Los chillidos de Águeda Montelongo


La agresividad e insultos que expuso la presidenta del PP de Fuerteventura en su comparecencia ante los medios de comunicación ayer martes es el mejor resumen de lo que es y ha sido en el último año y medio: una mentirosa, una chillona y una manipuladora del interés público en su beneficio. 


Me consta, porque así me lo comentaron los propios trabajadores, que Águeda Montelongo dio órdenes precisas a los cargos públicos del PP de sumar vacaciones, días libres y horas extras (aún a sabiendas de que no les correspondían por ser cargos de confianza), para abandonar el trabajo cotidiano en el Cabildo y dedicarse a la campaña electoral, cuando todavía falta un mes para que ésta comience oficialmente. 

Y lo hizo de manera que este trámite se hiciera en bloque, coordinado y bajo la supervisión de José Medina, consejero del PP en Personal y sumiso a los chillidos de Águeda Montelongo.


La reacción del presidente del Cabildo, Mario Cabrera, fue rápida, enérgica y ejemplar: cese sobre la mesa. El que no quiera trabajar, a la calle. Ante ello, Águeda Montelongo, como suele ser habitual, en vez de poner su acta sobre la mesa y marcharse a la oposición y renunciar a su sueldo, como máxima responsable de las 'vacaciones' gestionadas por sus subordinados, ha optado por mantenerse en el puesto, seguir cobrando e insultar. Es lo que la caracteriza: la cobardía. Una vergüenza más.

Yo personalmente he sufrido esta forma de comportamiento. Desde hace casi dos años he sido objeto de todo tipo de insultos y menosprecios por parte de la presidente del PP de Fuerteventura, a raíz de que denunciara públicamente la trama creada por la dirección del partido para beneficiarse del dinero público. Y se ha demostrado que tenía razón. Las facturas existen y fueron manipuladas en beneficio de la dirección del PP majorero.

Por ello me acusaron de tránsfuga, de interesado, de estar preparando el salto a otra opción política. Me vetaron en los medios de comunicación sostenidos por el entorno del PP de Águeda: “si quieres publicidad de Turismo, a Guillermo ni agua”, les decían. 

Montaron campañas de descrédito. Hasta mentaron mi condición sexual. No me dejaron hablar. Callé y ahora el tiempo me ha dado la razón: yo sigo aquí, sigo siendo del PP, no me he cambiado de partido y no se me ha expulsado, pese a que Águeda lo ha intentado de todas las formas posibles. Y eso es lo que la molesta. Yo sí he cumplido con la palabra dada.


A los compañeros del PP cesados en el Cabildo por haberse sometido a las órdenes de la presidenta y dedicarse a trabajar para la campaña electoral en horario laboral, solo decirles una cosa: ustedes ya lo sabían. Ustedes sabían cómo se las gasta ella. Ustedes sabían que es traidora y cobarde. Que esconde su ineficacia y torpeza política tras los insultos y los chillidos. Lo siento chiquillos, quizás ésto les haga despertar y dejar de estar sometidos al dictado de los chillidos de Águeda Montelongo. Están a tiempo. Hay vida, democrática, lejos de  la  sombra de Águeda Montelongo. El sueldo no lo justifica todo.

Por mi parte, sólo decirles que tengo por delante 4 años de trabajo fuera de las instituciones para levantar el PP de Fuerteventura y acabar de hundir políticamente a Águeda Montelongo. Y no por capricho ni por rencor, sino, simplemente, porque eso es lo mejor para el PP majorero y para el conjunto de la sociedad majorera.

Soy del PP. Pero de un PP razonable, dialogante y respetuoso. Donde no manden los chillidos de una Águeda Montelongo llena de falsedades e incompetencias. Donde el puesto de trabajo sea para eso: para trabajar. Donde las personas puedan discrepar democráticamente. Donde no se ataque a otros con campañas de desprestigio, simplemente porque no son del mismo partido o porque no compartan la misma opinión. Ese es mi PP y en este partido estoy .

Guillermo Concepción
Vicepresidente Primero del Cabildo de Fuerteventura
Consejero de Seguridad y Emergencias
Miembro del Partido Popular