El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Participación Ciudadana, con competencia en Cooperación Internacional, concede 20.000 euros en becas destinadas a la Asociación Canaria de Solidaridad con el pueblo Saharaui, con el objeto de apoyar económicamente a un grupo de estudiantes desplazados a la isla de Cuba, donde, distribuidos en 15 centros, cursan estudios universitarios.
La concesión de becas se realizó a través de la firma del convenio entre el consejero del área insular, Pau Quiles, y el representante de la Asociación mencionada, Octavio Melián.
La carencia de infraestructuras, medios físicos, personales y económicos obliga a los dirigentes saharauis a desplazar a sus estudiantes a países que le prestan colaboración en la materia, especialmente y en la mayor medida, Cuba, uno de los pocos países de habla hispana que se ofrece a alojar a los estudiantes saharauis y a concederles plazas en sus centros educativos de forma gratuita.
Por ello, la Consejería insular del área aporta una subvención en la atención a estos jóvenes desplazados por razones educativas, en lo que afecta a su manutención y en los demás gastos derivados del traslado, estando directamente vinculada a la ayuda exterior que se recibe, como es este caso.
El consejero Pau Quiles manifiesta que “la colaboración de los gobiernos amigos del Pueblo Saharaui hace posible la formación, pero otros muchos aspectos básicos de la supervivencia de estos estudiantes desplazados requieren de una aportación específica que les garantice unas mínimas condiciones de vida. Por ello, desde el Cabildo hemos aportado 20.000 euros a 100 estudiantes para que dispongan de una formación digna en un entorno adecuado, favoreciendo, entre otros objetivos, la creación de técnicos profesionales saharauis en disciplinas prioritarias para prestar servicios sanitarios, sociales o educativos, entre otros, a la comunidad saharaui de los campamentos de Refugiados de Tinduf”.
Para el presidente del Cabildo, Blas Acosta, “las condiciones históricas que sufre el Pueblo Saharaui hacen de la formación de sus jóvenes un objetivo prioritario, que merece no sólo un esfuerzo añadido de la propia población, sino una de las causas más valoradas de solidaridad internacional”.