Fuerteventura.- “El fin del VIH empezará cuando acabemos con la serofobia”
29 de noviembre de 2019 (15:55 h.)
Altihay
Fuerteventura, entidad miembro de FELGTB y CESIDA recuerdan que los prejuicios
son una barrera para dar una respuesta efectiva al VIH
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El estigma asociado al VIH es una de las
causas del diagnóstico tardío y provoca soledad, baja autoestima, depresión,
entre otras consecuencias.
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Las mujeres con VIH sufren mayor estigma
debido a su estado serológico y se diagnostican más tarde que los hombres.
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Altihay Fuerteventura reclama la sanidad
universal efectiva, ya que entre los nuevos diagnósticos en mujeres más de la
mitad se dan en mujeres inmigrantes.
Puerto del Rosario, 29 de
noviembre. El miedo a la discriminación es la mayor barrera para conseguir
un diagnóstico temprano. El informe epidemiológico publicado ayer por el Ministerio
de Sanidad, Consumo y Bienestar Social muestra que el 47,6% de las personas
tuvo un diagnóstico tardío, lo que eleva el riesgo de transmisión del VIH e
implica un mayor riesgo para la salud de la persona.
Otra estrategia que se ha
demostrado muy efectiva es el uso de la PrEP (profilaxis pre-exposición), que
desde el 1 de noviembre está autorizado su uso en hospitales, centros de ITS
(infecciones de transmisión sexual) y algunos centros comunitarios
especializados. Solicitamos a la Consejería de Sanidad del Gobierno de
Canarias, que aplique el protocolo de la PrEP y su distribución en las islas.
Contigo, sin serofobia
En 2018 se aprobó el “Pacto
social para la no discriminación asociada al VIH”, presentado por María Luisa
Carcedo, ministra de Sanidad, y Grande-Marlaska, ministro de Interior, y con
Julia del Amo, directora del Plan Nacional sobre el Sida. Este documento ha
servido de empuje para muchos cambios legislativos, entre otros se ha iniciado
un proceso para eliminar la exclusión de las personas con VIH a ciertos puestos
de función pública, que se espera que termine en 2020.
Además, esta semana el
Consejo Interterritorial de Sanidad y Servicios sociales ha acordado iniciar
medidas en las CCAA para emitir instrucciones que eviten la discriminación en
el acceso a centros residenciales de personas con VIH, al existir residencias,
tanto públicas como privadas, que impiden el acceso a personas seropositivas.
“Para terminar con el VIH
necesitamos acabar con la SEROFOBIA, que es el prejuicio, miedo, rechazo y
discriminación hacia las personas seropositivas”, denunciamos, “Las
consecuencias del estigma son graves, por un lado, hay miedo a hacerse la
prueba del VIH, las personas desconocen su estado serológico. Por otro, se
genera aislamiento social, soledad, baja autoestima, crisis de identidad o
depresión en aquellas personas diagnosticadas con el VIH”.
La serofobia lastra la respuesta
ante el VIH y está interseccionada con otros prejuicios asociados al género, la
pobreza, la orientación sexual e identidad de género, el origen racial o
étnico, la edad o a la sexualidad. “Este año queremos poner especial énfasis en
las minorías más invisibilizadas del VIH y en todas esas personas,
especialmente mujeres, quienes están más expuestas, debido a la desigualdad de
género, a sufrir doble o triple estigma: por ser mujer y tener VIH o ser
transexual o migrante o tener problemas de salud mental”, reclamamos.
En
algunas regiones, las mujeres que son víctimas de la violencia tienen un 50%
más de probabilidades de contraer la infección por el VIH, como señala ONUSIDA.
La transmisión del VIH por vía
sexual en relaciones heterosexuales constituye el 85% de los nuevos
diagnósticos. Además, las mujeres se diagnostican a una edad mayor y en una
situación inmunológica peor que los hombres. Entre los nuevos diagnósticos de
VIH en las mujeres, más de la mitad son mujeres inmigrantes. “Por ello,
reivindicamos una sanidad universal y gratuita que favorezca la atención a las
personas migrantes, que aún hoy tienen dificultades en algunas Comunidades
Autónomas para el acceso al sistema sanitario público”.
Desde Altihay Fuerteventura, miembro de FELGTB y CESIDA instamos, por todos estos motivos, a que el mensaje de indetectable igual a intransmisible, por el que una persona con VIH, en tratamiento y con carga viral suprimida, no transmite el virus, sea lanzado desde todas las administraciones públicas, para verdaderamente abordar el estigma vinculado el virus.