Fuerteventura.- Ayuntamiento de La Oliva instala desfibriladores en todos los colegios del municipio
22 de noviembre de 2019 (12:16 h.)
Fuerteventura.- La Concejalía de Educación ha adquirido 10 de estos dispositivos,
y ya son 46 los instalados desde la institución en los espacios públicos
municipales
La Oliva, a 22 de noviembre de
2019. El Ayuntamiento de La Oliva ha adquirido diez
desfibriladores que ya han comenzado a instalarse en los nueve centros
escolares del municipio y en la Escuela Infantil Municipal, lo que eleva a 46 los
dispositivos adquiridos desde esta institución en los últimos años, y situando
al municipio como uno de los mejor cardioprotegidos a nivel nacional.
En esta ocasión, ha sido la
Concejalía de Educación el área encargada de esta compra. "Los
dispositivos son semiautomáticos, funcionan con instrucciones muy sencillas, y
están listos para usarse y salvar una vida desde el momento de su instalación, ",
explicó la concejala del área, Omaira Saavedra.
El siguiente paso será, anunció
Saavedra, "instalar otros dos desfibriladores en los institutos de La
Oliva y Corralejo y ofrecer formación sobre su uso al profesorado", pues
"aunque la población escolar no es un grupo de riesgo cardiaco, sí puede
serlo el personal del centro, o cualquier persona que se encuentre cerca".
El equipo municipal de Gobierno
recibió esta última partida de desfibriladores en un acto en el que
participaron también el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, el concejal de
Seguridad Ciudadana, Oliver González, y el concejal de Bienestar Social, Rafael
Benítez.
El alcalde explicó que "el
Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años para convertir La
Oliva en un municipio cardioprotegido, y eso ha sido gracias a todas las concejalías
que se han implicado para instalar estos desfibriladores en las instalaciones
municipales, lo que incluye centros culturales, instalaciones deportivas,
centros sociales y de mayores, etc.", dijo Isaí Blanco.
Además, añadió Oliver González,
"también se ha dotado de estos desfibriladores a los cuerpos municipales
de Protección Civil, Policía Local y Bomberos, y se han ofrecido cursos
formativos sobre primeros auxilios y sobre el manejo de estos desfibriladores a
todos los sectores de la población, desde niños hasta mayores, pasando por
jóvenes y estudiantes".
Gracias a estas medidas, señaló
Rafael Benítez, el municipio y su población "están mucho mejor preparados
para acceder a estos equipos y para recuperar a una persona cuando sufre un
infarto o una parada cardiaca, situaciones en que los primeros minutos son
cruciales para salvar una vida".
Desfibriladores DESA Semiautomáticos y geolocalizados
Los dispositivos DESA (Desfibriladores
Externos Semiautomáticos) adquiridos por el ayuntamiento están diseñados para
ser utilizados por personas sin conocimientos sanitarios, pues el aparato guía
con su voz al interviniente para que siga los pasos necesarios en pro de una
recuperación adecuada de la víctima.
Se trata de dispositivos de
última generación, capaces de aguantar una caída de desde varios pisos de
altura, y vienen equipados con un Kit de RCP (reanimación cardiopulmonar), con
sus correspondientes tijeras, ventosas, etc.
Por último, estos dispositivos
están dotados de un sistema de
geolocalización en caso de activarse, una medida que previene el robo y el vandalismo, ya que si alguien se lo lleva o
hace un uso inadecuado puede ser localizado fácilmente por la policía.
24.000 muertes cardiacas y Plan Nacional de Salud
En España murieron el año
pasado 24.000 personas a causa de infartos u otras alteraciones cardiacas
letales, de los que tan sólo un 5% sobrevivieron. Para mejorar esta estadística
de supervivencia es necesario instalar desfibriladores con acceso a la
población y entrenar en maniobras de RCP y desfibrilación al mayor número de
personas posibles.
El Plan Nacional de Salud del
2006 y las leyes que de ella se derivan ya incluían la recomendación de
establecer programas para favorecer el uso de los desfibriladores en lugares
públicos y de la concienciación social sobre el problema de la muerte súbita
relacionada con problemas cardiacos, suprimiendo barreras y facilitando el
acceso público a dichos equipos como medio para aumentar la supervivencia ante
la parada cardiaca.
Optimizando la relación
coste-beneficio para conseguir aumentar la supervivencia de las personas que
puedan sufrir una parada cardiaca, instalando los desfibriladores en aquellos
lugares donde se concentre o transite un gran número de personas.