El zifio de Couvier varado hace diez años en Gran Tarajal se levanta desde hoy sobre el litoral que lo vio morir

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La muerte de estos cetáceos de aguas profundas se ha asociado al uso de potentes sónares utilizados en las maniobra navales militares desarrolladas frente a las costas majoreras




17 de marzo de 2015



El zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) de 5,5 metros de largo que apareció muerto en abril de 2005 en Roque Negro, junto al Faro de La Entallada, luce desde hoy muy cerca de donde se produjo su varamiento. Su esqueleto ha sido restaurado y montado a modo de escultura en la avenida marítima Paco Hierro de Gran Tarajal, incorporándose así al proyecto de la Senda de Los Cetáceos, que impulsa el Cabildo de Fuerteventura desde la Consejería de Medio Ambiente.



La consejera del área, Natalia Évora, el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, y Manuel Carrillo como director de la Fundación Canarias Conservación, que se encarga de materializar este proyecto desde sus inicios, acudieron al montaje de la escultura que ha sido instalada junto a la entrada del muelle de la localidad, contando también con la colaboración del Ayuntamiento de Tuineje.



"Con la Senda de los Cetáceos nos remontamos al lamentable episodio de los varamientos que tuvieron lugar hace más de diez años como consecuencia de los sónares utilizados en las maniobras militares de aquel entonces, y que en su momento hicieron tanto daño a los cetáceos que viven aquí en estas aguas, tan cerca de nosotros", valoró Natalia Évora.



Mario Cabrera se refirió al sentido divulgativo y de concienciación de este proyecto que suma esta cuarta escultura a las tres ya repartidas por toda la Isla. "Lo que en un principio comenzó como un símbolo de protesta, y que sirvió para establecer medidas internacionales para proteger nuestros valores marinos, hoy demuestra que es posible convivir con las especies marinas que habitan en nuestras aguas. Este parque escultórico natural se extiende desde el norte hasta el sur de Fuerteventura, y seguirá creciendo para mostrar estos mismos valores a la población local y a los millones de turistas que nos visitan".



Manuel Carrillo explicó las características del zifio de Couvier, "una especie tan valiosa y rara que no tiene un nombre científico común, sino el de la persona que la descubrió. Este ejemplar en concreto ha podido ser recuperado tras un largo proceso e incorporarlo a un proyecto que comenzó en el año 2000, y que por tanto ya cumple quince años".



El Cabildo de Fuerteventura se encuentra desarrollando el Plan de Trabajo de la Senda de Los Cetáceos 2015, que contempla la reparación de las esculturas dañadas –la más antigua fue instalada en 2003-, la incorporación de nuevos esqueletos a la exposición, y la instalación de una serie de paneles interpretativos en varios idiomas en todas las localizaciones que acogen esqueletos de cetáceos restaurados.



Las próximas incorporaciones a la Senda de los Cetáceos están previstas para las próximas semanas. Este mismo mes de marzo se colocará en el Centro de Interpretación del Parque Natural de Isla de Lobos el calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) de 5 metros de longitud que apareció muerto en 2009 en este mismo islote, junto al Faro de Martiño.



A continuación, le llegará el turno a otro zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), de 6,5 metros, que se instalará en El Cotillo en una ubicación a determinar de común acuerdo con el Ayuntamiento de La Oliva, una vez se consigan los permisos necesarios. Este ejemplar es el de mayor tamaño que se conoce desde que se registran y estudian los varamientos de cetáceos en Canarias. Apareció varado en Puerto del Rosario en el año 2004, y su muerte coincidió con la de otros cuatro ejemplares de esta especie en julio de ese mismo año, todas ellas asociadas a las maniobras navales militares internacionales 'Magestic Eagle 04'.



Con respecto a las restauraciones de los esqueletos dañados, la actuación más importante de este plan será la reparación in situ del cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros ubicado en la avenida de Solana Matorral, en Morro Jable, en la zona de césped situada junto al Saladar de Jandía. Tras nueve años de exposición, este ejemplar había registrado importantes daños por distintas causas como temporales, extracciones vandálicas de dientes, o incluso roturas por balonazos de las personas que practican deporte en la zona.





La Senda de los Cetáceos recupera el recuerdo de todos estos grandes y longevos mamíferos marinos que aparecen muertos en las costas de la Isla por diferentes causas -naturales, maniobras militares, colisiones…-,  brindando al mismo tiempo la oportunidad de reivindicar y concienciar sobre la riqueza y la biodiversidad de los mares de Canarias, dar a conocer las circunstancias en que murieron, explicar el increíble valor natural que tienen los cetáceos en Canarias, y especialmente en aguas de Fuerteventura y Lanzarote, una de las localizaciones más importantes del mundo para la supervivencia, estudio y conservación de estos animales.



15 años de Senda de Los Cetáceos



El inicio de La Senda de los Cetáceos se remonta al 18 de abril del año 2000, con el varamiento en la costa de Majanicho (La Oliva) de una hembra de rorcual común (Balaenoptera physalus) de 19,5 metros de longitud. El esqueleto de este gigante fue recuperado y recompuesto a modo de escultura en Las Salinas del Carmen, donde ha permanecido expuesto desde el año 2003.



Este fue el primero de los tres cetáceos que han sido expuestos de manera permanente en distintos puntos de la Isla, por encargo del Cabildo a la Fundación Canarias Conservación, que dirige el biólogo marino Manuel Carrillo. Las otras dos esculturas son el cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros instalado en el Saladar de Jandía desde 2006, y el rorcual tropical de 10 metros que desde 2013 se expone en el espigón de la Playa de Los Pozos, en Puerto del Rosario, correspondiente a una hembra de esta especie que apareció flotando a la deriva en agosto de 2006 en Costa Calma (Pájara).



Algunos de estos y otros esqueletos de cetáceos se han restaurado y expuesto de manera itinerante, por ejemplo, en el Centro de Interpretación del Parque Natural de Jandía, en el Centro de Interpretación del Parque Natural de Isla de Lobos, en el Centro de Arte Juan Ismael, o en la exposición 'Fuerteventura Biosfera' que se instaló en 2011 en el Real Jardín Botánico de Botánico de Madrid, siempre con el objetivo de concienciar a la sociedad de la necesidad de proteger los valores de los océanos desde el conocimiento de estos grandes mamíferos marinos que habitan en aguas de Canarias.



Colaboración científica. En Fuerteventura, la colaboración entre científicos y profesionales de los más diversos oficios con el apoyo de las administraciones han hecho posible que un suceso como el varamiento de una ballena sea además de una fuente básica de información científica , un recurso expositivo y de sensibilización ambiental



Todos los años y por diferentes motivos llegan muertas a las costas de las islas algunas ballenas y delfines. Entre los programas que realiza el Cabildo para conocer el estado de conservación de los recursos naturales de la isla se encuentra el seguimiento y estudio de los casos de varamiento de cetáceos, colaborando en el registro de los datos biológicos que estos sucesos proporcionan y en las necesarias necropsias para tratar de determinar las posibles causas de la muerte de los especímenes.