Fuerteventura activa la campaña de la pardela cenicienta y agradece la cooperación de la ciudadanía



El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Medio Ambiente que dirige Natalia Évora, activa un año más la campaña de la pardela cenicienta, que se desarrolla durante los meses de septiembre, octubre y noviembre con el objetivo de vigilar las poblaciones de estas aves, protegiendo y minimizando peligros y factores de amenaza. Para ello, se lleva a cabo un servicio de vigilancia, recogida y posterior liberación, una vez atendidas y recuperadas.

Natalia Évora recuerda la importancia de la colaboración ciudadana en la campaña, que es, junto con las administraciones y otros organismos públicos y entidades privadas, como Protección Civil y Cruz Roja, pieza indispensable para el éxito de la campaña. De hecho, el año pasado se recogieron 244 ejemplares, de los que fueron liberados la práctica totalidad, un 98,3% de los mismos.

Para coordinar las actuaciones en la atención de pardelas accidentadas, la Consejería de Medio Ambiente pide que se tengan en cuenta consideraciones como no darle de comer ni de beber, ningún tipo de alimento o líquido; recoger la pardela con mucho cuidado, evitando hacerle daño y procurando no estropearle el plumaje ni causarle estrés. También se aconseja taparla con una manta o camiseta para poder cogerla, evitando así que el animal haga daño a la persona que lo está recogiendo; meter el ave en una caja cerrada con buena ventilación y conservarla en un sitio tranquilo, evitando hacer ruido a su alrededor. El Cabildo dispone de cajas específicamente diseñadas para este fin, que pueden solicitarse, aunque puede utilizarse una caja limpia, previamente agujereada para su ventilación, a la que se haya puesto papel en el fondo para evitar que se estropee el plumaje. 


Asimismo, es fundamental avisar cuanto antes al 112 y recopilar toda la información posible, como el lugar exacto y circunstancias en que fue hallado y fecha. Si la pardela no tiene heridas graves y el personal responsable no ha podido recogerla, se puede conservar en una caja cerrada y ventilada en una zona tranquila hasta el día siguiente o acercarse a la oficinas de la Policía Local, o Guardia Civil más cercanas y dejarla en depósito. También es importante saber que aunque el ave parezca estar en buen estado, no será liberada sin la supervisión del personal de Medio Ambiente.

La costa majorera concentra importantes zonas de nidificación de pardelas. Durante la noche los pollos abandonan el nido, orientados por la luna. La contaminación lumínica de las zonas urbanas los deslumbra, desviándolos de su ruta hacia el interior y provocando que choquen contra farolas y tendidos eléctricos. También provoca que sufran atropellos, pues cuando chocan, caen contra el suelo y aunque no hayan sufrido heridas, no son capaces de alzar el vuelo por sí solas.

A nivel nacional, la pardela se incluye en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y está también incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. A nivel europeo, la especie figura en la Directiva relativa a la conservación de las aves silvestres.