Fuerteventura.- Estudiantes majoreros participan en la exhibición final de la 7ª edición de Ciberlandia ‘Smart Factory’
04 de febrero de 2020 (15:51 h.)
La Sala Sinfónica del Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura acogió hoy la final de la 7ª edición de Ciberlandia, ‘Smart Factory’.
Bajo la organización de la Consejería de Nuevas Tecnologías del Cabildo Insular y en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, estudiantes de secundaria de los cinco centros educativos de la isla que habían resultado finalistas fueron los encargados de diseñar una fábrica inteligente que clasificara de forma automática los paquetes en una empresa de logística.
Ciberlandia 'Smart Factory' ha supuesto un lugar idóneo donde jóvenes apasionados y apasionadas por las nuevas tecnologías, la robótica y la ciencia han podido demostrar sus intereses, aprender y poner a prueba sus conocimientos en el campo de la robótica, que es la principal protagonista de este evento.
El consejero insular de Nuevas Tecnologías, Pau Quiles, agradece a los centros que se han animado a participar en esta edición 'Smart Factory', y recuerda la importancia de "dar continuidad, fomento y proyección al campo tecnológico en Fuerteventura, y esperamos que cada año haya más gente joven interesada en el mundo de la robótica", y continúa, “sobre todo, queremos agradecer también al director del proyecto Ciberlandia de la ULPGC, Alexis Quesada, y al equipo docente de la misma por su colaboración en la realización de este evento. Ellos son los que hacen posible que actividades de este tipo nazcan y evolucionen en la isla”.
Además, en paralelo a la resolución del reto por parte de los dos grupos de escolares, se organizó un programa con charlas de gran interés para los otros escolares que acudieron al evento, como “Educación en los Espacios Digitales”, expuesta por el periodista Armando Ojeda, o el testimonio personal de la desarrolladora de videojuegos, Miriam Cabrera, “de jugadora a desarrolladora de videojuegos”.
Durante el reto, los jóvenes tuvieron que plantear el diseño y la programación de una factoría de clasificación completamente automatizada en dos etapas diferenciadas. En primer lugar, se elaboró el diseño de la factoría, donde cada equipo decidió dónde colocar los diferentes elementos de la planta, ya sean cintas de transporte, desviadores, descartadores de paquetes defectuosos y desconocidos, barreras estáticas, o incluso los propios depósitos finales para los paquetes. Por otro lado, los estudiantes tuvieron que hacer una programación de la planta, teniendo en cuenta que las unidades de control no pueden comunicarse entre sí, por lo que es altamente recomendable que cada unidad de control gobierne una sección autónoma para asegurar la máxima independencia de los programas.