Nereida Calero plantea medidas para difundir información sobre el significado y origen de los Bienes de Interés Cultural



La diputada del Grupo Nacionalista Canario (CC-PNC) por Fuerteventura, Nereida Calero, defendió en el Parlamento de Canarias la importancia del desarrollo de planes de salvaguarda de bienes muebles de edificios históricos o singulares.

Pero al mismo tiempo subrayó “la importancia de explicar y exponer la significación y hasta la implicación social de algunos de estos bienes muebles y también de los inmuebles”.

Propuso, a modo de ejemplo, que el Parlamento explicara claramente “que alberga como Bien de Interés Cultural, precisamente, bienes muebles que reflejan una interpretación machista, cosificada y dulcificada de lo que fue el sometimiento por la guerra y la violencia del pueblo aborigen”.

Recordó que “al asesino de gomeros, lo tenemos aquí poco menos que rindiéndole homenaje mientras recibe en propiedad a una niña como muestra de sometimiento… Y estaría bien que empezando por aquí, por este Parlamento, comenzáramos a explicar también esos significados”.

Sin despreciar los valores artísticos y patrimoniales de las obras, pero también sin olvidar su significación social, histórica “y hasta sangrienta”.

Se refirió también a la propuesta de colaborar con la Iglesia en la restauración de bienes de su propiedad que planteaba el PSOE, “cuando ya hemos visto la habilidad que sus altas esferas han desarrollado en las últimas décadas para inmatricular propiedades vecinales y particulares”.

“O invertir en la conservación de la herencia de las grandes familias terratenientes de Canarias, que durante siglos vivieron del sudor y la sangre de la mayoría del pueblo canario… y ahora nos plantean que salvaguardemos, protejamos y hasta restauremos con recursos públicos su patrimonio y el testimonio artístico de su poder”, en referencia a la iniciativa del PSOE.

De todas formas, Nereida Calero recordó que en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias actualmente en tramitación ya actualiza muchos aspectos relacionados con la protección de los Bienes de Interés Cultural. Pero quiso insistir en que, “al menos de vez en cuándo, al mismo tiempo que financiamos con recursos públicos una restauración de un palacio o una casa señorial, no estaría de más que también miráramos para los restos de las humildes chozas de barro de los que se dejaron la espalda sometidos al poder de los ricos”.

Porque  “la riqueza de unos, se sustentó muchas veces en el esfuerzo y hasta el sometimiento por la fuerza, por el hambre, por el temor… y en ocasiones hasta por la fé.. de los otros”.