Un Escritor Vasco-Alemán en Fuerteventura (Fernando Aramburu Irigoyen )
13 de marzo de 2018 (11:09 h.)
por Ángel Díaz Arenas
Un refrán antiguo (San
Mateo), y muy utilizado en Castilla dice
“Muchos son los llamados y pocos los escogidos”, es decir, en una zona ni vasca
ni canaria. Conviene señalar que el que escribe
estas líneas es un antípoda de las Islas Canarias, ya que nació hace muchos
años también en una zona atlántica, pero –como dicho- lejana y antípoda de
Canarias: Santander (Cantabria), pero muy vecina y fronteriza del País Vasco, cuyos
ecos etarras[1]
vivimos y convivimos mucho tiempo y por tanto conocemos bastante bien sobre
todo a los que hemos leído y trabajado libros que tratan el tema como el del ya
difunto Cristóbal Zaragoza titulado Y Dios en la última playa.[2]
1. Un cántabro ante el mundo
Sin embargo, entre tantas zonas vistas y
visitadas en una larga y algo ajetreada vida (Varadero, Punta Cana, Cancún,
incluso playas de la oriental y lejana Taiwan) fue a parar un día (acompañado
de su esposa Birgit y su hijo Daniel) en Las Palmas de Gran Canaria y algún
tiempo más tarde y de “rebote“ en Fuerteventura y esto no para
presentar libros y hablar de literatura, sino como buen fondista a esas
espléndidas playas y zonas “jables” (del francés “sable”) que van
desde Morro Jable a Costa Calma. Y como buen maratoniano paciente y amante de
las largas hileras no sólo de chopos, viñas y frondosos maizales (Baviera está
plena), sino de letras bien hilvanadas, es decir, de los libros y por esas
cosas que pasan filólogo (especialista en literatura y lingüística) se le
ocurrió un día escribir un libro sobre ese poeta canario tan olvidado y
desconocido no sólo en su “patria chica“ (Tenerife), sino en el mundo,
escrito que lleva por título Agustín Espinosa: El primer Surrealista Español
(Vida, destino y obra)[3],
mostrando y aclarando sus cubiertas lo siguiente:
Sin
embargo, esta tarea no cesa aquí, sino que abarca –mirando hacia el pasado
histórico- a Miguel de Unamuno y su estadía (no nos
engañemos, poco vacacional y estival) en Fuerteventura[4], lo que hicimos en nuestra «“Casa-Museo Unamuno (Fuerteventura: Islas Canarias)”,
texto en el que presentamos el soneto titulado “Las agonías insulares de Miguel de Unamuno”[5]:
Oh fuerteventurosa isla africana
sufrida y descarnada cual camello,
en tu mar compasiva vi el destello
del sino de mi patria. Mar que sana
con su sonrisa grave y casi humana
y cambia en suave gracia el atropello
con que un déspota vil ha puesto el
sello
de su barbarie moribunda y vana;
Roca sedienta al sol, Fuertevenventura,
tesoro de salud y de nobleza,
que te libre el Señor de toda hartura,
pues del santo caudal de tu pobreza
para la España de mafiana, pura,
he de sacar espiritual rique.
2.
Sebastián Martín y sus Sentimientos bajo la Piel
De
modo que en esas aventuras escriturales en algún momento recurrí a la
colaboración de Sebastián Martín[6]
(para los amigos nombrado “Chano“) que con fecha de 29.01.2018 me
escribió para comunicarme: «Estimado Ángel: Igualmente te comento que
se ha publicado el pasado 24 de Enero mi libro de poesías Sentimientos bajo
la Piel[7],
del cual me gustaría hacerte llegar un ejemplar y si lo consideras válido me
gustaría que me hicieras un crítica del mismo que de tu profesionalidad, sea
positiva o negativa la recibiré con gusto. Un abrazo. Sebastián Martín».
Envío que me llegó por
correo certificado con fecha del sábado 10 de febrero de 2018. El resultado de
mi tarea (“A lo hecho pecho”) se titula:
«Sebastián José Martín Yánez: Sentimientos bajo la Piel»[8];
un Sebastián Martín que al recibir mi breve escrito sobre su poemario me
contestó con fecha del 15.02.2018:
«Estimado Ángel: Antes que nada gradecerte
por tu crítica, la cual ha interpretado bastantes cosas de lo que quise decir
en mis poemas». Un ejemplo de mi escrito se titula «Mentiras» (pág. 48) y su
textualidad expresa:
Me
dices que me amas
Te digo que te quiero
Para qué decirnos esto
Si
nuestros sentimientos
Dicen
que no nos queremos
Y lo
que realmente nos une
Es el deseo.
3.
“Fuerteventura
– Aramburu - ‘Patria’“
Pero
hace algún tiempo y consultando las noticias digitales de Sebastián me encontré
con una nota que se titula “Fuerteventura.- Aramburu en ‘El escritor y
tú’ reúne a numeroso público interesado por la novela ‘Patria’“[9],
cuya nota expone brevemente: «El aula del Centro Bibliotecario
Insular se llenó este martes, día 21 de marzo, de público que no se quiso
perder la intervención de Fernando Aramburu en el encuentro de “El escritor y tú“, organizado por el
Cabildo de Fuerteventura. El escritor hizo un repaso a su vida literaria desde
sus comienzos y la andadura que le hizo ir a residir en Alemania. Igualmente
comentó que aprendió a dominar el español
durante 7 años al mismo tiempo que aprendía alemán, tiempo en el cual no
publicó ninguna novela.
Aramburu dio algunas claves de Patria, una
novela ambientada en los años de plomo del País Vasco y con dos familias amigas
que acaban separadas y enfrentadas por la sombra de la banda terrorista ETA. El
encuentro de El escritor y tú contó además con la asistencia del presidente del
Cabildo, Marcial Morales, y del consejero de Cultura, Juan Jiménez». De modo
que al leer esta breve nota este cántabro (sin Señas de identidad y eso
que en su día trató al ya difunto Juan Goytisolo) le escribió a Sebastían en
fecha muy reciente (Múnich, lunes 5 de marzo de 2018) lo siguiente: «Hace algún
tiempo vi una nota tuya sobre el escritor vasco residente en Hannover, Fernando
Aramburu Irigoyen, sobre quien tengo algunos materiales. Ya sabes, si te hace
falta algo me lo dices. Un abrazo de Ángel». Sólo algunas horas más tarde me
escribió las siguientes palabras: «Me puedes enviar materiales del escitor
vasco, ya sabes que los publicaré en la medida de mi tiempo libre. Un Abrazo.
Sebastián».
3.1.
Aramburu - ‘Patria’
Ahora
bien, quien escribe estas líneas al leer este apellido “Aramburu” y sobre todo
el título de un libro que dice ‘Patria’ se quedó bastante asombrado por
no decir perplejo, él que ha leído libros (entre numerosos del género) como El
Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio (Roma, 4 de diciembre de *1927), Los
cipreses creen en Dios (1953), Un millón de muertos (1961) y Ha
estallado la paz (1966), trilogía perfecta de José María Gironella Pous
(Darnius, Gerona, 31 de diciembre de 1917-Arenys de Mar, provincia de
Barcelona, 3 de enero de 2003), Tres días de julio (1967) de Luis Romero
(Barcelona, 1916-4 de febrero de 2009), La ciudad de los prodigios
(1986) de Eduardo Mendoza (Barcelona, 11 de enero de *1943), La familia de
Pascual Duarte (1942), San Camilo 1936 (1969), Oficio de
tinieblas 5 (1973) o bien Mazurca
para dos muertos (1983) de Camilo José Cela[10]
(Iria Flavia, Padrón, La Coruña, 11 de mayo de 1916-Madrid, 17 de enero de
2002); sin olvidar libros claves como Autobiografía de Federico Sánchez
(1977) o Federico Sánchez se despide de ustedes (1993) de Jorge Semprún[11]
(Madrid, 10 de diciembre de 1923–París, 7 de junio de 2011) y evidentemente los
del gran maestro moderno (aunque prematuramente muerto) Manuel Vázquez
Montalbán (Barcelona, España, 14 de junio de 1939-Bangkok, Tailandia, 18 de
octubre de 2003) y sus grandes libros: Asesinato en el Comité Central
(1981), Crónica sentimental de la transición (1985), Los demonios
familiares de Franco (1987), Galíndez (1990), Autobiografía del
general Franco (1992), Sabotaje olímpico (1993), Pasionaria y los
siete enanitos (1995), La aznaridad (2003), etc.[12];
sin olvidar unas Herrumbrosas lanzas (1998) de Juan Benet Goitia
(Madrid, 7 de octubre de 1927-5 de enero de 1993) a quien por última vez
encontramos y conversamos con él en las “Caballerizas” de la UIMP (Universidad
Internacional Menéndez Pelayo) de Santander. Buen viaje Juan.
3.1.1. ¿Fernando
Aramburu Irigoyen?
Por
esta razón cuando supimos de la publicación del libro titulado Patria[13],
con un título tan rimbombante y sonoro e incluso con sombras nacionalistas (su
autor un vasco) nos interesamos por saber quién era y es su autor y aprendimos
que Fernando Aramburu Irigoyen (San Sebastián, *1959) es un poeta, narrador y
ensayista español. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de
Zaragoza (1982). Participó en San Sebastián, su ciudad natal, en la fundación
del Grupo CLOC de Arte y Desarte, que entre 1978 y 1981 editó una revista e
intervino en la vida cultural del País Vasco, Navarra y Madrid con propuestas
de índole surrealista y acciones de todo tipo caracterizadas por una mezcla
particular de poesía, contracultura y sentido del humor. Desde 1985 reside en
Alemania, donde ha impartido clases de lengua española a descendientes de
emigrantes.
En 2009 abandonó la docencia para dedicarse exclusivamente a la
creación literaria. En 1996 publicó Fuegos con limón, novela basada en
sus experiencias juveniles con el Grupo CLOC (según Aramburu: «el ruido que
hacen los garbanzos cuando caen desde un octavo piso sobre las cabezas huecas
de los transeúntes»). Ganó el Premio Tusquets de Novela en 2011 por Años
lentos. Sus libros han sido traducidos a diversos idiomas. Colabora con
frecuencia en la prensa española. En 2016, publicó la novela Patria, que
supuso un éxito de crítica y público y por el que obtuvo en 2017, el Premio de
la Crítica, el Premio Nacional de Literatura, y el Premio Francisco Umbral al
Libro del Año. También ha cultivado el género del aforismo, especialmente en
las páginas del diario El País. Félix Viscarret adaptó al cine la novela
El trompetista del Utopía con el título de Bajo las estrellas
(2007). Esta película ganó dos Premios Goya.
La novela Patria se
convertirá en serie televisiva. Su obra se divide en varios géneros y pueden
presentarse VII grupos del modo siguiente: I) Novelas: Fuegos con limón
(1996), Trilogía de Antíbula: 1) Los ojos vacíos (2000), 2) Bami sin sombra (2005) 3) La gran
Marivián (2013), El trompetista del Utopía (2003), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años
lentos (2012), Ávidas pretensiones (2014) y Patria (2016);
II) Libros de cuentos: No ser no duele (1997), El artista y su
cadáver (2002: textos breves de contenido diverso, bromas surrealistas y
microrrelatos), Los peces de la amargura (2006: relatos centrados en las
víctimas del terrorismo de ETA), El vigilante del fiordo (2011); III)
Ensayos: Las letras entornadas (2015); IV) Narrativa infantil: El
ladrón de ladrillos (1998: cuento), Mariluz y los niños voladores
(2003: cuento), Vida de un piojo llamado Matías (2004: novela), Mariluz
y sus extrañas aventuras (2013: tres cuentos); V) Poesía: El librillo
(1981: poemas para niños), Ave Sombra/Itzal Hegazti (1981:
edición bilingüe español/euskera), Bruma y conciencia/Lambroa eta
kontzientzia (1977-1990) (1993: edición bilingüe español/euskera), El librillo
(1995: poemas para niños), Yo quisiera llover (2010: selección de poemas
por Juan Manuel Díaz de Guereñu); VI) Traducciones: El brezal de Brand de
Arno Schmidt (2006), Montauk de Max Frisch (2006), Obras
completas de Wolfgang Borchert (2007), Hermanos de sangre de Ernst
Haffner (2015), La matanza de Rechnitz. Historia de mi familia de Sacha
Batthyany (2017); y VII) Libros colectivos: Nocturnario (2016: libro
colectivo con collages de Ángel Olgoso en el que 101 escritores
hispanoamericanos aportaron un texto para acompañar cada una de las imágenes.
Los Premios que ha obtenido hasta el 2017 son los siguientes: Premio Ramón
Gómez de la Serna 1997, Premio Euskadi 2001, Premio Mario Vargas Llosa NH (por Los
peces de la amargura) 2007, Premio Dulce Chacón (por Los peces de la
amargura) 2007, Premio Real Academia Española (por Los peces de la
amargura) 2008, Premio Tusquets de Novela (por Años lentos) 2011,
Premio de los libreros de Madrid (por Años lentos) 2012, Premio
Biblioteca Breve (por Ávidas pretensiones) 2014, Premio Ramón Rubia (por Patria) 2016,
Premio Francisco Umbral al Libro del Año al libro del año (por Patria)
2017, Premio de la Crítica (por Patria) 2017, Premio del Club Internacional de la Prensa
(por Patria) 2017, Premio Euskadi
de Literatura en castellano (por Patria) 2017, Premio Nacional de
Narrativa (por Patria) 2017.
3.1.2.
¿Qué cuenta Patria?
La
sinopsis editorial que realiza Tusquets para presentar este libro dice: «El día
en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio
para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas,
que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la
acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia?
¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido,
cuando volvía de su empresa de transportes?
Por más que llegue a escondidas, la
presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de
su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un
terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó
entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos
tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones
inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de
sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de
la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota
por el fanatismo político».
Libro sobre el que cuenta (chismorrea)
Miriam Beizana en su «“Patria”, de Fernando Aramburu»[14] (respetamos su escritua): «Título: Patria. Autor: Fernando Aramburu. Género:
Narrativa. Fecha de su composición: 2016. Edición: 1ª Ed. Tapa Blanda.
Editorial: Tusquets. Número de páginas: 650. Era de lágrima fácil aquel hombre,
y aunque las fotos no lloran, yo ya me entiendo. (…). Patria nos habla
de una época oscura en la historia del mundo. O más bien, de cómo dos familias
vivieron el terrorismo de ETA desde dos perspectivas diferentes.
Bittori visita
muy a menudo la tumba de su marido el Txato. Miren acude a la cárcel (otra
tumba, tal vez) a ver a su hijo Joxe Mari que formó parte de la lucha armada
por la liberación de Euskal Herria. Mientras tanto, las respectivas familias se
envuelven entre el pasado que las llevó hasta ese punto y el futuro que no es
demasiado esclarecedor. Porque sí, Bittori y Miren eran inseparables. Y el
Txato y Joxian (padre del terrorista, marido de Miren) eran uña y carne. Pero
un disparo en un día lluvioso ha quebrado mucho más que el cráneo de un hombre.
Ha quebrado sus vidas enteras.
Tienes que leer Patria. Es un libro sobre la
ETA. En realidad esa descripción no es cierta. Patria es una novela que
abarca demasiado para poder resumirlo. Tal vez sea una de las obras más
difíciles de reseñar de las que he leído durante este año. Pero me la
recomendaron hasta la saciedad, las críticas las elogiaban, era el gran
fenómeno literario, una obra de culto. Recuerdo que lo cogí recelosa, con
cierta pereza. Lo abrí y leí el primer párrafo. Y entendí por qué maravillaba
tanto: „Ahí va la pobre, a romperse con él. Lo mismo que se rompe una ola en
las rocas. Un poco de espuma y adiós. ¿No ve que ni siquiera se toma la molestia
de abrirle la puerta? Sometida, más que sometida“. Es en esa sencillez, en esa
sutileza tan compleja, donde reside el encanto, la magia y la grandiosidad de Patria.
En esto y en mucho más. Porque entre sus más de seiscientas páginas he perdido
la fe en la humanidad millones de veces, para volver a recuperarla al capítulo
siguiente. Es un vaivén de verdades como puños, de hipocresía, del grito de un
pueblo que luchaba por liberarse de los que decían llamarse liberadores. Mas no
nos equivoquemos: no todo es tan sencillo, nadie tiene la razón absoluta. Hay
dolor en todas partes, y razones de peso también. Casi podríamos decir que no
sabemos nada de lo que significaba ese conflicto vasco (como si no fuera
nuestro propio conflicto).
Tampoco el libro de Fernando Aramburu nos
esclarecerá todo el camino, pero sí una gran parte. Lo que más puede llegar a
impactar es el tipo de narrativa. Está escrito desde los puntos de vista de los
diferentes personajes (muchos personajes, muchas historias, muchas vidas, tantas
‘Patrias’) entremezclando la primera y la tercera persona, tropezándonos
con diálogos en cursiva, con expresiones coloquiales que rompen la armonía.
Está plagado de honradez. Sí, llamémosle honradez. Palabras. No hay manera de
quitárselas de encima. No le dejan a una estar verdaderamente sola. Plaga de
bichos molestos, oye. Debería abrir las ventanas de par en par para que salgan
a la calle las palabras, los lamentos, las viejas conversaciones triste
atrapadas entre los tabiques del piso deshabitado. „—Te recuerdo que mi cuñado
tiene nombre. —No lo trago. —Enrique,
si no te importa. —Para mí se llama Nolotrago“.
Unido a esto, nos encontramos
con una estructura totalmente rota. El tratamiento del tiempo no tiene un orden
aparente, es caótico. Casi sabemos desde un primer momento lo que ha sucedido:
que el Txato, el marido de Bittori, el padre de Xabier y Nerea, ha sido
asesinado por la ETA. Que Miren, la mujer de Joxian, el mejor amigo del Txato,
cuida a su hija Arantxa que se ha quedado en una silla de ruedas y apenas puede
moverse, que su hijo Gorka ya no vive en el pueblo, que su hijo mayor Joxe Mari
está en la cárcel por terrorista. Y qué orgullo, y qué fuerza, y qué coraje.
Miren, aquella mujer que hablaba en español y asistía a misa, tan solo defenderá
el euskera y a la ETA como víctima en lugar de verdugos. Pero de pronto Joxe
Mari todavía no está en prisión. Es libre y va a las manifestaciones y hace
algunas pintadas. Nerea se va a Londres con su marido para intentar salvar su
matrimonio. Arantxa también es libre de su cuerpo y se va de vacaciones con su
hija a Mallorca. Y el Txato todavía no ha muerto, pero recibe amenazas de ETA y
el pueblo le responde con silencio.
ETA, organización armada para la revolución
vasca, se dirige a usted para reclamarle la entrega de veinticinco millones de
pesetas en concepto de aportación al mantenimiento de la estructura armada
necesaria en el proceso revolucionario vasco hasta la independencia y el
socialismo. De acuerdo con los datos reunidos por los servicios de información
de la organización, etc. A unos les salen los hijos terroristas. A mí me ha
salido médico.
Entonces, Joxe Mari es un héroe para muchos porque ser
terrorista es tener valor. Su madre, Miren, está orgullosa. El pueblo, los
vecinos, la apoyan, la ayudan, le dan dinero, le regalan algunas manzanas y
verduras de más en el mercado. Joxian, en cambio, no comparte la alegría por
tener a su primogénito en la ETA. Arantxa lo repudia, pero en su minusvalía su
poder de denuncia es muy limitado. Bittori, en cambio, la viuda, a la que le
han arrebatado todo, debe irse del pueblo porque incomoda, porque es peligrosa,
porque le han matado a su marido pero la culpa es suya.
Una familia que se
sienta a cenar atrofiada por la vergüenza de tener un hijo homosexual. No
podías ser como tu hermano, que lucha, que está en la ETA, que nos enorgullece.
Xabier, el hijo del Txato, médico, que tiene que atender las heridas que los
terroristas (esos que mataron a su madre) sufren de la mano de las autoridades.
Hay silencio. Los verdugos se convierten en mártires. Pero no, no hay ni
siquiera libertad para llorar a los muertos. Tú tienes tu cárcel, yo tengo la
mía. La mía es mi cuerpo. Me ha caído cadena perpetua. Tú saldrás un día de tu
cárcel. No sabemos cuándo, pero saldrás. Yo no saldré nunca de la mía. Hay otra
diferencia entre tú y yo. Tú estás allí por lo que hiciste. En cambio, ¿qué he
hecho yo para merecer mi condena?
Vidas, vidas, vidas. Sentimientos.
Desgarradores. Furia, desesperanza e incomprensión. La verdad de un pasado que
derrumbó los cimientos de cientos de miles de familias. Patria es una
radiografía fascinante y única, plagada de matices, de ideas, de crítica
social, de costumbrismo. Sí, Patria habla sobre la ETA. Pero también
sobre ser madres, sobre ser madres, sobre la enfermedad, sobre la juventud,
sobre la literatura, sobre la homosexualidad, sobre los gatos, sobre la Iglesia
y sobre dos familias que paseaban juntas comiendo polos de helado al escaso sol
del pueblo. Un pueblo que, años después, sería su mismo infierno. Por favor,
leedla. Porque por este tipo de novelas existe y existirá siempre el amor por
la literatura. Es imprescindible. „—Tú lee todo lo que puedas. Reúne cultura.
Cuanta más, mejor. Para que no caigas al agujero en el que están cayendo muchos
en este país.“»[15]
Es evidente que esta nota de
presentación lectorial es muy superficial y subjetiva y que esta Miriam
cuenta lo que ella sabe y comprende y es a esa dimensión que se limitan sus
opiniones: algo para amigos y amiguetes y para comentar tomando el café. Pero
es una nota. No anima a leer el libro, pero tal vez sí diga que existe.
Así
que antes de seguir perdiendo el tiempo nos vamos a la pluma de un canario para
ver algo de lo que cuenta (esperemos que haya leído a Agustín Espinosa, sino ya sabe donde informarse) que se llama
Juan Cruz en su «Premio Nacional de Narrativa: “Fernando
Aramburu, premio Nacional de Narrativa por ‘Patria’“. El jurado destaca de la
obra galardonada “la
voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País
vasco“»[16],
un Cruz que sólo empezar se va por la anécdota; veamos: «Cuando lo buscaron
para decirle que había ganado el Premio Nacional de Narrativa, Fernando
Aramburu (San Sebastián 1959) andaba paseando con su perra Luna en Hannover, la
ciudad alemana adonde se fue enamorado hace veinte años.
A Luna la llamo/ó
(pretérito) así su hija menor y ahora está delicada de una pata, tanto que el
autor de Patria, la novela publicada por Tusquets con la que ha
alcanzado este galardón, en lugar de pasearla, tiene que llevarla en brazos.
Por eso no estaba en casa y tuvo que esperar más de la cuenta hasta saber que,
casi por unanimidad, este libro que ya premiaron la crítica, el jurado del
Umbral al libro del año, la prensa internacional e incluso el medio audiovisual
(será la primera serie de HBO España), lo ha distinguido el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte. Patria es la historia metafórica de los años más
oscuros de Euskadi, un libro centrado en un lugar simbólico de todos los sitios
que sufrieron esas décadas de dolor.
Con un estilo que prolonga Los peces de
la amargura (2006), su libro de relatos sobre el mismo asunto, Aramburu
aborda las raíces en las que se asientan el odio y la maldad sembradas por ETA
como factor principal de las desgracias de cuya realidad se nutre esta
importante ficción. Aramburu, que narra con la precisión que habla (“¡soy
de Donosti!“), dedicó más tiempo este mediodía a dolerse de la salud de su
perra que a comentar el galardón. En su novela está esa precisión camusiana que
la crítica reconoce en su estilo. Es difícil imaginar que cambie con los
premios.
Así que recibió la noticia, la celebró como algo grande y se alegro/ó
[por favor acento: Vd. no es de Donosti] también por los libreros y por sus
editores. Juan Cerezo, su editor, se llevó una alegría que, dijo Aramburu, se
merece en lugar preferente». Ignoramos si el libro es bueno, regular o malo,
pero después de lo que hemos leído y conociendo muy bien el tema de ETA
imaginamos que nos quedaremos con las desganas. Eso sí, si tenemos tiempo,
salud y ánimos, volveremos al Guggenheim de Bilbao, visitaremos La Concha de
San Sebastián (las playas de Castro) y beberemos un Chacolí o txakolin.
4. Cierre
Gracias Sebastián por animarme e invitarme a escribir
esta nota. Pero temo que a España no sólo le va mal en la política y economía,
sino también en la cultura y sobre todo la literatura. Ahora comprendo que uno
de los máximos poetas españoles de la actualidad me escribiera hace poco: “El mundo
editorial español -consecuencia de la crisis- es una catástrofe que puede
llevarse muchas cosas por delante: entre ellas, la cultura y las colecciones de
estudios y ensayos. (...). Un fuerte abrazo, Jaime”.
[1] Recordemos
que la abreviatura ETA significa Euskadi Ta Askatasuna —expresión en
euskera traducible como «País Vasco y Libertad»—, que fue una
organización terrorista nacionalista vasca que se proclamó independentista,
abertzale, socialista y revolucionaria. Actualmente está inactiva tras el
anuncio del «cese de su actividad armada» en 2011. Desde la creación de la
primera ETA han existido diferentes organizaciones con el mismo nombre surgidas
como resultado de diversas escisiones, coexistiendo en varias ocasiones algunas
de ellas. Sus objetivos prioritarios eran la independencia de Euskal Herria de
España y Francia y la construcción de un Estado socialista; y para alcanzarlos
utilizaron el asesinato, el secuestro, el terrorismo y la extorsión económica
tanto en España como, ocasionalmente, en Francia, en lo que denominan «lucha
armada». Fundada en 1958, durante la dictadura franquista, tras la expulsión de
miembros de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cometió
su primera acción violenta en julio de 1961. Inicialmente, contó con el apoyo
de parte de la población, al ser considerada una más de las organizaciones
opuestas al régimen. Tras el proceso democratizador iniciado en 1977, al cual
una parte no se incorporó, fue perdiendo apoyos públicos. Sus actos fueron
condenados y calificados de terroristas por la inmensa mayoría de las fuerzas
políticas y sociales desde la aprobación del Estatuto de Gernika en 1979 hasta
la actualidad.
[2] Cristóbal
Zaragoza (Villajoyosa, Alicante, 4 de marzo de 1923-Orba, Alicante 25 de
febrero de 1999): Y Dios en la última playa, (Barcelona, 1981).
Editorial Planeta. Libro que estudiamos y analizamos en nuestro Las Perspectivas
Narrativas. Teoría y Metodología, (Kassel, 1988). Edition Reichenberger y
asimismo en Introducción al análisis narratológico: «El Fugitivo» de A. Faus,
(Kassel, 1995). Edition Reichenberger.
[4] Leamos a Juan Cruz en su «Destierro
en Fuerteventura»
[en: El País. Cultura, (Madrid, 22 de abril de
2016)], escrito cuyas primeras frases dicen escuetamente: «El siglo
XX fue cruel con Unamuno. Fue desterrado (de Salamanca a la isla canaria de
Fuerteventura, en 1924), por la dictadura de Primo de Rivera. Fue desposeído
del rectorado de Salamanca por la República de Azaña, a la que zahirió. En 1936
Franco lo sedujo; pero luego, cuando el viejo rector se enfrentó a Millán
Astray y éste despreció su inteligencia, el vasco que siempre estuvo contra
esto y aquello, contra “los hunos y los hotros”, se quedó solo y perseguido
hasta por la muerte. El último día del 36 lo oyó respirar por última vez».
[8] Ángel Díaz Arenas: «Sebastián José
Martín Yánez: Sentimientos bajo la Piel», en: Fuerteventura Digital y
Noticanarias, (Fuerteventura, Puerto Rosario, jueves 15 de febrero de
2018). Fuerteventura Digital: http://www.fuerteventuradigital.net/2018/02/critica-al-libro-sentimientos-bajo-la.html y Noticanarias:
http://www.noticanarias.com/critica-al-libro-sentimientos-bajo-la-piel-de-sebastian-jo
se-martin-yanez/.
[10] Véanse sus Teoría y Práctica
Semiótica: I: Revisión Interdisciplinaria y II: Aproximación
pragmática a la obra de Camilo José Cela, (Kassel, 1990). Edition
Reichenberger, «De “Pascual Duarte” a “Madera de boj”. Catorce
pasos hacia la modernización de la novela (I)», en: Anuario de Estudios
Celianos 2008-2009, (Madrid, 2010), págs. 7-107. Fundación Camilo José Cela
y Universidad Camilo José Cela, sin olvidar su final Camilo José Cela y su
novelística: de “Pascual Duarte” a “Madera de Boj”. Catorce pasos hacia la
modernización de la novela), (Frankfurt am Main, 2017). Peter Lang Edition.
[11] Consúltense nuestros «Que
nos quiten lo bailado». Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge
Semprún, (Berlín, 2009). edition tranvía y Fin de ‘El largo viaje’ de
Jorge Semprún: Vida, obra, méritos, familia, Santander, exilio, textos,
premios, lenguas y voces, (Frankfurt am Main, 2016). Peter Lang Edition.
[12] Véanse nuestros libros Introducción
a la lectura de la obra narrativa de Manuel Vázquez Montalbán, (Kassel, 1995). Edition
Reichenberger, Quién es Quién en la obra narrativa de Manuel Vázquez
Montalbán, (Kassel, 1997). Edition Reichenberger y La nueva fisiología
del gusto (según Vázquez Montalbán): Paseo gastronómico de la mano de Pepe
Carvalho, Sánchez Bolín y Biscuter, (Madrid, 2017). Editorial Verbum.
[16] Juan Cruz (Puerto de la Cruz,
Tenerife, 27 de septiembre de *1948):
«Premio Nacional de Narrativa: “Fernando Aramburu, premio
Nacional de Narrativa por ‘Patria’“. El jurado destaca de la obra galardonada “la voluntad de escribir una
novela global sobre unos años convulsos en el País vasco“», en: El País.
Cultura, (Madrid, 17 de octubre de 2017).