La nueva Zona Especial de Conservación abocará a Fuerteventura a ser “la isla del todo prohibido”



El campeonato mundial de Wind Surf, el campeonato de Pesca de Altura de Tuineje, el festival Arena Negra o distintas competiciones podrían prohibirse con la habilitación de la segunda Zona Especial de Conservación prevista para Fuerteventura. 

Es la alerta que se lanza desde varios colectivos ligados al mar que anuncian para 2020 la conversión de la primera de las zonas LIC (Lugar de Interés Científico) en zonas ZEC al haber transcurrido un periodo de seis años desde la implantación del primer LIC. 

Posteriormente, se implantará la segunda ZEC “mucho más restrictiva y que afecta a todos los ámbitos alcanzando prácticamente el 80% del territorio majorero”.

 El delegado en Fuerteventura de la Asociación Empresarial de Náutica y Pesca Recreativa, ASENPER, Cristian Peña y el presidente del club de Pesca del Faro de la Entallada, Antonio Ferrera, alertan de que no se podrán celebrar las fiestas patronales de muchos municipios costeros, ni se podrán practicar actividades náuticas en numerosos espacios, ni se podrán hacer actuaciones en el muelle de Gran Tarajal ni en otros lugares incluidos en la segunda ZEC que ocupa “el 100% de Tuineje, el 100% de Puerto del Rosario, en Betancuria y en Antigua la zona ZEPA, desde Corralejo a las Dunas y a Isla de Lobos, y a gran parte del municipio de Pájara”. 

Denuncian, también, el “oscurantismo” con que se ha llevado a cabo todo el procedimiento desde que se inició hace seis años la constitución del primer LIC hasta la fecha cuando comenzará a hacerse efectivo el paso a ZEC porque puede que los promotores de la medida desconozcan las consecuencias derivadas de la catalogación incluida en la Red Natura 2000 y “no se leyeran la letra pequeña”, arguyen. 

Ahora hacen un llamamiento a distintos colectivos políticos, empresariales y a la sociedad en general para que defiendan la protección del territorio y de las distintas especies pero sin que perjudique al desarrollo social y económico de una isla cuyos habitantes siempre han vivido volcados al mar y que ahora temen apenas puedan disfrutar ni vivir de él.