Gustavo Durán: el dandy soldado, músico y espía barcelonés enterrado en Corfú Ángel Díaz Arenas
Ángel
Díaz Arenas
“L’Espoir”1
de André Malraux2 toma
forma textual e intertextual, bajo su título castellano -La esperanza-,
en la página 88 de El desvanecimiento3:
”Sabía (piensa Manuel) que Michel (Herr) últimamente llevaba consigo tres
libros en su bolsa. Un Platón de la biblioteca de su padre, Geschichte und
Klassenbewusstsein y L’Espoir”. Nombre (Manuel) y título de libro
que aparecen referenciados, a su vez, en la página 103 de Autobiografía de
Federico Sánchez: ”[...], por trabajar en la misma organización (UNESCO4) que
Gustavo Durán5, que fue el modelo real del personaje de Manuel en L’Espoir
de Malraux, y que, naturalmente, no era un «agente» de los americanos, aunque
hubiese dejado de ser comunista;...”6
Personaje, aparentemente sospechoso de ”agente”, del que escribe Rafael Alberti7
líneas muy bellas, sinceras y amicales en las páginas 375-377 de su Arboleda
perdida, 28, resaltando nosotros algo de lo que él dice en la
páginas 376-377:
[...]. Le
conté sólo lo que realmente conocía, de antes de la guerra y de un poco
después. La hija se llamaba Luz.9 Todo lo anotó detalladamente en un cuaderno.
Quería mucho y admiraba a su padre. Triste, bella, dramática y extraña la vida
de Gustavo Durán. Uno de los personajes de L’Espoir, la novela de André
Malraux sobre la guerra española, es él, de quien se podrían contar muchos
episodios novelísticos. (...). Ahora, repito, Gustavo Durán, el que puso música
a una canción de mi Marinero en tierra, sigue enterrado bajo los olivos
milenarios de Creta.
En recuerdo de una personalidad militar, intelectual e incluso modelo de héroe cinematográfico que “sigue enterrado bajo los olivos milenarios de Creta” presentamos a continuación sus Días finales en Grecia (Cavafis, Gil de Biedma)10, cuya presentación editorial del libro dice: “Si a medianoche oyes algún día un cortejo invisible desfilar con músicas y voces exquisitas, no lamentes la suerte que fue tuya y hoy te vuelve la espalda, los trabajos a que no diste fin, o el plan de vida que trazaste en el aire con el dedo. Como hombre presto a todo y abnegado, deja que se aleje de ti Alejandría.
No trates de engañarte, no te digas que fue un sueño -no más- de los sentidos;
no des cobijo a vanas esperanzas. Como hombre presto a todo y abnegado y digno
de haber sido señor de tal ciudad, acércate, resuelto, a tu ventana y oye con
emoción, no con las quejas y las súplicas propias del cobarde, como un último
goce, el exquisito son de los pífanos del irreal cortejo y di adiós a la
Alejandría que has perdido.
«Los dioses abandonan a Antonio CONSTANTINO CAVAFIS (1911) traducción directa de Gustavo Durán GUSTAVO DURÁN (1906-1969), mítico y legendario personaje, era conocido como músico y compositor de la Generación del 27, como militar y estratega del bando republicano durante la Guerra Civil Española y, ya en el exilio, como diplomático en USA y alto funcionario de las Naciones Unidas. Lo que pocos sabían es que, en la etapa final de su vida, transcurrida en Grecia, se dedicó a traducir poemas de Constantino Cavafis.
Esas traducciones -cronológicamente de las primeras realizadas del poeta de
Alejandría por un español- seguían inéditas, y aquí se ofrecen, bajo el
elocuente título de Días finales en Grecia, cuando acaban de cumplirse
los cincuenta años de la muerte de Durán. Tienen el interés de ser respetuosas
al máximo con la ‘poesía de ideas’ de Cavafis y de traer al recuerdo al poeta
Jaime Gil de Biedma, cavafiano de la primera hora, amigo y mentor poético de
Durán. Con esta edición, pulcra y minuciosa, al cuidado de Alejandro Duque
Amusco, se recupera una interesante página de nuestra reciente historia
literaria”.
Y es en este contexto griego, de «Corfú» y del final de una vida que dejamos hablar a RAFAEL ALBERTI que en su “TRIBUNA: LA ARBOLEDA PERDIDA: «Corfú»”11, cuenta: «¿Adónde me trajeron mis hados, los vientos que me llevaron veloces en estos años cimeros de mi vida? Aquí, junto al mar latino, í digo la verdad: / siento en roca, aceite y vino,/ yo, mi antigüedad.12 Fue nuestro prodigioso Rubén Darío13 quien, antes que nosotros, descubriera el Mediterráneo -cantando desde la isla de Mallorca los mismos pinos, olivos y viñedos, los mismos oleajes y cielos azules de esta bellísima isla helénica en que pronto me encuentro-, abriendo su sangre india para que le entrase a raudales la cultura greco-latina, esa misma que nosotros ahora, poetas de casi todo el mundo, hemos venido aquí a proclamar como una de las mayores fuentes de nuestra vida y pensamiento.
En cuanto a lo que a mí de esto me toca, repito por millonésima vez que soy del mar de Cádiz, ese mar que, después de las Columnas de Hércules -Gibraltar-, toma el nombre de océano Atlántico; que El Puerto de Santa María fue fundado por Menesteos, nombradísimo héroe de La Ilíada, navegante tal vez en la expedición de los argonautas; que mi infancia está Hena de los más bellos mitos arribados a aquellos litorales, uniéndome para siempre al sueño civilizador de esta misma cultura, que aquí venimos a reconocer e iluminarnos de ella, bajo aquel mismo sol, aquellos mismos pinos, viñedos y cipreses mallorquines que cantara Rubén Darío.
Porque estamos en Corfú, la isla donde Ulises fue recibido y halagado por Nausica, la hija del rey Alcinoo, en su viaje tumultuoso de aventuras hacia Itaca y en la que Gerard Durrell14, hermano del autor de El cuarteto de Alejandría15, atormentó y divirtió a toda su familia, con toda clase de animales, que amaba, entre los que se hallaban buitres, pelícanos, ibis y monos, perros, tortugas, acompañados de la salamanquesa Jerónimo, la gaviota Alako y toda clase de insectos. Mi familia y otros animales16 tituló Durrell su enloquecido libro. (…). Y en medio de esta clara mañana se me viene a, los ojos la imagen de un poeta griego, Seferis17, que me presentó en medio de una calle de Roma un viejo y querido amigo, al que no veía desde hacía mucho tiempo, Gustavo Durán, sobre el que cayeron después toda clase de sospechas y acusaciones, que yo no quiero ahora saber, pues mi amistad de otros años no está contaminada de cosas que echan nubes y telones de sombra sobre él.
Gustavo aixiaba Grecia, tanto,
que cuando murió en estas tierras, bañadas de gloria, pidió ser enterrado bajo
los olivos milenarios de Creta. Y allí está todavía. Es verdad que su belleza
apolínea lo llevó a ser modelo del Poema del Atlántico18,
que un pintor, un gran pintor canario del novecientos, Néstor Martínez
de la Torre, ya muerto, dejó sobre los muros del Museo de Las Palmas, junto
también a su Poema de la tierra19:
Gustavo era músico, muy buen compositor y pianista. Mi Marinero en
tierra20, junto a canciones musicadas por Ernesto21 y Rodolfo Halffter22, incluye una suya titulada Salinero23, cuyo texto dice (inclusión nuestra):
...Y ya
estarán los esteros
rezumando azul de mar.
¡Dejadme ser, salineros, granito del salinar!
¡Qué bien, a la madrugada,
correr en las vagonetas
llenas de nieve salada,
hacia las blancas casetas!
¡Dejo de ser marinero,
madre, por ser salinero!
Durante la guerra civil española se convirtió en un valiente soldado, un organizador ejemplar, alcanzando el grado de coronel del Ejército republicano. Era quizá el jefe más odiado por todos los franquistas. Cuando la traición del coronel Casado en Madrid, pudo salvarse -él se encontraba entonces en el frente de Levante- en un barco inglés que lo llevó a Inglaterra.
Creo que en Londres, en casa de una familia aristócrata que le dio asilo, conoció a una bella muchacha, llamada Bonté, sobrina de un diplomático norteamericano, con la que se casó y tuvo dos lindísimas hijas. Ya en Estados Unidos, fue perseguido por el macartismo. Estuvo luego en Cuba, en Chile y Argentina...
Le perdí la pista. Estuve largo tiempo sin saber dónde se encontraba. De lo que más tarde se dijo de él yo no sé nada comprobable y prefiero no saberlo... Sólo puedo decir que un día, en Roma, se me presentó una hija suya para que le contase las muchas cosas que, según ella, yo sabía de su padre. Le conté sólo lo que realmente conocía, de antes de la guerra, de la guerra y de un poco después. La hija se llamaba Luz.
Todo lo anotó detalladamente en un cuaderno. Quería mucho y admiraba a su padre, que había muerto en Grecia, que amaba, tanto, que pidió ser enterrado bajo los olivos de Creta. Triste, bella, dramática y extraña la vida de Gustavo Durán. Uno de los personajes de L’Espoir, la novela de André Malraux sobre la guerra española, es él, de quien se podrían contar muchos más episodios novelísticos. Su madre se encontraba loca en el manicomio de Ciempozuelos.
Cuando al coronel Durán, durante la defensa de Madrid, le tocó tomar aquel lugar, el manicomio estaba ya vacío. Todos los locos se habían escapado, cruzando la línea de fuego, al frente uno que portaba una gran bandera monárquica. Y su padre, un hombre muy apuesto y gentil, al saber que se había perdido la guerra, temiendo por la suerte de su hijo Gustavo, se metió en el baño y se cortó las venas.
Ahora, repito, Gustavo Durán, el que puso música a una canción de mi Marinero en tierra, sigue enterrado bajo los olivos milenarios de Creta. Y yo, en Corfú, no muy lejos, me he acordado de él en medio de este encuentro de poetas de todo el mundo.24
Y como cierre último ofrecemos uno de los poemas
que él mismo admiró y presentó en dicho libro y que está escrito en el Blog
de Alfonso Roldán Panadero y cuyo autor es Konstantínos
Kaváfis25 titulado
ÍTACA
(Las sandalias de Ulises)
Cuando
emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
***
Debes
rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
***
Conserva
siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
***
Ítaca te
ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
***
Y si la
encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Notas
1 André Malraux: “L’Espoir”, en: Oeuvres Complètes,
Volume II, (Éds.) Michel Autrand et François Trécourt, págs. 1-615, (Paris,
1996), págs. 222-223. Éditions Gallimard.
2 Recordemos que André Malraux (París, 3 de noviembre de
190-Créteil, 23 de noviembre de 1976) fue un escritor, intelectual y político
-que después de ser un revolucionario convencido y activo en su juventud
(Oriente, España, Segunda Guerra Mundial, Resistencia francesa, etc.)-, terminó
quizá no siendo un reaccionario, pero sí Directeur des Affaires Culturelles,
algo parecido a un Ministro de Cultura (a partir de junio de 1958 hasta 1969) y
esto bajo la Presidencia de un General: Charles de Gaulle (1890-1970). No es
una acusación, sino un sobrio comentario. Esto nos explica porque Jorge Semprún
después de un activismo comunista en el seno del PCE (Partido Comunista de
España) sin mácula se transformará en su cruento enemigo. Ya sabemos que La
esperanza o L’Espoir (1938)
es la novela en la que Malraux cuenta su
participación en la Guerra Civil de España, defendiendo el ideal republicano.
El partió a dicho país en 1937 y tuvo a su mando una escuadrilla de aviación.
En este libro su autor transmite, entonces, su experiencia personal, que es una
emotiva visión de los combates que desgarraron la Península Ibérica. Algunos de
sus otros libros son: Tentation de l’Occident
(1926), Les Conquérants (1928), La Voix royale (1930), La
Condition humaine (1933), Les Noyers de l’Altenburg
(1945), Psychologie de l’art
(1948-1950), etc.
3 Jorge Semprún: El
desvanecimiento, (Barcelona, 1979). Versión castellana de Javier Albiñana.
Editorial Planeta; consúltese: L‘Évanouissement, (Paris, 1967). Éditions Gallimard.
4 United Nations Educational
Scientific and Cultural Organization: Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. Éstas son las siglas de la agencia
especializada en la UNO (United Nations Organization: Organización de
las Naciones Unidas), con sede en París.
5 Gustavo Durán (Barcelona, 14 de noviembre de 1906–Alones, Creta, Grecia, 25 de marzo de 1969) fue un compositor quien cursó estudios, primero, en Barcelona y, después, en Madrid. En la capital de España entró en contacto con la ‘Generación del 27’.
Durante la Guerra Civil (1936-1939) combatió con el grado de Comandante en la parte republicana. Finalizada la misma se exilió en EE.UU. (Estados Unidos), donde estuvo trabajando como funcionario de la Organización de las Naciones Unidas.
Además del ballet, El fandango del candil, compuso sobre textos de Lope de Vega (1562-1635), Antonio Machado (1875-1936) y Rafael Alberti (1902-1999), así como música para el cine.
Es autor de un libro que se titula: Una enseñanza de la Guerra Española. Glorias y miserias de la improvisación de un ejército, (Madrid, 1980). Editor José Martín-Artajo. Es de pensar que él pusiera música a la canción ”«Cinema»” o bien ”«Salinero»” como se deduce de lo que Rafael Alberti escribe en la página 211 de su primera Arboleda perdida [(Barcelona, 41977). Editorial Seix Barral]: ”[...].
Entretanto, tres jóvenes compositores -Gustavo Durán, Rodolfo y Ernesto Halffter-, entusiasmados con el corte rítmico, melódico de mis canciones, pusieron música a tres de ellas.
De ese trío, la de
Ernesto, maravillosa -«La corza blanca»- consiguió, a poco de publicada,
una resonancia mundial. Las otras dos -«Cinema» y «Salinero»- eran bellas
también y se han cantado mucho”. Las mejores y más detalladas prsentaciones de
Gustavo Durán son los dos textos de Javier Juárez Camacho (Madrid, *19689): “Gustavo
Durán Martínez”, en: Real Academia de la Historia, (Barcelona, 2009).
Debate y su libro: Comandante Durán. Leyenda y tragedia de un intelectual en
armas, (Barcelona, 2009). Debate.
6 Como presentación previa de Gustavo Durán leamos el muy buen e informativo artículo de PABLO DE LLANO que se titula “EXILIO: «El vía crucis de Gustavo Durán, un enigmático exiliado español perseguido por el FBI. La Residencia de Estudiantes recibe de las herederas del músico y militar republicano documentos sobre el espionaje que sufrió en los años cuarenta»” [en: El País. Cultura, (Madrid, 18 de diciembre de 2019)], cuyos primeros párrafos informan:
«Gustavo Durán (Barcelona, 1906-Atenas, 1969) fue un personaje enigmático del exilio español. Músico vocacional, íntimo de Lorca, Alberti y Buñuel en los años dorados de la Residencia de Estudiantes, líder militar durante la guerra, analista de inteligencia para Estados Unidos justo después, perseguido político en los propios EE UU y finalmente alto funcionario de Naciones Unidas.
Su vida es un novelón con trazos de drama romántico, bélicos, de espionaje, de thriller político. Y los mimbres de la trama están custodiados en el archivo de la Residencia, al que sus hijas acaban de añadir, en el cincuentenario de su muerte, tres nuevos fajos con cientos de documentos del FBI».
Horacio
Vázquez Rial (Buenos Aires, 20 de marzo de 1947-Madrid, 6 de septiembre de
2012) escribe de él en su libro titulado El soldado de porcelana
[(Barcelona, 2005). EDITORIAL DE LIBROS, S.L.]: «Rubio,
de bellos ojos azules, elegante hasta la afectación, seductor, expresándose en
inglés, francés, italiano y alemán, con talento musical, una memoria prodigiosa
y unas relaciones personales de primer nivel social, Durán debía de ser una
tentación para cualquier servicio de inteligencia».
7 Como sabemos es un poeta,
dramaturgo y dibujante andaluz, quien nació el martes, 16 de diciembre de 1902,
en el Puerto de Santa María (Cádiz), acontecimiento sobre el que cuenta: «1902.
Año de gran agitación entre las masas campesinas de toda Andalucía, año
preparatorio de posteriores levantamientos. 16 de diciembre: fecha de mi
nacimiento, en una inesperada noche de tormenta, según alguna vez oí a mi
madre, y en uno de esos blancos puertos que se asoman a la perfecta bahía
gaditana: el Puerto de Santa María -antiguamente, Puerto de Menesteos-, a la
desembocadura del Guadalete, o río del Olvido» [Rafael Alberti: “Índice Autobiográfico”, en: Poesía (1924-1967),
págs. IX-XX, (Madrid, 21978), pág. XI. Edición al cuidado de Aitana
Alberti. Editorial Aguilar]. Artista que pertenece a la ‘Generación del 27 ’ y que cultiva el dibujo y
las artes gráficas. Fue Premio Nacional de Literatura 1925 que compartió con
Gerardo Diego (1896-1987). Vivió exiliado en París (1939-1940), Buenos Aires
(1940-1964) y Roma (1964-1976). Regresó a España en 1976 y después de las
Elecciones Generales del 28.10.1982 fue elegido diputado del PCE por su tierra
natal de Cádiz, pero renunció al escaño, cargo que parece ser que también ya le
había ofrecido UCD (Unión de Centro Democrático), bajo la Presidencia de
Adolfo Suárez González (1932-2014), en 1977. Léase su poema titulado, “Juan Panadero, después de
renunciar a su escaño de diputado en las Cortes, se dirige al pueblo gaditano” (Septiembre, 1977), en: Coplas
de Juan Panadero 1949-1979, (Barcelona, 31984), págs. 171-174.
Editorial Bruguera. Le han sido otorgados el “Premio Lenin” de 1965 y el “Cervantes” de 1983. Su discurso de
agradecimiento se encuentra en Rafael Alberti: “Discurso de Rafael Alberti”, en: Premios Cervantes:
Discursos 1976-1990, (Madrid, 1992), págs. 103-122. Quinto
Centenario/Universidad de Alcalá de Henares. Poeta testimonial, su obra ha
atravesado diferentes etapas: desde la canción tradicional hasta la sátira
política, pasando por el neogongorismo Cal y canto (1929) y su poemario
superrealista (su obra máxima, según la crítica especializada): Sobre los
ángeles (1929). Su producción es muy abundante y merecen destacarse: en
Poesía: Marinero en tierra (1925) y Entre el clavel y la espada
(1941); en Teatro: El adefesio (1944) y en Prosa: La arboleda perdida
(1950), libro de memorias este último que el escritor gaditano siguió
escribiendo y publicando. Léase al respecto la nota editorial titulada, “Las largas memorias de
Rafael Alberti”, en: El
País Internacional, Nº 704, (Madrid, lunes 18 de noviembre de 1996), pág. 23.
Su Arboleda perdida, 2 apareció en 1997. Sobre una corta, pero intensa
época de su vida memorística, léase el libro de Antonio Colinas (*1946): Rafael
Alberti en Ibiza. Seis semanas del verano de 1936, (Barcelona, 1995).
Tusquets Editores. Más arriba hemos escrito ‘siguió escribiendo y publicando’, porque el poeta gaditano
dejó de existir exactamente el jueves, 28 de octubre de 1999, a la digna y
respetuosa edad de 96 años. Véase nuestro “5. Cinco poetas: «Cinco poetas con nombres,
apellidos y algo de su obra: 1.2. Rafael Alberti»”,
en: Fin de ‘El largo viaje’ de Jorge Semprún: Vida, obra, méritos, familia,
Santander, exilio, textos, premios, lenguas y voces, (Frankfurt am Main,
2016), págs. 283-293/275-328. Peter Lang
Edition.
8 Rafael Alberti: La
arboleda perdida, 2. Tercero y Cuarto libros (1931-1987), (Madrid, 1997).
Alianza Editorial. Léase, cuando aparezca, nuestro «Los Alberti en Ibiza y
Manuel Bayo y Ángel Díaz en Taipei (“Estaba la pájara pinta…“)», en: Preparación
editorial.
9 Parece ser que su hija no se llama/ba “Luz“, sino “Lucy“ sobre la que nos informa PABLO DE LLANO en su “EXILIO“: «Su hija Lucy, musicóloga, describe a su padre como un hombre a la vez extrovertido y dueño de su privacidad, que “expresaba sus dolores íntimos a través de la música”.
El mes pasado, el Instituto Cervantes dedicó a Durán en su sede de Madrid un concierto homenaje, dirigido por Lucy, en el que se interpretaron partituras inéditas que reflejaban su estilo, una atractiva mezcla de folclor español y latino, timbre moderno y disonancias: “notas que entrechocan, mostrando sus propias angustias”, comenta su hija».
Conviene señalarse que la Sede Central del Instituto Cervantes en Madrid) - Salón de Actos/Alcalá, 49, 28014 Madrid (España)- organizó y realizó un acto con fecha del 27/11/2019 a las 19:00 (Entrada libre hasta completar aforo), cuyo título y programa decían: «Remolino de vida. La música de Gustavo Durán»:
“En el marco de las conmemoraciones del 80 aniversario del exilio republicano español, el Instituto Cervantes organiza un concierto homenaje en torno a la figura del músico, militar y diplomático Gustavo Durán (Barcelona, 1906 - Atenas, 1969) —en el también cincuenta aniversario de su muerte—.
La actividad se presentará como un programa de radio en directo. La periodista Lara López será la encargada de conducirlo. Por el escenario pasarán personas vinculadas con Gustavo Durán, y se leerán fragmentos sobre su vida pero, sobre todo, escucharemos su música.
En el concierto se interpretarán obras para piano y voz, en su mayoría presentadas en público por primera vez. Estas fueron compuestas entre 1924-62 en Madrid, París, la Habana, Nueva York, Santiago de Chile y, finalmente, en Atenas, donde falleció. En esta audición se podrán apreciar las influencias de algunos de sus maestros como Joaquín Turina y José Tragó, y otros grandes compositores de su época como Falla, Ravel y Debussy y comprobar el gusto del autor por las músicas tradicionales. Los músicos invitados son Federico Lechner (piano); Eliseo Parra y Cristina Narea (voces); Álvaro Garrido (percusión). Arreglos a cargo de: Lucy Durán y Federico Lechner“.
Las hijas de Durán fueron tres (3) -(Cheli Durán -Jane Durán-Lucy Durán)-; véase el escrito de Alfon (Bilbao, *1925): “Gustavo Durán y las hijas del exilio”, en: Blog de Alfonso Roldán Panadero. La vida desde el lago, (Madrid, domingo 6 de diciembre de 2009: 19:22). Sin olvidar las palabras de Javier Juárez Camacho quien en su “Gustavo Durán Martínez” [en: Real Academia de la Historia, (Barcelona, 2009).
Debate] escribe: «... se estableció en el
Reino Unido acogido por una organización de ayuda a refugiados españoles. Allí
conoció a Bonté Crompton, una joven norteamericana con quien se casó en
diciembre de 1939 y con quien tuvo tres hijas».
10 Gustavo Durán: Días
finales en Grecia (Cavafis, Gil de Biedma), (Valencia, 2019). Edición de
Alejandro Duque Amusco. 136 páginas. Editorial Pre-Textos.
11 RAFAEL ALBERTI: “TRIBUNA:
LA ARBOLEDA PERDIDA: «Corfú»”, en: El País. Opinión, (Madrid, 13
de octubre de 1985).
12 Estos versos son el primer
cuarteto del poema “Eheu!” que dicen, «Aquí, junto al mar latino,/digo la
verdad:/Siento en roca, aceite y vino/yo mi antigüedad.», obra mediterránea y
mallorquina (valdemosiana) que consta de VII cuartetos y 28 versos, poema que
pertenece a El canto errante (1907) de Rubén Darío.
13 Sobre este poeta (Metapa,
18 de enero de 1867-León, 6 de febrero de 1916) sugerimos consultar nuestro “5.
Cinco poetas: «Cinco poetas con nombres, apellidos y algo de su obra: 1.3.
Rubén Darío»”, en: Fin de ‘El largo viaje’
de Jorge Semprún: Vida, obra, méritos, familia, Santander, exilio, textos,
premios, lenguas y voces, (Frankfurt am Main, 2016), págs. 293-304/275-328. Peter Lang Edition.
14 Gerald (Gerry) Malcolm
Durrell (Jamshedpur, Raj Británico, 7 de enero de 1925–Saint Helier, Jersey, 30
de enero de 1995) fue un naturalista, conservacionista, escritor y presentador
de televisión británico que fundó el Zoo de Jersey en 1958 y la Jersey
Wildlife Preservation Trust en 1964 (renombrada como Durrell Wildlife
Conservation Trust) ambas instituciones en la isla de Jersey. Era hermano
del conocido novelista Lawrence Durrell.
15 Éste se llama Lawrence George Durrell (Jalandhar, India, 27 de febrero de 1912-Sommières, Francia, 8 de noviembre de 1990) y fue un escritor británico, hermano del también escritor y zoólogo Gerald Durrell. Escribió biografías, poesía, obras de teatro, de viaje y novelas. Se resistió a que lo asociasen con el Reino Unido y prefirió ser considerado cosmopolita.
Póstumamente se descubrió que en realidad nunca
tuvo la ciudadanía británica. Se considera que su obra maestra es la tetralogía
(cuatro) llamada El cuarteto de Alejandría (The Alexandria Quartet)
que es un conjunto de 4 novelas, publicadas entre 1957 y 1960, que presenta
cuatro perspectivas diferentes de un mismo conjunto de personajes frente a los
acontecimientos que tienen lugar en Alejandría y Egipto, antes y durante la
Segunda Guerra Mundial, obra compuesta por cuatro novelas: 1) Justine
(1957), 2) Balthazar (1958), 3) Mountolive (1958) y 4) Clea
(1960).
16 My Family and Other
Animals es una novela autobiográfica, publicada en 1956 y es la primera de
las obras que componen la trilogía (tres) de Corfú, precediendo a Bichos
y demás parientes (1969) y a El jardín de los dioses (1978).
17 Yorgos Seferis (Esmirna,
Turquía, 13 de marzo de 1900-Atenas, 20 de septiembre de 1971) era el nombre
por el que era conocido Yorgos Stilianú Seferiadis, poeta, ensayista y
diplomático griego que consiguió el Premio Nobel de Literatura en 1963, el
primero de su nacionalidad en lograrlo.
18 Esta obra también denominado Poema del Mar es un conjunto de lienzos que Néstor realizó entre 1913 y 1924 en cuyo desarrollo interpreta los estados de la mar en diferentes momentos del día. El artista emplea una técnica de empastes y veladuras con la que obtiene un gran realismo en la representación de las aguas del océano, realizando una pintura muy acorde con el modernismo de principios de siglo, en la que también muestra una interesante gama cromática gracias al uso que hace del color, suavizándolo, difuminándolo o exaltándolo fuertemente.
Así mismo, en cada una de las obras de la serie, plasma una especie de
mitología de cuerpos adolescentes, ambiguamente viriles que nadan, reposan o
hacen oposición frente a las olas y a los seres marinos que son dibujados, en
parte desde la realidad, y parte desde la ficción del artista. Forma parte de
la colección el Poema de los Elementos, proyecto vital del artista. El
también llamado Poema del mar, está compuesto por ocho cuadros: El
Mediodía y La Tarde (1917-1918), Noche, Bajamar, Pleamar,
Reposo y Borrasca (1918-1924).
19 Esta obra la comenzó el artista en 1934 y quedó inconclusa tras su muerte. Complementaba al Poema del Atlántico y se integraba dentro de la colección del Poema de los Elementos. Está compuesta por ocho piezas, que representan las cuatro estaciones del año y los cuatro momentos del día.
La
serie la forman los lienzos Orto, Mediodía, Vespero, Noche,
Primavera, Verano, Otoño e Invierno; todos ellos
datados entre 1934 y 1938, que, al llegar su muerte, Néstor dejó en distintos
momentos de ejecución, desde meros bocetos hasta obra terminada, o casi.
20 Marinero en tierra, es el título de un libro de poemas publicado en 1924 y que obtuvo el Premio Nacional de Poesía. La obra la escribió durante su estancia en la localidad segoviana de San Rafael y la localidad cordobesa de Rute, debido al tratamiento para mejorar una dolencia que sufría en el pulmón derecho con ayuda del clima tan puro de la sierra.
Pertenece a la primera etapa de su producción, caracterizada por el
popularismo, es decir, la adopción de formas populares, en especial las del
cancionero tradicional. La temática y el tono general de la obra es de
nostalgia, producida en el poeta por el recuerdo de su tierra natal, lejana
durante el proceso de escritura de la obra; es probablemente una de sus obras
más difundidas y estudiadas.
21 Nació el 16 de enero de
1905 en Madrid, fue discípulo de Manuel de Falla y en el año 1925 gana el
Premio Nacional de Música, falleciendo en Madrid el 5 de julio de 1989.
22 Rodolfo Halffter Escriche
(Madrid, 1900-Ciudad de México, 1987) fue un compositor español nacionalizado
en México. Estudió en el Conservatorio de Madrid, aunque como compositor fue
autodidacta, pero recibió consejos de Manuel de Falla, a quien consultó por
primera vez durante una visita de dos meses a Granada en 1928.
23 Entre
1923 y 1928 compuso varias obras, en su mayoría breves canciones para
instrumentar letras ya existentes. Así, puso música al poema Salinero de
Rafael Alberti, presente en Marinero en tierra (1924). Aconsejamos
consultar el breve, pero informativo escrito de Javier Juárez Camacho: “Gustavo
Durán Martínez”, en: Real Academia de la Historia, (Barcelona, 2009).
Debate.
24 El VIII Congreso
Mundial de Poetas fue organizado bajo el alto patrocinio de la mínistra de
Cultura y Ciencias de la República Helénica, Melina Mercury (que no asistió,
por cierto, a la solemne sesión inaugural, como tampoco los grandes poetas
griegos Yannis Ritsos y Nikoforos Vrettakos, cuyas alocuciones no fueron
leídas). Recordemos que Maria Amalia “Melina“ Mercouri (Atenas, 18 de octubre
de 1920-Nueva York, 6 de marzo de 1994) fue una actriz, cantante, activista y
política griega que fue miembro del Parlamento Helénico y, en 1981, se
convirtió en la primera mujer en ocupar el puesto de Ministra de Cultura de
Grecia. De modo que bajo su patronato Atenas fue elegida la primera Ciudad
Europea de la Cultura en 1985 y como causa en dicho año se celebró en Corfú el VIII
Congreso Mundial de Poetas.
25 Constantino Cavafis
-Konstantinos Petrou Kavafis- (Alejandría, Egipto, 29 de abril de 1863–29 de
abril de 1933) fue un poeta griego, una de las figuras literarias más
importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la
lengua griega moderna. Se considera el poeta en griego más importante de los
últimos dos mil años. Trabajó como periodista y como funcionario, y publicó
relativamente poco en vida, aunque tras su muerte su obra cobró paulatinamente
influencia.