Opinión: Canarias con Futuro por David Perdomo
09 de marzo de 2018 (10:57 h.)
David Perdomo, Presidente de Jóvenes
NC-Fuerteventura.
Por la temática que trata, he creído conveniente comenzar
este artículo con las palabras del novelista, ensayista y dramaturgo francés
Georges Beranos: “Cuando la juventud pierde entusiasmo, el mundo entero se
estremece”.
La juventud, además de ser una etapa vital en el desarrollo
personal del ser humano, es también una etapa esencial para la sociedad; los
jóvenes representan la esperanza en el legado que dejan y son el motor de
cualquier transformación social con el avance de los tiempos.
Nosotros, los compañeros y compañeras jóvenes de Canarias,
llevamos décadas padeciendo el desinterés y desánimo de los responsables
públicos a la hora de impulsar y desarrollar políticas inclusivas en juventud.
Dicho de otra manera: la juventud no está en la realmente en la agenda política
y social de nuestros gobernantes.
A pesar de haber presupuestos y empresas
públicas de juventud (que deberían desarrollar políticas sobre juventud), pocos
hemos visto de cerca sus efectos y a la mayoría, directamente, no les suena de
nada. Si a esa indolencia en Canarias le sumamos la enorme crisis económica,
territorial, social y moral del Estado, con la política como epicentro, es
comprensible que cada nueva generación de jóvenes esté más alejada de la
política que la anterior.
En cierta medida, algo así me ocurrió en un momento
determinado. Cuando veía las noticias me indignaba profundamente, pero no
pasaba de ahí. Aunque me ardían las ganas de cambiar todas las barbaridades que
escuchaba, no sabía cómo hacerlo, por dónde empezar, y todo lo que sonaba a
política me dejaba frío o, como poco, indiferente. Sin embargo, empecé a tener
claras algunas cosas:
- La primera fue la defensa de las políticas de juventud
como herramienta para alcanzar una sociedad con futuro, una sociedad donde los
jóvenes articulemos la sociedad del mañana con garantías. Por poner un ejemplo
actual: de nada sirve lamentarse de la violencia machista si dejamos que crezca
el índice de aceptación machista entre los jóvenes. Cuando intentamos hacer políticas para evitar alguna lacra social en
adultos, ya estamos llegando tarde. Es en los jóvenes y a través de los jóvenes
como se construye una sociedad mejor.
- La segunda fue el convencimiento de que un territorio
insular y frontera política del sur de Europa (la famosa Región
Ultraperiférica) debía ser tratado de una forma diferenciada y directa. Durante
los últimos años apenas escuché hablar a los diputados de los
partidos-franquicia del Estado elegidos en Canarias. Tampoco les oí defender
esta tierra en ningún momento. Y eso de hablar de solidaridad y unidad del
Estado está muy bonito, pero yo vivo aquí, igual que el resto de los dos
millones de personas que habitamos en Canarias permanentemente y no me sirven
excusas y palabras. Quiero ver hechos.
- Y la tercera, por no alargarme demasiado, fue partir de la
siguiente premisa: “Si quieres que algo cambie, empieza por hacerlo cambiar tú
mismo”. Mucho me indigné con el resto del mundo por no hacer nada, pero al
final con quien más indignado estaba era conmigo. ¿Qué había hecho yo? Pedía al
resto de la sociedad que hiciese algo que yo no hacía, debía empezar predicando
con el ejemplo.
Con todas esas cosas en mente y los años pasando mientras me
preocupaba y quejaba viendo que todo seguía igual, me fui implicando poco a
poco en el mundo de la política. Cada vez leía más noticias sobre política,
buscaba autores que escribieran sobre sociedad y política y aprendía, poco a
poco, cómo participar por mi cuenta, cómo aportar.
Por eso me afilié a Nueva Canarias, el único proyecto con visión
del territorio y el progreso de Canarias, que representa precisamente mis dos
motivaciones para entrar de forma activa en la participación política. En Nueva
Canarias y en sus órganos, con su presidente Román Rodríguez a la cabeza, he
encontrado el espacio y la comprensión necesarios para poder implicarme en
desarrollar auténticas políticas de juventud. Hechas por jóvenes, para jóvenes
y de acuerdo a los intereses de la juventud actual y futura.
En mi opinión, el principal objetivo de una política de
juventud es dar e incrementar en los jóvenes la capacidad de ser verdaderos
actores sociales, yendo más allá de las palabras y modificando su entorno
social, embarcándose en proyectos con personas que actúen juntas, formando un
colectivo eficaz, compartiendo una cultura y objetivos comunes. Y para eso,
para que ese espíritu de ciudadanía activa pueda florecer y madurar, hace falta
poder confiar en las instituciones como aliadas.
Y ese mismo camino que recorrí, espero que lo recorra gran
parte de la juventud de Canarias. Cada cual tiene sus expectativas, principios,
valores e ideas y actúa según ellos, pero la sociedad necesita una juventud
bien activa, capaz de transformarla y mejorarla, yendo más allá en la constante
lucha por convertir las conquistas en derechos. Más importante que la opinión o
postura política de cada cual, es el papel fundamental de la juventud en la
sociedad y los derechos sociales.