Asofuer,
pide prudencia “especialmente
a aquellos que de una manera u
otra estamos muy implicados en la proyección del destino
turístico”
Puerto del
Rosario, 8 de febrero de 2017- El
presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de
Fuerteventura, Antonio
Hormiga, apoya la gestión que el Ayuntamiento de Antigua está
llevando a cabo
en el municipio turístico de Caleta de Fuste en estos momentos
en que arrecian las
críticas contra la administración pública por la mala calidad
de la arena
utilizada en la regeneración de la playa del Castillo y los
problemas de
estabilidad detectados.
Hormiga
recuerda que la labor previa llevada
a cabo por el Ayuntamiento y también por
el Cabildo de Fuerteventura, que aporta gran parte de los casi
dos millones de
euros de inversión (1,84 millones), ha sido “absolutamente
determinante para
que la obra proyectada hace más de dos décadas se esté
materializando y el
arenal sea un activo importante en la generación de riqueza de
una localidad
que se nutre principalmente de del turismo”.
Destaca
también la diligencia de la
corporación municipal que “no se ha amilanado ni un momento
cuando ha tenido
que exigir el cumplimiento del contrato a un gigante como
Sacyr –empresa adjudicataria
de las obras- ni a la dirección de Costas ni al propio Estado
que anunció que
la zona sur dela playa se abriría al baño a finales de enero,
incumpliendo, una
vez más, su promesa”, subrayó.
Por todo
ello, la Asociación de Empresarios
Turísticos de Fuerteventura, Asofuer, pide prudencia “especialmente a aquellos
que de una manera u
otra estamos muy implicados en la proyección del destino
turístico” y, sobre
todo, colaboración
entre todas las
partes en el objetivo de solucionar los problemas de
estabilidad y poca calidad
que presenta la arena, “bien sea mediante cribados u otras
fórmulas que
propongan los expertos”.
Ahora,
prosigue, muchos critican que la arena
se extrajera del muelle de Puerto del Rosario, pero cuando
había que tomar la
decisión, reflexiona Hormiga, “fue la opción más coherente, ya
que era muy
complicado traerla de otras zonas de la Isla por el excesivo
tiempo que hubiera
supuesto obtener las debidas concesiones administrativas y los
impactos
medioambientales”.