Fuerteventura.- De nuevo Tindaya, siempre Tindaya por Andrés Briansó



Parece que sorprende a algunos/as la firme determinación de nuestro grupo (Podemos Fuerteventura) de mantenernos fieles a nuestras ideas y principios representadas por la continuidad en este empeño de defender la Montaña de las brujas.

Necesariamente hemos de destacar el fundamental papel de los colectivos y personas que no han cesado en una lucha que arrastra ya varias décadas y que simboliza la propia Coordinadora Montaña de Tindaya.

En este sano empecinamiento volvemos a subrayar los valores naturales de este corazón de un antiguo volcán, un cono de traquita sagrado que ya de por sí es considerado Monumento Natural, así como paraje de interés nacional, punto de interés geológico y un puñado más de figuras de protección.

Su inmensa importancia cultural, reflejada en su riqueza arqueológica como el lugar con mayor concentración de manifestaciones rupestres en forma de podomorfos subraya además la importancia que tuvo en el mundo de los antiguos mahos.

Lamentablemente la historia más reciente de Tindaya es la historia de un saqueo, y conociendo esto no podemos pretender eludir esta parte ni las responsabilidades derivadas del río de dinero público dedicado a una obra inexistente.

Pero creemos que sí ha llegado el momento de poner fin al proyecto del agujero de Chillida. Las razones han sido ampliamente expuestas y debatidas, la respuesta social a favor de la montaña y en contra de la explotación de sus entrañas contundente, sin contar con que el propio artista va ya para dos décadas fallecido ni las garantías de que un proyecto minero de esas características pudiera realizarse.

Y por encima de estos motivos es que simplemente no es necesario, no hace falta aderezos, el monumento ya existe.

Los objetivos marcados, pendientes de desarrollar de forma participativa mediante las aportaciones de la Coordinadora pasan por:


1)    Priorizar la conservación del frágil ecosistema y del yacimiento, lo que pasaría por el estudio de una delimitación del BIC más ajustada y de medidas de vigilancia.

2)    Difusión del patrimonio, mediante la preparación de un sendero respetuoso y la habilitación para las visitas en pequeños grupos y de forma guiada.

3)    Investigación, aún queda mucho por descubrir, los restos son numerosos: piedras hincadas, cazoletas, amontonamientos, restos cerámicos en la propia montaña y en todo el entorno.

4)    Casa Alta, edificación tradicional situada en el pueblo configurada hasta ahora como exhibición del proyecto no realizado. Hemos cerrado temporalmente para darle un giro al contenido para convertirlo en un centro de visitantes que muestre los valores existentes y sirva de concienciación de su preservación y conocimiento.

Andrés Briansó Cárcamo