'Tindaya y el ensayo sobre la ceguera' por Natividad Arnaiz

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“Fobia a los extranjeros”. Esta es la definición que la Real Academia de la Lengua atribuye a la palabra 'xenofobia'. Por tanto, un 'xenófobo' es aquel que tiene fobia a los extranjeros. Un adjetivo que perfectamente se puede utilizar para describir ciertas actitudes que los dirigentes de Coalición Canaria han empleado en el Pleno del Parlamento de Canarias.

El señor Mario Cabrera es algo obtuso cuando considera que llamarle xenófobo es un insulto, después de proclamar en la Cámara de todas y todos los canarios, incluso de los que no han nacido en esta tierra, “que en su pueblo los que vienen de fuera a dar lecciones tienen un nombre”.

¡Qué osadía tan grande! ¡Cómo nos hemos podido atrever los que no hemos nacido en Canarias, o en Fuerteventura, a hablar de Tindaya! ¡Cómo se nos ocurre dar voz a los que llevan defendiendo 30 años que EL MONUMENTO YA EXISTE! ¡En qué momento se nos ha ocurrido la descabellada idea de proteger esta Montaña! ¡Cómo es posible que queramos declararla Patrimonio de la Humanidad! ¡Cómo no somos capaces de ver los beneficios de un proyecto, el de Chillida! ¡Cómo somos tan inconscientes como para criticar el gasto realizado en ese proyecto aunque aún no se haya movido ni una sola una piedra! ¡Qué mal pensados que debemos ser al cuestionarnos esa inversión millonaria!

Hasta ahora se han gastado en el proyecto de Chillida cerca de 30 millones de euros y seguimos sumando, una cantidad que parece ser calderilla para Coalición Canaria.

Es cierto, como dice Cabrera, que no podemos dar lecciones, y ni queremos. Nosotros no podemos dar lecciones sobre cómo vulnerar el Patrimonio de todos los canarios. Le aseguro que no vamos a dar lecciones de cómo obviar el interés general y priorizar el de unos pocos. Para eso ya está Coalición Canaria, y se está esforzando a fondo para hacerlo bien.

Lo que no le voy a permitir al señor Cabrera es que nos falte al respeto. No sólo a mí, sino a los miles de foráneos que viven, sienten, aman y luchan por Canarias. No voy a permitir que para no hablar del quebranto que existe en la Montaña de Tindaya, recurra a las más zafias, vulgares y deleznables argumentaciones del nacionalismo más rancio que gobierna en esta tierra.

Las incoherencias de este nacionalismo son tales que bajo el cuadro que representa la rendición de los canarios ante los españoles, expuesto en el plenario del Parlamento de Canarias, pueden llegar a tildar despectivamente como “goda” a una diputada elegida por el conjunto del pueblo canario

Un nacionalismo que encarna el señor Mario Cabrera, que no quiere que nadie que no sea canario venga a darle lecciones, pero que al mismo tiempo ensalza, con un monumento a pocos kilómetros de Tindaya, al “godo” que puso a Fuerteventura en el mapa de la cultura mundial. Me pregunto que pensaría de todo esto el señor Unamuno.

O qué le parecería al premio nobel luso que tuvo la ocurrencia de amar tanto esta tierra como para hacer de ella su hogar, llevar su nombre por todo el mundo, incluirla en su obra o incluso morirse en ella. Quizás creería que el señor Cabrera sufre esa ceguera blanca inexplicable de la que escribió Saramago y con la que nos expuso la existencia de una invidencia mental. “Creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven”. Reflexione sobre ello querido Mario, a ver si le llega la lucidez.

Natividad Arnáiz
Diputada de Podemos en el Parlamento de Canarias

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