Fuerteventura.- Cipriano Marín: “las reservas de la biosfera deben ser un modelo de compromiso con el clima”
20 de noviembre de 2019 (22:09 h.)
En Fuerteventura el coordinador del proyecto RENFORUS, Cipriano Marín, ha sido el encargado de impartir la primera de las charlas que conforman el programa de las “Jornadas Clima sobre el cambio climático”, que se celebran desde hoy hasta el próximo viernes en el salón de actos del Parque Tecnológico de Fuerteventura.
Organizadas por la Consejería de Medio Ambiente, Lucha contra el Cambio Climático, Economía Circular e I_D_i, a través de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, las jornadas se plantean como un foro donde profesores universitarios y expertos en medio ambiente y ecología plantean los efectos de la crisis climática en el planeta.
Con ello, Cipriano Marín abrió su ponencia planteando el papel que deben tomar las reservas de la biosfera en la lucha contra el cambio climático y ha defendido que estos espacios, declarados por la UNESCO, deben ser modelos en la transición energética y también modelo de compromiso con el clima.
Bajo el título “Un futuro de energías renovables para las reservas de la biosfera”, Marín defendió que las energías renovables son la única solución de futuro para el cambio ante el desafío global que existe en torno a la crisis climática.
Tras recordar que casi el 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen por emisiones asociadas a la producción y consumo de energías, insistió en que “es ahí, en la energía, donde resulta fundamental actuar”.
En este sentido, explicó que las reservas de la biosfera deben cumplir con el desafío de actuar como “modelos en las transición energética y modelo de compromiso con el clima”.
El responsable de la iniciativa RENFORUS de la UNESCO insistió en que la alternativa a la que se deben acoger las islas Canarias es “avanzar lo más rápido posible hacia el cien por cien de las energías renovables” y puso como ejemplo El Hierro, que se está convirtiendo en la primera isla de Canarias en vivir de su propia energía.
Durante su intervención, planteó las posibilidades de la iniciativa RENFORUS (Un futuro de energías renovables para los sitios de la UNESCO), puesta en marcha por el organismo internacional cuyo objetivo es la sostenibilidad energética en las Reservas de Biosfera y Sitios del Patrimonio Mundial.
El programa identifica todas las buenas prácticas en las distintas reservas y sitios de la UNESCO del mundo y “cómo esas buenas prácticas deben ser el motor de la transición”. Se trata de que “el buen ejemplo se aplique en otros sitios, se aprenda y se exporten soluciones”.
En referencia al ejemplo de buenas prácticas, citó el caso de Fuerteventura y su estrategia hacia el agua cien por cien renovable que supuso, en su día, el respaldo de la UNESCO, y que podría ser en el futuro “un modelo que puede aportar en el futuro la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura”.
Durante su intervención, puso sobre la mesa varios ejemplos como modelo que vendrían a significar que “el cambio ya está en marcha”. Además del de Fuerteventura, puso como ejemplos proyectos de otras islas, también declaradas Reserva de la Biosfera, como el proyecto cien por cien renovable de la isla de El Hierro, la Reserva de la Biosfera de la isla de Jeju con un modelo de cero emisiones, o la de Pellworm, en Alemania.
Tras Marín, la catedrática de Oceanografía Química de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Magdalena Santana Casiano, dio a conocer los resultados del estudio que, desde hace 25 años, realizan en aguas del archipiélago para conocer el CO2 y acidificación oceánica en Canarias.
Santana Casiano señaló que, después de más de dos décadas de estudio, existen una serie de datos que demuestran una tendencia de ascenso de CO2 en el agua de mar y un descenso en el pH.
Gracias a los datos realizados en la Estación Europea de Series Temporales Oceánicas de Canarias (ESTOC), a unas 60 millas de Gran Canaria y Tenerife, en la actualidad se sabe que la presión parcial del dióxido de carbono en el agua de mar está aumentando a una velocidad de dos microatmósferas por año, mientras que el pH está descendiendo a un nivel de 0.002 unidades de pH al año.
La profesora universitaria plantea como única solución reducir las emisiones, aunque aclara que, “aunque las reduzcamos, hay que ser conscientes de que el sistema tiene una inercia y no porque se deje de emitir hoy se va acabar con el problema, este seguirá, pero se irá amortiguando”.
Además, explicó que la acidificación del océano afecta a los organismos del medio marino, en particular a aquellos que tienen carbonato cálcico en su estructura, pero al verse afectados esos organismos que forman de un ecosistema, “el resto también se verá afectado”.
Santana Casiano es miembro del equipo investigador del proyecto CanOA, que forma parte del proyecto CanBio, subvencionado por la Fundación Loro Parque y el Gobierno de Canarias. El estudio se centra en cubrir los efectos del CO2 y el pH en toda la región canaria.