Gran Tarajal, El Cotillo e Isla de Lobos acogerán nuevas esculturas del proyecto La Senda de Los Cetáceos






El plan de trabajo del Cabildo en 2015 también incluye la reparación de las estructuras dañadas y la instalación de paneles interpretativos



Los cadáveres de los cetáceos que por distintas causas –naturales, maniobras militares, colisiones…- han varado en las costas de Fuerteventura en los últimos quince años son la base de la Senda de Los Cetáceos, un proyecto impulsado desde el Cabildo que consiste en la restauración de los esqueletos de estos grandes mamíferos marinos para, una vez recompuestos, exponerlos a modo de esculturas en distintos puntos de la Isla.

"Lo que un principio percibimos como una tragedia, cuando presenciamos la llegada a nuestras costas de animales marinos muertos tan enormes y longevos, nos brinda al mismo tiempo una oportunidad, la de reivindicar y concienciar sobre la riqueza y la biodiversidad de nuestros mares mediante la exposición al público de sus esqueletos", declaró la consejera de medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora.

El presente año de 2015 la Senda de Los Cetáceos toma nuevo impulso en el marco de un plan de trabajo elaborado por la entidad encargada del proyectos desde sus inicios, la Fundación Canarias Conservación, el cual contempla reparar las esculturas dañadas e incorporar nuevos esqueletos a la exposición.

Gran Tarajal será la primera de las tres localizaciones que acogerán nuevas esculturas. Se trata de un zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) de 5,5 metros cuyo varamiento tuvo lugar en abril de 2005 en Roque Negro, muy cerca del Faro de La Entallada. La estructura sobre la que descansará el esqueleto se encuentra ya lista para instalar la escultura la próxima semana, en la avenida marítima Paco Hierro.

La elección de esta ubicación se ha acordado con el Ayuntamiento de Tuineje, "pues entendemos que se trata de un espacio emblemático, ligado al mar, en que la escultura lucirá en todo su esplendor para su disfrute por los vecinos y  como un nuevo atractivo turístico para Tarajal", valoró Natalia Évora.

Los otros dos cetáceos irán ubicados en el municipio de La Oliva. Uno de ellos es un calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) de 5 metros de longitud que regresará a la isla de Lobos, pues apareció muerto en 2009 junto al Faro de Martiño.

La tercera nueva escultura de este plan es otro zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), de 6,5 metros, a ubicar inicialmente en El Cotillo, cuando se concrete con el Ayuntamiento de La Oliva el espacio más adecuado. Este zifio, el de mayor tamaño que se conoce desde que se registran y estudian los varamientos de cetáceos en Canarias, apareció en Puerto del Rosario. Su muerte simultánea junto a otros cuatro ejemplares de esta especie en julio de 2004 estuvo asociada a las maniobras navales militares 'Magestic Eagle 04', que ocasionaron un grave varamiento colectivo a lo largo del litoral majorero.

Con respecto a las restauraciones de los esqueletos dañados, la actuación más importante es la reparación in situ del cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros ubicado en la avenida de Solana Matorral, en Morro Jable, en la zona de césped situada junto al Saladar de Jandía. Tras nueve años de exposición, este ejemplar había registrado importantes daños por distintas causas como temporales, extracciones vandálicas de dientes, o incluso roturas por balonazos de las personas que practican deporte en la zona.

El plan de trabajo concluye con la instalación de paneles interpretativos en las esculturas más antiguas, y reparar los que ya están instalados. La consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora, señaló en este sentido que "no se trata únicamente de exponer los esqueletos al público, sino de dar también a conocer a conocer las circunstancias en que murieron y explicar el increíble valor natural que tienen los cetáceos en Canarias, especialmente en aguas de Fuerteventura y Lanzarote, que son uno de los lugares más importantes del mundo para la supervivencia, estudio y conservación de estos animales".

15 años de Senda de Los Cetáceos

El inicio de La Senda de los Cetáceos se remonta al 18 de abril del año 2000, con el varamiento en la costa de Majanicho (La Oliva) de una hembra de rorcual común de 19,5 metros de longitud. El esqueleto de este gigante fue recuperado y recompuesto a modo de escultura en Las Salinas del Carmen, donde ha permanecido expuesto desde el año 2003.

Este fue el primero de los tres cetáceos que han sido expuestos de manera permanente en distintos puntos de la Isla, por encargo del Cabildo a la Fundación Canarias Conservación, que dirige el biólogo marino Manuel Carrillo. Las otras dos esculturas son el cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros instalado en el Saladar de Jandía desde 2006, y el rorcual tropical de 10 metros que desde 2013 se expone en el espigón de la Playa de Los Pozos, en Puerto del Rosario, correspondiente a una hembra de esta especie que apareció flotando a la deriva en agosto de 2006 en Costa Calma (Pájara).

Algunos de estos y otros esqueletos de cetáceos se han restaurado y expuesto de manera itinerante, por ejemplo, en el Centro de Interpretación del Parque Natural de Jandía, en el Centro de Interpretación del Parque Natural de Isla de Lobos, en el Centro de Arte Juan Ismael, o en la exposición 'Fuerteventura Biosfera' que se instaló en 2011 en el Real Jardín Botánico de Botánico de Madrid, siempre con el objetivo de concienciar a la sociedad de la necesidad de proteger los valores de los océanos desde el conocimiento de estos grandes mamíferos marinos que habitan en aguas de Canarias.

Colaboración científica. En Fuerteventura, la colaboración entre científicos y profesionales de los más diversos oficios con el apoyo de las administraciones han hecho posible que un suceso como el varamiento de una ballena sea además de una fuente básica de información científica , un recurso expositivo y de sensibilización ambiental

Todos los años y por diferentes motivos llegan muertas a las costas de las islas algunas ballenas y delfines. Entre los programas que realiza el Cabildo para conocer el estado de conservación de los recursos naturales de la isla se encuentra el seguimiento y estudio de los casos de varamiento de cetáceos, colaborando en el registro de los datos biológicos que estos sucesos proporcionan y en las necesarias necropsias para tratar de determinar las posibles causas de la muerte de los especímenes.
5 de marzo de 2015