Las macabras fiestas de las luces del 5 de noviembre en el Reino Unido
05 de noviembre de 2017 (15:52 h.)
Por Isaac Bigio
En el Reino Unido hay una fecha en la cual en cada uno de sus 650 distritos hay
decenas de parques donde se hacen hogueras o fuegos artificiales. Esta noche no
es el 31 de diciembre ni ninguno de los festejos por año nuevo de cualquiera de
sus numerosas minorías. Esta se da hoy para conmemorar al 5 de noviembre de
1605 cuando se abortó un golpe para quemar el parlamento y restaurar a un rey
católico. Su líder fue Guido Faukes, un inglés quien sirvió en el ejército
español. Él y sus allegados fueron despiadadamente torturados y condenados.
A millones de niños se les lleva a entretenerse con
esas luces en el cielo, la cual se da 5 días después de Halloween (otra fiesta
macabra y que tiene su origen en la matanza de mujeres independientes acusadas
por ello de ser brujas).
Las celebraciones del 5 de noviembre se impusieron
sobre los ritos paganos del ‘Samhein’ y buscando popularizar el rechazo a lo
católico e hispánico, algo que aún persiste en los intentos oficiales de
menospreciar a Iberoamérica en el Reino Unido.
Desde que en 1543 Enrique VIII rompió con Roma para
poder divorciarse de su esposa española y crear la Iglesia de Inglaterra, ésta
se fue consolidando hostilizando a los católicos a quienes se les vetaba
acceder a profesiones importantes o a ser soldados, y a quienes solo se les dio
el derecho a votar después de que se aboliese la esclavitud.
Con el tiempo este anti-papismo se ha amenguado.
Elizabeth II anunció que se levantaba el veto para que un católico pudiese
desposarse con un o una monarca de su país, así como que en la nueva línea de
sucesión al trono no se ponga como última opción a una mujer.
Si bien estos cambios han sido saludados como un
símbolo de “modernización”, también han revelado al mundo un lado poco conocido
de la democracia británica que se precia de ser la más antigua del mundo, pero
donde nunca su población ha elegido a su jefe de Estado o Cámara Alta.
Mientras los reyes católicos, budistas o musulmanes
se someten a la autoridad de sus líderes religiosos, la británica es la única
del mundo donde ésta es, al mismo tiempo, la cabeza de su iglesia oficial (y
pertenecer a ella es un requisito para poder aspirar al trono).