La embarcación de Fuerteventura Rapa Nui lidera el Concurso de Pesca de
Altura Pasito Blanco, al conseguir capturar en la primera jornada de
competición dos atunes, uno de 110,2 kilos y otro de 83,4, mientras que el
deseado blue marlins no hizo acto de presencia en ningún momento de la jornada,
lo que propicia que la flota se tenga que emplear a fondo este sábado, último
día de competición.
A las 09:15 de la mañana las 19 embarcaciones participantes se
hacían a la mar en el Sur grancanario, con el propósito de llevar a su popa una
captura de blue marlins, un galardón que se premia con 400 puntos en el torneo.
Pero el preciado picudo azul no fue avistado por ninguna embarcación en las
casi ocho horas de contienda, posiblemente porque las condiciones del día no
fueron las mejores para la pesca, lo que propició que las tripulaciones se
afanaran con las pìcadas de atunes, un total de siete efectivas en el día, que
sumaron tantos puntos como kilos reflejó la pesa instalada en el Puerto de Pasito
Blanco.
Con esta aritmética, el Rapa Nui consiguió embarcar a dos
atunes, que sumados en peso reflejaron 193,6 puntos en la tabla clasificatoria,
lo que coloca a la embarcación de Fuerteventura, comandada por Iván Ramírez, en
el puesto número uno del podio provisional, seguida del Enola Primero, que
consiguió una captura de 96,6 kilos e igual número de puntos, mientras que el
Fish On se reserva, por el momento, la tercera plaza de la clasificación, con
un atún de 91,6 kilos.
Igualmente, la embarcación de Randy Das, el Cal Rey, consiguió
un atún de 83,4 kilos, frente al embarcado por el Blue Marlin 3, de José
Marrero, que pesó 79,80 kilos. El Opa
Locka no tuvo suerte y no pudo materializar dos picadas de atunes, al igual que
el Cavalier Uno que se le escapó su pieza.
Para la jornada de este sábado, las opciones de la flota están
intactas, ya que el que consiga pelear con un blue marlin se aupará
automáticamente a la primera posición con los 400 puntos de registro inmediato.
En su 31 edición, el
tipo de pesca del concurso, fiel a la costumbre, es al currican, utilizándose
muestras artificiales o carnadas vivas o muertas montadas exclusivamente en
anzuelos circulares. Las piezas se capturan, se marcan y se liberan, siguiendo
estrictamente las reglas de la IGFA.
Cabe
recordar que los concursos de Pasito Blanco fueron pioneros en la prohibición
de sacar del agua a los Blue Marlins, antes incluso que la normativa lo
exigiera, porque la filosofía siempre fue que la captura quedara viva en el
mar.
Por
el momento, el premio Memorial Alfonso Viera, que hará entrega de un reloj
Rolex, donado por Joyería Saphir, a aquella embarcación que gane dos años
consecutivos o tres alternos, es vigilado de cerca por el barco Opa Locka,
ganador del año pasado y que de conseguir la primera plaza este sábado se
llevaría tan destacado galardón.