·La Concejalía deParques y Zonas Verdes procede estos días a acometer dicha actuación tras los
resultados obtenidos de un estudio de Evaluación de Riesgo del Arbolado Urbano
con informe pericial que alerta del peligro y justifica la medida ·“Para la Diocalandra
existe tratamiento, pero no para otros patógenos que necrosan la palmera y
provocan su caída”, ha explicado la concejala del área, Lilian Concepción En
Puerto del Rosario, a 2 de junio de 2022.- La Diocalandra
frumenti, también conocida como picudín o picudo de las cuatro manchas, es
un escarabajo de entre 6 y 8 mm cuyas larvas se alimentan del tejido vegetal
interno de la palmera, generando galerías que terminan ocasionando su colapso,
y el palmeral del archipiélago está afectado por esta plaga desde hace varias
décadas, siendo la puerta de entrada para otros hongos patógenos como Fusarium
oxyospoum o Thielaviopsis paradoxa, estos últimos necrosan la palmera
provocando su caída. Es cada vez más frecuente la caída de
palmeras de la especie Phoenix canariensis en el Archipiélago Canario y en
Fuerteventura, provocado por el hongo Thielaviopsis paradoxa que afecta
principalmente a las especies como Phoenix dactylifera y Phoenix canariensis.
Este hongo es conocido también como exudado del tallo, podredumbre del corazón
o síndrome de la cabeza doblada. La concejala del área de Parques y Zonas
Verdes ha manifestado que “los ejemplares que se están talando en el municipio
se retiran porque lo avala un informe pericial que alerta de su peligro para la
ciudadanía”. A día de hoy, presentan una situación de inestabilidad, acarreando
un importante riesgo para la seguridad de las personas. Por ello, y de acuerdo
con los informes técnicos y siguiendo las recomendaciones de los especialistas,
las palmeras serán retiradas. Además, la concejala Lilian Concepción
Álvarez también ha querido hacer un llamamiento a las instituciones de la isla,
lanzando el mensaje de que “urge proteger nuestro palmeral y trabajar de forma
conjunta y coordinada para el control de la plaga de Diocalandra que azota a
nuestro patrimonio vegetal. Si no lo hacemos, las consecuencias serán
terribles”, y también ha solicitado a la ciudadanía que increpa e insulta a las
personas que están retirando las palmeras, a que respeten a aquellos
trabajadores y trabajadoras que se encuentran estos días realizando la tala de
dichos ejemplares del palmeral, ya que “a nadie le gusta tener que llegar a
este punto, pero la seguridad es lo primero”, apunta la concejala. “La caída de palmeras puede provocar
accidentes mortales. Por desgracia, se está traduciendo en un riesgo potencial
y exponencial, invadiendo la normalidad de la vida urbana en las ciudades canarias.
Hasta hoy, en Canarias, ha ocasionado cuatro fallecimientos por caídas de
palmeras en la últimas décadas”. “Las medidas por un cambio de gestión de
zonas verdes públicas son muy urgentes, donde se priorice, además de la
seguridad, un nuevo modelo en el diseño de los ecosistemas verdes urbanos
basados en criterios de sostenibilidad, educación medioambiental y aplicación
de tecnologías de vanguardia, dentro del marco de participación ciudadana,
basadas en las Líneas Estratégicas de Ciudades Europeas Sostenibles de la
Agenda 20-30 de la Comunidad Europea”, añade. La Diocalandra frumenti es un escarabajo
de pequeñas dimensiones (aprox. 5 mm), que se detecta por primera vez en
Canarias en marzo de 1998 en ejemplares de palmera canaria (Phoenix canariensis)
en Maspalomas, en la isla de Gran Canaria. Posteriormente se ha detectado en
las islas de Fuerteventura, Lanzarote y más recientemente en la isla de
Tenerife, y para intentar evitar su dispersión, la Consejería de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación publicó la Orden de 29 de Octubre de 2007 (BOC
nº 222, de 6 de Noviembre), en la se establecen medidas fitosanitarias para su
control. Cabe recordar que el Ayuntamiento de
Puerto del Rosario, fue la primera institución de la isla en elaborar, en la
presente legislatura, un Estudio de Evaluación de Estado de Salud y de Riesgo
de los Palmerales Urbanos de titularidad pública del municipio, tras el cual ya
se han comenzado a aplicar los tratamientos para mejorar el estado de esta
especie, pero la problemática sigue existiendo a nivel insular, de ahí el
llamamiento a las instituciones de la isla para trabajar de forma conjunta y
coordinada para el control de esta plaga.