La veterinaria primatóloga de Oasis
Park Fuerteventura, Belén Roca, hizo las maletas para realizar un curso de
manejo y bienestar animal. Una experiencia única con más de 350 primates. Todo
lo aprendido contribuirá a la lucha diaria por los titis, babuinos y otras
especies del mayor parque de animales de Canarias.
Cinco horas de vuelo desde Holanda hasta Fuerteventura no son
suficientes para asimilar la cantidad de información y experiencias de una
experta en primates. Todavía hoy, Belén Roca, responsable del departamento de
primates y pequeños mamíferos de Oasis Park Fuerteventura, se emociona al
recordar el encuentro tan cercano entre
un orangután y ella. ¡Era la primera vez que veía uno de su especie! Visitó Apenheul,
uno de los mejores parques de Europa especializados en primates. Conoció
también la Fundación APP, centro de rescate para
animales con más de 350 primates y otros
mamíferos exóticos. Y allí realizó un curso de manejo y bienestar animal en
primates. Julio será una fecha señalada no solo para ella sino también para
Oasis Park Fuerteventura en el marco de un programa de formación y mejora
constante de sus profesionales. De vuelta a casa, y sobre la mesa, una batería
de propuestas y reflexiones, muchas.
R. Es Libertad. Es una gozada ver
cómo los primates se desplazan por encima de ti sin barreras. ¡Acabé con dolor
de cuello porque no me quería perder ni un segundo el comportamiento de estos
animales arborícolas! Incluso los comederos estaban dispuestos en lo alto de
los árboles, donde suelen comer en su hábitat natural. Los sonidos que emiten,
además, se me han quedado grabados en la mente. Fue emocionante.
P. Consideras que
viste la máxima expresión de libertad dentro un espacio especialmente
diseñado para ellos pero ¿cuáles eran
los límites?
R. Los límites siempre los marca la
seguridad. Así como los gorilas y los orangutanes no tenían un contacto directo
con el público… los lémures y titis se movían con total libertad - lo mismo se
te subía uno de ellos al hombro que saltaban de un árbol a otro en el camino.
Los animales tienen un gran espacio para moverse libremente por las
instalaciones y son las propias madres las que cuidan de sus crías en un
entorno naturalizado. De hecho los animales siempre eligen si quieren o no ser
vistos y es natural que no siempre se vea ese gran momento de unión.
P. Semilibertad en
Apenheul ¿En qué condiciones viven en APP?
R. Las
instalaciones son más funcionales que estéticas pero, como experta en primates,
es algo que sin duda pongo en valor. Las medidas de seguridad son muy
sofisticadas tanto en la apertura como cierre de compuertas y el protocolo de
limpieza es muy exigente: vi incluso compañeras cambiarse de ropa entre
instalación e instalación. No tardé en darme cuenta de que era una medida más
para evitar contagios. La pulcritud era tal que cualquiera diría que se podía
comer en el suelo.
P. ¿Y cómo
reacciona un público que puede no estar acostumbrado al contacto directo con
estos animales?
Una siempre se pregunta cómo se preserva la
seguridad no solo del visitante sino del propio animal y, en este sentido, me
sorprendió gratamente que todo el mundo tuviera la obligación de depositar
todas sus cosas en una mochila que daban en la entrada. ¡E incluso lo
chequeaban una vez dentro del parque! El público en general es respetuoso con estas
normas. Y una vez dentro el respeto se ve también claramente ya que de ello
depende que vivan la experiencia de un parque de estas características. Nadie
interfiere en el movimiento natural de los animales, tampoco intentan captar su
atención con gestos o silbidos y, por supuesto, no dan de comer a los animales
si está prohibido. Tanto los animales como las personas coexisten en armonía. Y
ese es el comportamiento que todos debemos adoptar cuando visitamos un parque
de animales.
P. Como es lógico
te llevas un álbum de fotografías de esta experiencia ¿cuál de ellas decorará a
partir de ahora las paredes de tu
oficina?
R. ¡Tengo tantas y transmiten
tanto! Una de ellas refleja muy bien un momento muy impactante para mi cuando me
encontré frente a frente con un grupo de bonobos y de pronto vi corriendo por
detrás a una cría de gorila, y esta, a su vez, corría por detrás de un mono
patas… ¿De verdad están juntos, cómo es posible? –me pregunté. La respuesta era un foso de agua, unas
barreras casi imperceptibles para un ojo inexperto y una frondosa vegetación. No,
realmente no compartían el mismo espacio pero nadie lo diría. La estampa era
maravillosa.
P. Es un país con mucha conciencia de conservación y protección animal
R. Sí. El concepto de voluntariado,
por ejemplo, está muy arraigado y eso explica por qué los jóvenes dedican sus
vacaciones a vivir de primera mano todas las acciones de rescate y
rehabilitación de primates. Saben que su labor es muy importante y que
constituyen una gran cantera. Por otro lado, dice mucho que APP viva de
donaciones privadas y subvenciones del Estado.
P. Mencionas un concepto clave en APP: rescate, lo que convierte a
estos centros en un “hogar”
R. Un hogar que cada año incauta
alrededor de 100 animales víctimas del tráfico ilegal, de la explotación en
circos o del maltrato de particulares. Ellos, como Oasis Park Fuerteventura,
son una esperanza para muchos animales con un pasado traumático. Animales que
no pueden muchos de ellos reinsertarse en su hábitat natural porque no serían
aceptados, no sobrevivirían.
P. De ahí los
esfuerzos por formar grupos sociales y estables pero también la “movilidad” de
estos animales por Europa
R. El objetivo siempre es lograr
el bienestar de los animales allí donde estén. Un primate necesita como mínimo
la compañía de uno de su especie, por ejemplo. Por eso APP no solo se encarga
del rescate sino de la socialización; APP favorece esa unión y gestiona los
desplazamientos.
P. Oasis Park
Fuerteventura también tiene casos de éxito
R. Sí. Dos primates de diferentes
especies ya están unidos y conviven en armonía.
Todo el que quiera puede ver a nuestro titi de pincel blanco y un
tamarino cabeza de algodón en la instalación cercana a nuestras suricatas.
P. ¿Qué especies
de las que viste te gustaría empezar a cuidar y a observar como hiciste en APP?
R. Un orangután. Son mi debilidad.
Además me solidarizo con ellos por el desastre que ocasiona la industria del
aceite de palma a sus hábitats. Muchos de ellos mueren quemados y los que
logran sobrevivir son separados de sus familias. Además han perdido su hogar…
El 90% de su hábitat en Borneo y Sumatra se ha destruido en los últimos 20
años. Como amante de estos animales pongo mi granito de arena por su causa y no
consumo nada que contenga aceite de palma. Por desgracia, el aceite de palma
está presente en infinidad de artículos de la cesta de la compra. Esta
sustancia, además, está detrás del fenómeno de los gases de efecto invernadero;
flaco favor le hace al mundo.
P. Viste un simio
de Gran Canaria en APP.
R. Macario se llamaba. Aquel chimpancé
reaccionó como nunca pensé cuando lo saludé y le dirigí unas palabras en
español.
Belén Roca se
muestra agradecida por este viaje a dos centros de referencia mundial en la
recuperación de primates. Ya en junio sus compañeros Bernardo y Abdul viajaron
hasta Madrid para recibir un curso de manejo y entrenamiento de mamíferos
salvajes organizado por AT Formación.
Toda formación se escora hacia la protección y bienestar de la gran familia de
animales de Oasis Park Fuerteventura.