El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, ha llevado a cabo el estudio previo a través del cual se han analizado las bases y necesidades a cubrir para el diseño de una nueva planta desaladora destinada, específicamente, a la generación de agua para uso agrícola en el norte de la Isla, impulsada por energía fotovoltaica.
Según ha explicado el presidente de la Institución Insular, Sergio Lloret, esta iniciativa“no solo permitiría cubrir las necesidades de abastecimiento de agua para regadío de hasta el 90% de la Comarca Norte de la Isla a corto plazo, sino que además, potencia el binomio entre energías renovables y producción de agua, de modo que sigamos avanzando en los objetivos de sostenibilidad que hemos diseñado y en los que estamos trabajando, desde el Área de Ordenación, para mejorar el futuro de la Isla”.
El impulso de una planta de producción basada en energías limpias significaría también, según ha expresado el presidente,“seguir trazando el camino hacia la independencia energética de Fuerteventura que, como hemos podido comprobar con la drástica subida que han experimentado los costes de la energía en el último año y cómo estos han afectado a la factura de la desalación de agua, se trata de un objetivo de vital importancia para una isla como la nuestra, en la que la producción de agua es esencial e indispensable, no solo para el consumo por parte de las familias, sino también para la supervivencia y potenciación de nuestro sector primario”, ha destacado Sergio Lloret.
El estudio previo llevado a cabo ha tenido en cuenta las necesidades de producción agrícola dirigida a cubrir la demanda tanto de la población residente, como de la población flotante procedente del turismo en la Comarca Norte de la Isla desde ahora hasta 2032, concluyendo en un proyecto que, a corto plazo, plantea una nueva planta desaladora capaz de suministrar cinco veces más agua que la demandada actualmente, alcanzando los 600.000 metros cúbicos al año.
Para lograrlo, el proyecto, basado en la generación de energía a través de energías renovables, en concreto de placas fotovoltaicas, propone una inversión inicial de alrededor de seis millones de euros que permitiría la instalación de dos módulos de ósmosis inversa de 2.000 metros cúbicos de capacidad diaria y un parque fotovoltaico de 2.100 KW.
El proyecto propone además un diseño escalable, de modo que permita ir adaptándose a futuros escenarios, estimando que de cara a 2032 la nueva planta desaladora podría llegar a producir hasta dos millones de metros cúbicos de agua al año.
De este modo, según ha explicado el consejero de Agricultura, David de Vera,“el proyecto garantizará la disponibilidad de agua de riego a coste mínimo y evitando el impacto ambiental, sin recurrir a combustibles fósiles”.
Esa iniciativa vendría a sumarse a las acciones que ya han sido iniciadas a través de la Institución Insular, que contemplan la creación de nuevas infraestructuras para la mejora del abastecimiento de agua a la Isla.
Entre ellas se encuentran las mejoras en los sistemas de impulsión de agua agrícola entre Pozo Negro y Antigua, en coordinación con la Dirección General de Aguas, así como desde la zona del Aceitún a Tesejerague. Este último cofinanciado entre las áreas de sector primario del Cabildo y el Gobierno de Canarias.
Todos estos proyectos, en coordinación, permitirían configurar un plan general de impulsión del regadío en Fuerteventura, cubriéndose así las zonas norte, centro y sur de la Isla.
David de Vera ha querido recordar, además, que existen ayudas al agua agrícola, con una nueva convocatoria por la que se destinan más de 3 millones de euros, abarcando tanto a profesionales a tiempo completo como aquellos que trabajan a tiempo parcial en el campo majorero.