Por Luis
Manuel Santana Pérez, Pedro López Batista y Andrés Delgado Izquierdo Julio 2021 La Portada que muestra
las consecuencias meteorológicas tras el paso de un frente nuboso extenso, con
gavias majoreras plenas de agua precipitada. Observamos campos anegados que se
vuelven fértiles en una tierra sedienta. Gavias en las
proximidades de Morro Valdés, en Betancuria, visible al fondo. Foto: Pedro
López Batista, el 22 de febrero de 2010. Introducción Esta monografía es la
segunda de un compromiso personal para describir las características climáticas
de la sedienta tierra majorera en cinco capítulos. Hemos procurado escribir
este informe con lenguaje
sencillo y pedagógico, ya que va dirigido a toda suerte de lectores interesados
por temas ecológicos, en este caso, mostrando la encantadora belleza de Fuerteventura
y hemos querido insertar indirectamente conceptos meteorológicos e hidrológicos
muy utilizados en los medios de comunicación. Hagamos
una pregunta ¿qué sucede con la ansiada precipitación? Sabemos que el régimen
pluviómetro de Fuerteventura es siempre escaso. La isla tiene un relieve poco
acentuado y su proximidad al continente africano condiciona sus características
climáticas. Las situaciones barométricas que aportan cantidades de agua
destacadas son las invasiones de frentes nubosos e irrupciones de borrascas
atlánticas, situaciones poco frecuentes, por lo que sus efectos no se manifiestan
con notoriedad sobre toda la isla.
Las
condiciones meteorológicas propicias a depositar agua son “siempre bien
recibidas”. Las precipitaciones débiles, lloviznas o las “precipitaciones
ocultas” están estrechamente relacionadas con la elevada humedad ambiental transportada
por vientos septentrionales, unos vientos favorecidos por los afloramientos de
aguas profundas que los guían, cualidades climáticas gratas muy distintas a los
espacios continentales africanos de igual latitud.
Es importante
mencionar el agua de escorrentía recogida raras veces al año y su concentración
en superficies agrícolas. Las gavias y maretas constituyen
superficies anegadas en los aledaños de los cauces naturales del agua pluvial,
provocando la máxima infiltración, con el objetivo de proporcionar un nivel de
humedad que permita el cultivo en estos terrenos
áridos, donde de otra manera sería imposible obtener producciones agrarias. Los
principales cultivos tradicionales eran los cereales y granos; en los desagües
sobre los diques, para mejorar la estabilidad del muro, se plantan árboles
frutales (higueras…) o silvestres (tarajales, palmeras…).
La
iniciativa de estudiar las precipitaciones acaecidas este siglo es debida a un
motivo fundamental, actualizar la colección de estudios pluviométricos
instalados en las webs del Consejo Insular de Aguas de Fuerteventura (CIAF),
Agrolanzarote, Agro Cabildo y Museo de Ciencias Naturales (MUNA) de Tenerife.
Asimismo, se trata de atender la importante demanda de información meteorológica,
algo que queda demostrado en las conversaciones ciudadanas habituales sobre la
escasez de precipitaciones en agricultura, precipitaciones ocultas y cambio
climático, ejemplos de que estas temáticas incitan curiosidad en nuestros días.
Además, señalemos que el autor tiene
acceso a la abundante información climática insular y -por ello- no ha dudado
en realizar una guía de precipitaciones, digamos una especie de "diccionario ilustrado" donde expone
isoyetas medias, mapas barométricos, imágenes de satélite de los eventos lluviosos
notables acontecidos, tabla de efemérides, información estadística mensual,
trimestral y anual de las numerosas estaciones pluviométricas. Así como, el
tratamiento del conjunto global de las precipitaciones en lugares relevantes
mostrados en perfiles altitudinales de distintas zonas, de este modo comparamos
gráficamente regímenes pluviométricos anuales en el lapsusde varias décadas.
Se trata, por tanto, de un trabajo amplio
dividido en dos partes. La primera contiene las precipitaciones anuales medias,
exhibidas en mapas de isoyetas, así como las descripciones de las situaciones
barométricas que aducen precipitaciones intensas en lapsusde varios días. La segunda (como anexo) se
basa en un amplio tratamiento estadístico de las precipitaciones diarias captada
en pluviómetros Hellmann, así como las precipitaciones decaminutales
registradas en estaciones meteorológicas automáticas.
Este estudio pluviométrico es continuación de otras
publicaciones de la misma índole, expuestas en internet, pluviometría de Tenerife
1920 a 2010 (2011), precipitaciones siglo XXI en Tenerife (2020), análisis
sucinto de las precipitaciones en Lanzarote 1960 a 2016, las escasas lluvias
lanzaroteñas (2017), las precipitaciones de niebla en La Palma y Tenerife, enarenados
y precipitaciones de rocío en Lanzarote. También, un trabajo titulado ¿existe cambio pluviométrico en los últimos
40 años? (2012).
Los mapas de isoyetas anual y estacionales medias, tablas
de resultados estadísticos y gráficos se han trazado con la información
facilitada de estaciones meteorológicas de las redes pluviométricasdel Consejo Insular de Aguas de Fuerteventura
(CIAF), Investigaciones Agrarias (ICIA), Cartográfica de Canarias (GRACAN),
Agencia Estatal de Meteorología y una estación privada de Puerto del Rosario, con
distintas fechas de inauguración entre los años 1946 a 2020, se tratará por
tanto de mapas de isoyetas medias estimadas.
Las observaciones facilitadas por estaciones
meteorológicas son numerosas y es muy difícil asimilar sus valores estadísticos
de centralización. La presentación cartográfica de precipitaciones anuales
medias es un procedimiento didáctico apropiado para visualizar los contrastes numéricos.
Cada mapa esquemático va acompañado de una escala de colores que identifica los
intervalos pluviométricos, 25 mm presentación anual y 10 mm presentación
estacional. Las extensiones de las superficies cromáticas son recursos que
facilitan las distintas pluviosidades en las regiones majoreras en periodos
anual y estacionales.
Luis Manuel Santana
Pérez, físico, experto en meteorología y colaborador del MUNA, Museo de
Naturaleza y Arqueología