* Los dos comisionados del mancomún y unos 30 ganaderos se han dado encuentro este sábado para marcar medio millar de cabras en el paraje de la Cueva del Llano.
El Ayuntamiento de Antigua desde la concejalía de Agricultura, Ganadería y Pesca, que dirige Matías Peña, colabora con los comisionados entregándoles 50 toneladas de millo al año para el mantenimiento de la cabra de costa. También arreglamos pistas y accesos con el fin de facilitar el desplazamiento de los ganaderos a parajes como en el que se han reunido este fin de semana, en la Cueva del Llano, y atendemos la demanda del sector, de limpiar fuentes, arreglar y mantener bebederos, gambuesas y zonas de descanso para el ganado y los propios ganaderos.
Este mismo sábado por la mañana, señala el concejal, se ha celebrado un encuentro de ganaderos en la Cueva del Llano, donde han apañado cerca de 500 cabras para su marcaje y ordeño.
Los cerca de 30 ganaderos reunidos en la Cueva del Llano, respondían a los pasos que señalaba el Comisionado del mancomún sur, D. Nicolás Herrero, acompañado en esta ocasión por el comisionado del mancomún norte, D. Tomás Acosta.
Apenas un silbo, un gesto o un golpe de voz era suficiente para agrupar unas diez cabras junto a la fuente donde les permitían refrescarse un momento antes de asustarlas con movimientos rápidos de brazos y palos para reunirlas en una pequeña gambuesa improvisada con pales y madera, donde son marcadas según sus propietarios y se ordeñan aquellas que no tienen baifo.
Un encuentro de ganaderos como este, señala el Comisionado del mancomún sur de Antigua, D. Nicolás Herrero, es tradición ancestral de generaciones y generaciones donde se reúne la cabaña de cabras para hacer recuento del número de cabezas, los nuevos baifos, su estado de salud y comentar entre los propietarios los problemas o propuestas que tiene este o aquel.
Una apañada requiere saber hacer, saber moverse y diferenciar claramente las cabras, sus marcas y su origen. Y añade el Comisionado, el trabajo se prolonga desde el amanecer hasta el almuerzo, cuando tras sentarse todos alrededor de un buen caldero de cabra, tras comer, beber y hablar, sólo queda retirarse a una sombra techada a descansar.