El
referéndum del 23 de junio de 2016 sobre la permanencia o la retirada de Gran
Bretaña de la Unión Europea, sacudió, sin duda, por su efecto subversivo de
BREXIT- constituyendo la primera derrota dolorosa importante para la Agrupación
Europea de Bancos y Corporaciones multinacionales bajo el control alemán – el
sistema político y económico, británico y europeo dominante.
Los
británicos, en general, no son los citadinos de un protectorado teniendo tal
vez una mentalidad de sometimiento, pero un pueblo orgulloso de un país muy
importante que fue un imperio en los siglos pasados y actualmente se encuentra
entre de las economías más grandes del mundo. Por lo tanto, los británicos, que
también son los vencedores de dos guerras mundiales, han desarrollado una actitud
y un comportamiento altamente respetable.
Ellos
nunca podrían, en consecuencia, después de haber resistido pacientemente y
valientemente a los bombardeos feroces por la ponderosa maquinaria de fuerza
aérea nazi durante la Segunda Guerra Mundial, acceptar, en contra de todos
efectos negativos económicos de BREXIT de corto plazo, la dominación y la
hegemonía alemana en la Uión Europea.
Así
pues, la sorpresa increíble a los líderes políticos alemanes y los burócratas
distantes en Bruselas por este efecto liberador sorprendente del 24 de junio
2016, para los ciudadanos, para las personas ordinarias y corrientes, en aquel
amanecer esperanzador y soleado, nunca es compatible con el buen conocimiento
histórico y el análisis exhaustivo de los datos.
Los
esfuerzos incansables de Alemania de poner bajo su control completo los pueblos
europeos y de arrasar de nuevo el continente europeo no por medios militares
como en el pasado, sino por económicos muestran características similares
anti-históricas. Los alemanes que no pueden tomar el control de ninguna manera
su gran poder político y económico, resulta evidente que ignoran por completo
la historia y ahora así se encuentren por rigor matemático al borde de una
nueva derrota provocada por el desmantelamiento seguro aparente de la Unión
Europea.
La
Unión Europea que ha sustituido en 1993 sobre la base del Tratado de Maastricht
la CEE que existía antes, se considera básicamente una unión política y
económica, poco natural y defectuosa desde su origen de los estados con un
nivel cultural, político, jurídico, económico, militar desigual, sino también
una unión de los pueblos que se sienten extraños el uno al otro, sin
sentimientos de solidaridad y asistencia mutua. En consecuencia, los
pronunciamientos grandiosos y las visiones poco realistas para una Unión
Europea, democrática y próspera a lo largo y ancho no podían ser muy
decepcionados.
Alemania,
aprovechando los efectos de la crisis desencadenada en septiembre de 2008 con
el gran colapso de los bancos (Lehman Brothers) y, por supuesto, remitiéndose
al pacto de Estabilidad de Maastricht y ante la necesidad de promover un
paquete de reformas con el fin de afrontar los efectos negativos de la crisis,
pone en práctica desde entonces, con un exceso de hegemonismo, una especie de
totalitarismo económico, en detrimento particularmente de los estados miembros
mas débiles de la región europea.
Los
planes económicos antipopulares de la austeridad neoliberal más estricta
impuestos por Berlín, han arrasado literalmente las sociedades de los países
del sur de Europa. En Grecia, que costituye un ejemplo perfecto de aplicación
experimental de estas políticas económicamente irracionales y increíblemente
absurdas, el desempleo ha aumentado dramáticamente al 26,8% de la población
activa, mientras el 36% de la población griega vive por debajo del umbral de
pobreza. En Italia, el 24,4% de la población se enfrenta al riesgo de pobreza y
exclusión social.
En
España, el 22,2% de los hogares vive por debajo del umbral de la pobreza y más
de uno de cada tres niños-o 2,6 millones-se enfrentan al riesgo de pobreza y
exclusión social. En Portugal, uno de cada cuatro niños vive por debajo del
umbral de la pobreza y un total de cerca de dos millones de personas, es decir
el 20% de la población portuguesa se encuentra en situación de pobreza y de
indigencia.
Alemania durante el mismo periodo
ha claramente cosechado los beneficios económicos sin precedentes. Sus grandes
beneficios estan derivados de la transferencia de dinero de los inversores en
los bonos alemanes de «bajo riesgo» como respuesta de la crisis que afecta la
zona euro. En particular, después de 2009, los rendimientos de los bonos
alemanes han tocado fondo, mientras en algunos casos (por ejemplo, obligaciones
alemanas a 5 años) a tasas de interés negativas. En otras palabras, Alemania,
no sólo paga a tomar prestados, pero se paga además por los inversores para que
aseguraron su dinero a causa de la inseguridad general prevaleciente en la zona
del euro. Efectivamente, durante el quinquenio de 2010 a 2015, Alemania ha
conseguido ahorrar un total de 100 mil millones de euros, que corresponde al 3%
del PIB alemán, debido precisamente a la reducción dramática de los costos por
préstamos.
Es
perfectamente obvio para cualquier observador benévolo que la Unión Europea y
por supuesto la zona del euro absolutamente neoliberal operan en interés de la
Alemania hegemónica y dominante en detrimento de otros estados miembros y sobre
todo a expensas de los países del sur de Europa. Los superávits comerciales muy
altos, obtenidos por Alemania - por ejemplo, el mismo país tuvo en 2013 un
superávit comercial de 200 millones de euros - sigue siendo un estado altamente
competitivo, por supuesto, se deben ciertamante al gran motor de la economía
alemana, pero se refuerzan escandalosamente por el sistema monetario injusto de
la zona del euro.
Alemania
por primera vez en muchos años, además de su
bonanza económica, se ha convertido en un líder mundial de primer orden,
ya que sus líderes políticos están en una posición clave para representar a los
demás países europeos, sin pedir ningun. Por lo tanto, la retirada de Gran
Bretaña de la Unión Europea, que es la primera potencia militar, un miembro
permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y el país con la tercera mayor
contribución al presupuesto de la UE, lleva un golpe fatal al estatus
internacional de la Unión Europea y, sobre todo, al estatus de Alemania.
Al
mismo tiempo, las instituciones de la Unión Europea y los procesos de toma de
decisiones carecen de legitimidad democrática y están muy lejos y inaccesibles
para los ciudadanos europeos ordinarios. No es tan notable que un profundo
déficit democrático en forma tal que sea contraria a los tratados constitutivos
de la Unión Europea y viola descaradamente su núcleo declaratorio original de
valor.
Los
pueblos europeos no ejercen ninguna influencia directa a las instituciones
importantes de toma de decisiones de la Unión Europea - es decir, al Consejo
Europeo con la función fuerte centralizada y a la Comisión Europea con su
carácter altamente burocrático y tecnocrático - y estas instituciones tienen
ninguna obligación de rendir cuentas a sus ciudadanos.
Por
otra parte, el Parlamento de la Unión Europea directamente elegido, con sede en
Estrasburgo, no tiene poderes suficientes y sigue siendo un eslabón débil.
En
conclusión, la Unión Europea que se ha reducido a una forma de colonia alemana
no se propone, a pesar de las ilusiones fomentadas por ciertos círculos
políticos, ni cambiar o mejorar, o nunca adquirir una faceta democrática y
social. Por lo tanto, el gran momento ha llegado de que los países esclavizados
dentro de la Unión Europea y la zona del euro sigan el ejemplo brillante de
Gran Bretaña y los británicos orgullosos,
rompan sus cadenas de acero y sean liberados, mirando al futuro con
expectativas amplias y optimismo.
Currículo
Isidoros
Karderinis nació en Atenas en 1967. Es un novelista, poeta y economista con
postgrado en la economía del turismo. Sus artículos se han publicado en
periódicos, revistas y sitios de todo el mundo. Sus poemas han sido traducidos
al inglés, francés y español y publicados en revistas literarias y en páginas
literarias de periódicos. El ha publicado siete libros de poesía y dos novelas.
Sus dos novelas y tres libros de poemas se han publicado en Estados Unidos y en
Gran Bretaña.
Correo
electrónico: [email protected]
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Karderinis Isidoros