Se trata de un taller gratuito y abierto a la participación de cualquier interesado. El horario del mismo es de 17:00 a 18:30 horas y se ubicará en el parque ‘Gavia de Los Hormiga’, cuyas instalaciones han sido cedidas por el Ayuntamiento de Puerto del Rosario.
El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret, ha querido “animar” a los interesados a participar en el taller que se impartirá en diferentes fechas a lo largo del año.“Queremos invitar a la población a conocer nuestros juegos y deportes tradicionales ya que, gracias a estas iniciativas, es posible recuperar y difundir su práctica”,señala Lloret.
La pelotamano es un juego tradicional canario basado en el golpeo con la mano a una pelota pequeña y maciza de cuero. Históricamente llegó a ser muy popular en Fuerteventura, pero fue decayendo hasta su total desaparición el siglo pasado.
El programa de recuperación, conservación y difusión de nuestros juegos y deportes tradicionales ‘No Olvides Lo Nuestro’, que tiene como objetivo rescatar y divulgar los deportes tradicionales, promueve la realización de estos talleres desde el año 2010.
El juego
La pelotamano consiste, a grandes rasgos, en intentar devolver una pequeña pelota maciza de cuero, con un diámetro de entre 45 y 47 milímetros y un peso de alrededor de 50 gramos, cuando es lanzada por el equipo contrario, antes de que dé dos botes en el suelo, golpeándola con la palma de la mano o, en su caso, en pararla con la mano o el pie para que no siga su curso.
La pelota está compuesta de un núcleo de tiras de goma recubierto de hilo de lana y, finalmente, forrada de dos piezas de cordobán (cuero de cabra curtido).
En esta actividad participan dos equipos de cinco jugadores cada uno, aunque, de forma menos habitual, pueden estar constituidos por 4 o 6 jugadores. El juego tiene lugar en un espacio que tiene unas dimensiones de 8-9 pasos de ancho y 60-70 pasos de largo.
Un elemento característico del juego es el ‘bote’, especie de banqueta o atril construido de madera, con tres o cuatro patas, que consta de una parte fija con un eje vertical que permite la opción de regulación de la altura y, en la parte superior de este eje, va colocada una loseta de barro, de unos 20 centímetros de lado, cuya inclinación puede ser regulada a voluntad.
Sobre esta loseta se lanza la pelota haciéndola rebotar, antes del golpeo de saque, con la misma mano con la que será puesta en juego. El bote se coloca en la dirección contraria a la del viento.