Alby Álamo presenta mañana su nueva serie Remake en el Centro de Arte Juan Ismael

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El Centro de Arte Juan Ismael acoge mañana viernes 22 de octubre, a partir de las 20:30 horas, la inauguración de la exposición Remake, del artista grancanario Alby Álamo. El acto de apertura contará con la asistencia del presidente del Cabildo, Mario Cabrera, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Genara Ruiz, y el propio Alby Álamo, que se dirigirán a los invitados para presentar la exposición.


La de Alby Álamo es una de las firmas más destacadas de la escena plástica contemporánea de las Islas, que con su nueva obra, Remake, nos conduce a explorar el imaginario cinematográfico a través de una nueva generación de imágenes. Interesado por el lugar que ocupa el espectador al enfrentarse a la obra de arte, esta exposición indaga en este interrogante partiendo de la imagen cinematográfica y su recepción.

Para Alby Álamo (Gran Canaria, 1977) las imágenes trabajan sobre nuestros deseos, y el cine ha sido el gran modificador de imaginarios desde que los Lumière presentaron su primera película en público. "Hay que decir que lo importante del cine es lo que lo engloba, lo que dice sobre el mundo social, cómo lo reorganiza, cómo influye en las percepciones de las personas y reconfigura sus expectativas. El cine debe interpretarse hoy más que nunca como efecto y como modelo imaginario, posee una fuerte capacidad transformadora de la cultura global".

En sus pinturas, el cine aparece como educador de una mirada global que afecta a todos los rincones de nuestra vida diaria, porque ha creado unas gafas inconscientes con las que vemos la realidad. De ahí también el haber titulado la exposición Remake, porque nuestra forma de ver tiene una correspondencia inmediata con las imágenes que consumimos. Además, la pintura que presenta es a su vez una traducción de esas imágenes, un remake que transforma su sentido.

Su forma de enfocar las referencias cinematográficas difieren bastante de las usadas por los artistas pop. Desde unos temas predefinidos asociados a ciertas imágenes tipo, desarrolla sus ideas y bocetos; posteriormente, con este banco de imágenes rescatado las reutiliza, dándoles otro sentido, mutiladas o transformadas por completo.

La mayoría de las veces estas imágenes no son reconocibles, no son las representativas de cada película; a la hora de traducirlas a pintura suelen perder la referencia. Desde sus primeras exposiciones le ha interesado tratar temas en torno al voyeurismo y la mirada, como en la muestra, 'Cuadros para L.B.Jeffries', personaje principal de 'The rear window' de Hitchcock. Sin duda es parte de su obsesivo interés por el espectador y su posicionamiento ante la imagen. En la última exposición individual el título era también una declaración de intenciones, 'Correspondencias', dejando patente su diálogo con el feedback en la pintura.

En su reciente serie 'Elastic women' comienza a  jugar con la deformación de la imagen. "Mientras las formas de ver cine mejoran para crear una verdadera experiencia sensorial en las salas, la mayoría del público de ese cine descarga las películas de Internet y las ve en unas condiciones mínimas de calidad. Me gusta la elasticidad de las imágenes, que abarquen ese amplio espectro cualitativo" explica el artista. Alby Álamo nos habla, en este proyecto anterior, sobre  la manejabilidad de la imagen, transportada al lienzo para retratar algunas protagonistas del cine de la nouvelle vague, "lo curioso es que al estilizarlas he acabado encontrándolas naturales y nada forzadas", añade.

Álamo también trabaja con el vídeo, no sólo como medio en el que finalizar una pieza, sino como proceso de trabajo. Para Remake, además, ha creado una video instalación que habla sobre esa relación entre pintura y video, enfrentando un cuadro de gran formato ('I’m burning baby') y una pantalla del mismo tamaño con un video proyectado ('I’m burning baby II'). El cuadrilátero resultante viene a representar el proceso de fijación de la imagen.

Este continuo fluir se contrapone a la solidificación y el estatismo del cuadro, "porque la pintura habla de eso, del momento a representar, del instante elegido".

La idea es forzar al espectador a ver dónde está colocado y crear así la generación de un espacio crítico. Si la pintura (y el arte en general) puede ser política no lo es tanto por su capacidad de acción directa sobre el mundo sino por la modificación indirecta del modo y el ritmo de mirarlo. La pintura es una manera de ralentizar las imágenes y el orden de cosas que nos pasan por evidentes a base de inmediatez, pero no para ir contra ellas, sino para desde este flujo devolverlas "usadas", cuestionadas.