EL CHILLIDA-LEKU NO SE HIZO PARA FUERTEVENTURA
19 de abril de 2011 (18:05 h.)
La propuesta de Mario Cabrera de invitar a la familia Chillida a trasladar el museo Chillida-Leku, tras su cierre el pasado 18 de marzo, a Fuerteventura, es absolutamente inviable. Hay que tener en cuenta que "hay un evidente planteamiento economicista en el sostenimiento de un museo de la entidad del Chillida-Leku que Mario Cabrera ignora.
No se trata de ofrecer un espacio -suelo- para su traslado, sino de su pervivencia económica. A partir de ahí, el ofrecimiento de Mario Cabrera resulta totalmente inconsistente", afirma el Secretario de Organización de los socialistas majoreros, Juan Jiménez.
Así, en el intento de rescate del museo por parte del Gobierno vasco y la Diputación de Guipuzcoa se buscaba justamente la viabilidad económica, lo que se debía plasmar en una fórmula sustentada en 80 millones de euros por la adquisición del conjunto escultórico y de los terrenos de Hernani, a través de la cual las instituciones gestionarían el museo junto a la familia, que buscaba, precisamente, "asegurarse de que la obra de Eduardo Chillida no estuviera expuesta a la inestabilidad política y que no se dispersase, precisamente lo que pretende Mario Cabrera", sostiene Juan Jiménez.
Lo curioso de todo esto es que, cuando ni siquiera se ha sido capaz de sacar adelante propuestas de ámbito cultural como el Museo Arqueológico -en un limbo administrativo- o el Proyecto Monumental de la Montaña de Tindaya, o se ha demorado en otras de similar índole como el Palacio de Congresos, "se pretenda que el Chillida-Leku recale en Fuerteventura.
Aparte de propuesta absurda, es inviable", recalca Jiménez. Si, tanto el Cabildo como el Gobierno de Canarias, en los últimos ejercicios han reducido ostensiblemente sus capítulos presupuestarios destinados a la cultura y sus infraestructuras, tan sólo se puede entender como una idea extemporánea traer a Fuerteventura el Chillida-Leku.
Es más, incluso en 2009 las administraciones vascas ofrecieron 112 millones de euros para conservar el museo y, ni siquiera así, por los rigores de la crisis económica, se logró mantener abiertas sus puertas.
"¿Cómo pretende hacerlo el Cabildo de Fuerteventura en solitario con un presupuesto general de 62 millones de euros?", concluye Juan Jiménez, que añade que "semejante propuesta solamente puede responder a una oferta electoral ilusoria, para un museo que, además, sostenía la entrada más cara de todos los museos vascos"