”.
En este
punto, instó a la Fundación recién constituida a “velar con
mucho mimo por el
cumplimiento de todas las normas y
directrices” con el fin de que Fuerteventura pueda exhibir,
dentro de unos
años, “su mágico pasado y la modernidad de una escultura
integrada en la
naturaleza”.