Norwig
Zwerenz llegó a Fuerteventura como uno de los pioneros del turismo en
1978, para construir el complejo Aguas Verdes en la costa de Betancuria,
destinado a un turismo aventurero que vino a descubrir nuevos destinos,
pescar, hacer safaris con barbacoas en las playas, excursiones a
Lanzarote, o simplemente a practicar el senderismo por toda la isla.
Era
un amante y embajador de Fuerteventura, que envió durante varias
décadas turistas através de sus dos agencias de viaje en Alemania a la
isla, que se había convertido en su nueva tierra.
Para ello además del
complejo Aguas Verdes, fundo una empresa de coches de alquiler, otra de
pesca en altura, así como varios otros negocios relacionados con el
turismo.
En los 80 y 90 también era representante de varios
turoperadores en la isla, pero más tarde se dedicó más tiempo a
urbanizar la zona de Aguas Verdes, conviertiéndose temporalmente en el
mayor empleador del municipio de Betancuria.
Era un visionario con
muchos planes y proyectos para la isla y para el municipio, como por
ejemplo el de construir el primer balneario oficial en Fuerteventura .