Fuerteventura: El Museo Arqueológico Insular cierra al público para dar lugar a la fase final del nuevo edificio



El plazo de ejecución de la nueva infraestructura, con una inversión de 1,5 millones de euros, finaliza en el mes de septiembre. El material arqueológico se mantendrá bajo custodia en el Archivo Insular

28 de mayo de 2015

El Cabildo de Fuerteventura informa que el Museo Arqueológico Insular, ubicado en Betancuria, cierra sus puertas al público ante el avance de las obras para la construcción del nuevo edificio, que cuenta con una inversión de 1,5 millones de euros y un plazo de ejecución cuyo fin está previsto para el próximo mes de septiembre.

Candelaria Umpiérrez, consejera de la Red de Museos, explicó que "el centro se ha mantenido abierto el público desde el inicio de las obras, procediendo únicamente a su cierre cuando ha llegado el momento de retirar todo el material arqueológico".

"El actual y el nuevo museo se encuentran anexos el uno del otro, y por lo tanto la medida era inevitable teniendo en cuenta que el proyecto contempla la demolición de la parte trasera del actual edificio", añadió la consejera de Obras Públicas y Carreteras, Edilia Pérez. Cabe resaltar, añadió Pérez, que el Cabildo conservará las dependencias principales del edificio actual, "pues tienen un interés histórico y en último término serán destinadas a acoger la parte administrativa del nuevo museo".

Otro área del Cabildo implicada en la operación es la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico que dirige Juan Jiménez, quien informó que "todo el material arqueológico, tanto el expositivo como el que se conserva en los fondos, ha sido trasladado a las dependencias del Archivo Insular, y se mantendrá bajo custodia hasta la apertura del nuevo museo, donde finalmente podrá exponerse en todo su esplendor y divulgar el conocimiento de uno de los valores más apasionantes y menos conocidos de la cultural majorera".

Avance de las obras. El proyecto del Museo Arqueológico y Etnográfico de Fuerteventura entra en su última fase, encontrándose en estos momentos finalizada toda la estructura del nuevo edificio, y habiéndose iniciado también la ejecución de las instalaciones y los revestimientos exteriores. Hasta el momento se cumplen los plazos previstos en la programación de la dirección de obras, estando el plazo de finalización de la infraestructura establecido en el próximo mes de septiembre.

Museo Arqueológico y Etnográfico de Fuerteventura

El Museo Arqueológico de Fuerteventura será la siguiente infraestructura de los ámbitos cultural y de la innovación en entrar en servicio bajo el impulso del Cabildo, después de que lo hicieran otros equipamientos como el Edificio de Formación y Congresos, el Parque Tecnológico, el Archivo Histórico Insular o el Museo del Queso.

La apertura de este edificio permitirá trasladar el fondo arqueológico y etnográfico que guarda y expone el actual museo, emplazado también en Betancuria, a un nuevo espacio mucho más amplio, moderno y versátil. Esta ubicación supone, además, que los espacios expositivos ofrecen una espectacular visión del conjunto de la villa, presida por la Iglesia de Santa María.

Fuerteventura, la Isla más antigua de Canarias, atesora valiosos valores etnográficos, los cuales son cada vez más numerosos a medida que se producen nuevos descubrimientos, y que por lo tanto hacen necesario un espacio para su divulgación y conocimiento. Este espacio es el nuevo Museo Arqueológico, Histórico y Etnográfico Insular.

El proyecto

El proyecto se materializa en un edificio levantado a tres plantas, hecho que sin embargo no impide su integración en el entorno histórico y rural de Betancuria, gracias a soluciones como el escalonado de la estructura en una ladera, o a la utilización de elementos singulares como el hormigón blanco o la piedra natural de la zona.

Ubicado en un terreno propiedad del propio Cabildo, la nueva instalación museística ocupa un espacio total de 3.600 m2 en pleno centro administrativo y turístico de la localidad, con su frente dando a la calle Roberto Roldán (travesía de Betancuria), que corre paralela al Barranco, y su lateral en la Calle Amador Rodríguez.

Entre las soluciones técnicas que aporta el proyecto están concentrar la edificación en la ladera trasera al actual Museo, liberando el resto de la parcela; la creación de un escalonado que permita el a tres niveles diferentes directamente desde la calle Amador Rodríguez, sin que en ningún momento haya más de una planta y media de altura sobre la rasante original del terreno; y en definitiva creando un volumen edificado que quedaría semienterrado y formando terrazas escalonadas en la pendiente.

Estas terrazas servirían de acceso y conexión entre las plantas, pero también como espacio de espera y estancia en los recorridos museográficos, teniendo como principal visión protagonista desde ellas la Iglesia de Santa María de Betancuria.

La empresa SACYR Construcción SA ejecuta este proyecto redactado por el equipo de arquitectos que componen Mario Febles y David Mallo, y con dirección de obras a cargo de la Oficina Técnica del Cabildo.

La parcela del Museo Arqueológico queda diferenciada en tres sectores, según su función:

a) La edificación tradicional y su entorno, con el patio trasero que se propone integrar como espacio de relación entre ésta y la nueva edificación. Se mantendría el acceso desde la calle Roberto Roldán, pero adecuándolo a la normativa de accesibilidad y redirigiéndolo a la entrada y recepción del edificio nuevo. La entrada principal al Museo Arqueológico, Histórico y Etnográfico se realizaría a través de la calle Amador Rodríguez, entre las dos edificaciones. El patio tradicional sería el espacio de recepción y espera, con la superficie de tiendas y biblioteca en dos alas de la edificación tradicional.

b) El jardín lateral, que se mantendría como espacio de ocio y exposición al aire libre.

c) La nueva edificación escalonada, con el sistema de terrazas sobre la edificación existente y con vistas sobre la Iglesia y Plaza de Santa María.

Contendría los espacios expositivos y no expositivos del programa de usos propuesto, distribuidos en los tres niveles, teniendo el inferior una superficie de 1103.90 m2, el intermedio  686.oo m2 y el superior 281.51 m2.

Distribución por plantas:

PLANTA 0: Superficie 1.103 m2. Acceso y servicios, superficie expositiva permanente, y espacio de acceso restringido (talleres y salas de fondos). El acceso y taquillas están situados en la parte norte del edificio, con un cuerpo de servicios y zona de espera, y una escalera y elevador al nivel superior. Se entraría a la zona expositiva a través de dos accesos diferenciados, lo que permite subdividir el espacio expositivo en distintas salas mediante sistemas de tabiquería ligera. Los 531.16 m2 de espacio expositivo albergaría la colección permanente. Como comparativa la superficie expositiva del actual Museo no llega a los 100.oo m2. Una segunda ala de esta planta estaría dedicada a sala de fondos y talleres de la unidad de Patrimonio, y lugar de almacenaje de maquinaria e instalaciones, con entrada independiente desde la calle Amador Rodríguez.

PLANTA 1: superficie 686.oo m2. Superficie expositiva permanente, y salón de actos. Se mantiene la parte norte del edificio como espacio de vestíbulo y acceso, y salida a la terraza exterior de este nivel. La superficie expositiva de esta planta es de 345.46 m2, y tiene dos aperturas visuales orientadas a Santa María de Betancuria y al edificio Museo de Arte Sacro. En la parte sur, y dando a la calle Amador Rodríguez, se encuentra un salón de actos con acceso independiente desde la terraza, con una superficie de unos 127.95 m2.

PLANTA 2: superficie 281.51 m2: Sala de exposición temporal y cafetería – terraza. Acceso exterior directo desde la calle Amador Rodríguez a la cafetería y la terraza que se ubican en la parte sur, con facilidad de suministro. Sala de exposición temporal de 117.oo m2, con funcionamiento independiente del resto de las salas del Museo.

Los espacios expositivos están repartidos en los tres niveles, y la distribución interior permite reorganizaciones de los mismos y flexibilidad de adaptación según usos y evolución en el tiempo del sistema expositivo, que de esta forma puede variar en el tiempo. La independencia funcional de los niveles permite también la apertura parcial del edificio, o incluso el montaje de las exposiciones sin tener que cerrar completamente el Museo al público.