Los Socialistas de Puerto del Rosario Aprueban una Resolución sobre el Tendido Eléctrico de Alta Tensión en Fuerteventura


“¡Este esqueleto de tierra, entrañas rocosas que surgieron del fondo de la mar, ruinas de volcanes; esta rojiza osamenta atormentada de sed! ¡Y qué hermosura! ¡Sí, hermosura!”.

Miguel de Unamuno, sobre Fuerteventura

El paisaje es, indudablemente, un valor intrínseco según el cual se ha definido Fuerteventura en relación a diferentes ámbitos que la caracterizan, independientemente de los extremos de aprovechamiento y rendimiento económico derivados de esa variable. Tanto es así que históricamente la isla fue perfilando un constructo estético asociado íntimamente con la visión que se podía obtener de sí misma. No obstante, el paisaje majorero es el fundamento sobre el que se ha venido sustentando de manera relativamente invariable el desarrollo socioeconómico de la isla, sobre todo en los últimos cincuenta años, en los que el turismo ha marcado dicho crecimiento.

En base a esa premisa, se ha venido considerando la faz de nuestra isla un aspecto determinante sin el que difícilmente se podría sustentar la imagen sostenible de la industria que se halla en el vértice de nuestro desarrollo económico. Paralelamente a ese supuestamente acordado vínculo entre imagen medioambiental y la necesidad de crecimiento, que aseguraba el mantenimiento del sector terciario, se comenzó a revelar el florecimiento de nuevas estructuras e infraestructuras auxiliares que procuraran el sostenido abastecimiento de la industria y la población residente.

Así, en un momento, por entonces, en el que no se estimaba considerable la exigencia de un cambio de paradigma energético, se derivó inexorablemente hacia la implantación de torres de alta tensión que habrían de asegurar, como indiscutible sistema de conducción energética, el abasto necesario para toda zona antropizada en nuestra isla.

Llegados a la segunda década del siglo XXI, cuando empieza a despuntar el debate acerca de la conveniencia de tornar de un modelo energético tradicional basado en los hidrocarburos a uno que aprovechara nuestros ingentes recursos naturales tamizados hacia energías limpias -mareomotriz, eólica, solar...- se constata en el imaginario colectivo majorero la hasta entonces aparentemente intrascendente presencia en nuestro territorio de torres de alta tensión que jalonaban nuestro territorio de norte a sur.

Tanto es así que esa toma en consideración sobre el escenario que presenta el inmenso tejido de acero sostenido de 66 kilovatios sobre grandes totems metálicos se recrudece con las nuevas autorizaciones que Red Eléctrica de España (REE) obtiene en 2016 para implantar 326 torres de nuevo cuño en Fuerteventura, que habrían de doblar la capacidad hasta entonces existente, tratando de situarla en 132 kilovoltios y doble hilo en gigantes brillantes de más de 30 metros de altura, con los que supuestamente alcanzar la plena cobertura energética en Lanzarote y en nuestra isla.

De este modo, los socialistas de Puerto del Rosario abogamos por la paralización de este proyecto que ampara la perpetuación de un modelo que está postergando el necesario cambio de paradigma energético, que debe imprimir la explotación de energías limpias en detrimento de las energías contaminantes que actualmente rigen la inmensa mayoría de los sistemas energéticos existentes en Canarias y, por ende, en Fuerteventura.

Los socialistas de Puerto del Rosario promulgamos la necesidad de sostener la lucha judicial en pos de potenciar la concienciación social majorera sobre el tránsito de las energías procedentes de combustibles fósiles a las limpias.

Los socialistas de Puerto del Rosario, igualmente, defendemos la sostenibilidad, en todas sus variantes factibles, como el objetivo irrenunciable para el desarrollo, en todos sus ámbitos, de Fuerteventura.

En Puerto del Rosario, a 9 de marzo de 2018



Comisión Ejecutiva Municipal de Puerto del Rosario