.- Mario Cabrera : Insularismo y Hemodinámica



No soy especialista, así que trataré de explicarlo como me lo han comentado los enfermos y yo he podido entender. Disculpen los posibles errores. Si usted sufre un accidente cardiovascular grave en Fuerteventura (un infarto, por ejemplo), tiene muchas más posibilidades de arrastrar secuelas durante el resto de su vida (en el mejor de los casos), que si lo sufre en Gran Canaria o Tenerife.

Un accidente cardiovascular en Fuerteventura, u otra isla no capitalina, implica (de nuevo en el mejor de los casos) el traslado rápido hasta el servicio de Urgencias del Hospital Insular.

Allí, si lo aconseja la correspondiente evaluación con electrocardiograma incluido, se aplicará una primera acción a través de la fibrinólisis. Para entendernos: inyectar un fármaco destinado a facilitar la circulación de la sangre por las venas y, en la medida de lo posible, luchar contra la necrosis o muerte celular que se deriva de la obstrucción. No obstante, el recurso a la fibrinólisis también conlleva riesgos añadidos para el paciente.

El fármaco permite poder alargar la espera hasta ser atendido en una unidad de Hemodinámica: que no existe en los hospitales de las islas no capitalinas.

Por lo tanto, el problema se complica cuando, tras la fibrinólisis, es necesario el traslado del paciente a la unidad de Hemodinámica del Hospital de referencia (en el caso majorero, a Gran Canaria) para realizar el cateterismo que permita localizar la posible obstrucción de la arteria y colocar el STENT (un mecanismo que mantiene abierta la arteria).

O bien intervenir con cirugía si las estrecheces de las arterias están en sitios muy delicados, y así facilitar que el flujo sanguíneo llegue al corazón infartado.

Los pasos son los siguientes. Desde los hospitales de las islas no capitalinas se llama a los de referencia en Tenerife y Gran Canaria para que autoricen el traslado…. Que (de nuevo en el mejor de los casos), se realizará a través de helicóptero. Lo que podría implicar, al menos, 4 o 5 horas hasta llegar al Hospital de referencia.

¿Saben lo que ocurre realmente? Pues que ese traslado no es inmediato (si por inmediato consideramos las 4 o 5 horas a que me refería). Sino que debe esperar a que haya camas libres en las respectivas unidades de Hemodinámica de los hospitales de Tenerife y Gran Canaria… un día… 48 horas… tres días… Hasta un máximo de 4 o 5 días nos dice Sanidad. Aunque varios pacientes nos han llegado a señalar esperas por el traslado de hasta 13 días.

Recordemos que cuanto antes se abra la arteria ocluida es mejor para el paciente: hay más posibilidades de que sobreviva. Además, las secuelas, si se practica el cateterismo de forma urgente, pueden ser mucho menores en infartos agudos.

Es decir, al riesgo inicial que se deriva de la aplicación de la fibrinólisis hay que sumar también el relacionado con la espera y el propio traslado. Por no decir de la angustia de pasar días esperando por una plaza en el Hospital de referencia, sabiendo que cada hora puede ser vital. Ahora bien. Pongámonos en el lugar de un paciente con una dolencia cardiovascular en Gran Canaria o Tenerife. Acude al respectivo servicio de Urgencias, se le diagnostica con un electrocardiograma y en el servicio médico correspondiente se le hace un cateterismo preventivo. En la mayoría de los casos, sin necesidad de recurrir a la fibrinólisis y sin asumir por lo tanto los riesgos que se derivan de ella. Y, por supuesto, en un tiempo mucho más reducido.

Si no hay camas disponibles en la unidad correspondiente, inmediatamente se le habilita una temporal en otra ubicación. Pero no se le deja en espera por el cateterismo durante días y días.

Ya digo que hablo a partir de lo que me comentan los propios enfermos y tras consultar también a especialistas. Seguro que he cometido muchos errores por mi afán de explicar el problema lo más claro posible.

Aún así, estoy seguro de que la diferencia entre días y horas es vital.

Hablamos de supervivencia, pero también de calidad de vida. Porque las secuelas derivadas de la espera durante días para recibir el tratamiento en el Hospital de referencia cuando haya plaza libre pueden ser irrecuperables.

Es imprescindible el funcionamiento de unidades de Hemodinámica en las islas no capitalinas. Pero hasta que estén abiertas, es urgente la activación de un protocolo que agilice de forma inmediata el traslado de los pacientes hasta los hospitales de referencia. Exactamente en las mismas condiciones que si el paciente procede de una isla capitalina.

Que a la distancia y la insularidad no tengamos que seguir sumando las complicaciones para acceder a una plaza en los Hospitales de referencia, simplemente porque venimos de otra isla.

El consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, ya ha demostrado de sobra su eficacia y disponibilidad para atender la demandas sanitarias de la islas no capitalinas.

Sólo en Fuerteventura, en menos de un año ha puesto en marcha el CAU de Gran Tarajal, el proyecto del búnker de Oncología, la ampliación del servicio médico de la ambulancia medicalizada de Morro Jable, la ampliación del Centro de Salud de Corralejo, y la contratación de varios especialistas médicos y bastantes profesionales sanitarios.

Y tenemos también el compromiso de financiar la Unidad de Hemodinámica en 2018.

Pero lo que planteó aquí no es tanto cuestión de recursos, sino de organización.

Mientras se pone en marcha Hemodinámica hay que reordenar el proceso de activación de recursos, los protocolos y las decisiones, para reducir los tiempos de espera y traslado. Para que los vecinos de las islas no capitalinas tengan las mismas opciones de acceso a este tipo de tratamientos que el resto.

En esta paridad nos va la vida.

Mario Cabrera González

Diputado del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura