(«Hasta la victoria siempre
¡Patria o muerte!»)
Ángel Díaz Arenas
1.3.1. Muerte y
trasmuerte
Sin embargo, el Che muerto posee
además otra fase postmortal de una cierta poeticidad que implica la presencia
de un posible «ángel vengador» y esto ocurre debajo de la imagen y efigie de
una mujer. Parece evidente que una parte de las personas que intervinieron
directamente en el asesinato del Che Guevara encontraron muerte violenta tiempo
más tarde. Algo que normalmente se ignora y que no dicen siempre los libros de
historia (aunque existen innumerables documentos, no está comprobado) es que a
esta muerte la siguieron dos asesinatos muy precisos: 1) uno, fue el de quien
coordinó, dirijió y organizó en gran parte la muerte del Che (él ordenó, por
ejemplo, que se lo cortaran las manos) y 2) otro, que implica el asesinato, a
su vez, de la persona que se ocupó de planear la muerte del guerrillero. Esto
fue mostrado en «Tele 5» el lunes 27 de julio de 2009, a las 3.35 horas de la
mañana. Informaciones sobre este programa están presentes en la revista
televisiva «TV 14», N° 15, y de la lectura de lo escrito en esta página
17, bajo el título, «Wer war Che Guevaras Rechenengel?»[1]
-¿Quién fue el <ángel vengador> del Che Guevara»?-, se aprende que la
presunta asesina fue Monika Ertl (1937-1973) que nació y vivió en Bolivia y
cuyo padre fue el cineasta (operador) alemán Hans Ertl (1908-2003), a quien
ayudó a filmar dos filmes en Bolivia (véase detalle –34-):
Esta Monika
(denominada «La Gringa» o bien «Juana») perteneció al ELNB (Ejército de
Liberación Nacional de Bolivia) y parece ser que aprendió a disparar como
un macho («wie ein Kerl» -35-):
Siendo
aparente
mente ella quien se ocupó de buscar al supuesto organizador de dicho
asesinato; a saber al Cónsul General de Bolivia en Hamburgo –Roberto
Quintanilla Pereira- (36),
y lo asesinó el
lunes 1 de abril de 1971. No olvidando el «Equipo Crónica» a este personaje a
quien lo retrata (con un título muy esclarecedor y denunciador) en su (37)
«Partes de un conjunto» [1973, Colección de Manolo Valdés[2]
de Madrid]:
Esta obra es un
acrílico sobre lienzo y marco y sus medidas dicen: 140 x 140 cm. Éste pertenece
a la serie «Retratos, bodegones y paisajes» y figura en la página 209 del
catálogo de Dalmace. Este retrato posee
gran vitalidad y el parecido con el original es casi perfecto; en él se aunan
el gesto, tono y el marco que coincide con el título: «Partes de un conjunto»,
es decir, elementos del crimen; véanse las pistolas y sus partes que forman el
fondo del retrato. Obsérvese asimismo una fotografía del momento que representa
la escena del cadáver de Inti Peredo[3] en
un féretro y este personaje como testigo del muerto al mismo tiempo que fuma
indiferentemente un cigarrillo, mientras habla a la prensa (38):
A su vez ella
misma fue muerta (parece ser que fue previamente torturada) por la policía
secreta boliviana el 12 de mayo de 1973. Así se cierra un capítulo sangriento
de la historia de la Humanidad y particularmente de Latinoamérica. Hay un libro
sobre ella de Jürgen Schreiber que se titula: Sie starb wie Che Guevara[4] (véase la portada de éste –38-):
4. Palabras
finales
Éste es el fin físico y humano del
Che Guevara y algo de su presencia en la obra del «Equipo Crónica»[5],
materiales recordados y recuperados con motivo del cumplimiento de los 50 años
de su asesinato, cincuentenario y aniversario trágicos que tuvo lugar
exactamente el martes 9 de octubre de 2007.
Importante es tal vez señalar, como
colofón de este escrito, un aspecto que raras veces la crítica ha señalado: las
historias que el «Equipo Crónica» cuenta como ocurre en los tebeos, cómics o
bien El Guerrero del Antifaz, etc. No hay que ver sus imágenes como
individualidades, sino más bien como partes formantes de un cuerpo, de una
historia; sólo que hace falta rellenar los huecos y espacios vacíos, dando al
todo una línea secuencial y cronológica. Esto es lo que acabamos de contar en
este escrito llevados de la mano por dicho «Equipo» y en esta despedida del Che
Guevara.
A través de este proceso pictórico
ellos muestran su capacidad de narradores, de contadores de historias. Raras
veces ha ocurrido algo semejante y en tal extensión y con tanta coherencia e
intensidad en el ámbito de la pintura (excepto Goya, tal vez Solana) y es de
lamentar que los estudiosos de sus obras no hayan visto (o no siempre resaltado
debidamente) ese aspecto, utilizar la imagen pictórica como narración y al
hacer esto añadirla una dimensión y un valor más: recuperar, relatar y hacer
historia. Recordemos al respecto el famoso verso ocho del poema
«Correspondances»[6]
(«Los perfumes, los colores y los sonidos se responden») de Charles Baudelaire:
Les parfums, les
couleurs et les sons se réponden.
Esto es algo de
lo que acabamos de hacer al realizar este escrito (aunque no hayamos hablado de
«perfumes, colores y sonidos») en el que hemos aunado el análisis literario, el
biográfico y el histórico, sin olvidar tampoco el de la historia del arte como
nos recuerda la presencia nada ingenua de la imagen del «Martirio de San
Bartolomé» y su aguda presencia unificadora de dos destinos gemelos en «La
noticia».
Siendo esta historia la que nos ha
invitado a volver a ver la efigie del Che y constatar que aunque muerto sigue
viviendo. El «Equipo Crónica» lo muestra y demuestra. Léase una frase del
artículo «Der Mythos lebt» que dice (cursivas nuestras): «40 Jahre nach
seinem Tod ist de Revolutionär jenseits aller Ideologie zur Pop-Ikone
mutiert» (“40 años después de su muerte se ha convertido el revolucionario
de izquierdas, a pesar de cualquier ideología, en un icono Pop”). Sin olvidar
el «Vor 50 Jahren wurde Che Guevara in Bolivien erschossen»
(“Hace 50 años fue fusilado el Che Guevara en Bolivia”) de Georg Ismar. No hay nada
más que decir y añadir: el Che Guevara está hoy más vivo que antaño.[7]
Véase la (39) «imagen de una modelo» que lleva una camiseta roja
en cuyo pecho exhibe la silueta auroleada de la cabeza del Che y ahora más roja
que nunca:
O bien la presente en el artículo titulado
(40) «Che vuelve a ser chic»[8]:
En esta imagen
también se le ve sobre un fondo rojo, pero acompañado de una muñeca impasible
de goma. Esto aclara el que esta imagen se halle a la venta en una tienda de
distribución de utensilios eróticos en Berlín, transformando, de este modo, al
Che asimismo en un objeto de esta índole. Y siguiendo esta línea más que de
desmitificación de utilizar esta imagen para cualquier fin (el fin justifica
los medios) puede mostrarse incluso su efigie heroica usada para hacer
reproducciones poco respetuosas, en el contexto histórico, político y
biográfico, como la presente en el artículo de Christa Sigg titulado (41)
«Duckevara und Mausewitsch:
En este «Pato
Donald y Mickimaus» se le ve sobre un fondo rojo cubierto con gorra negra y
estrella roja, pero la imagen reproducida dice en su parte inferior «Libertad
para los patos.» Y en consecuencia el rostro reproducido no es el del Che,
sino el del pato Donald que ahora se llama «Donaldvara». Insistiendo
sobre esta actualidad de la imagen del Che señalamos que hace algún tiempo se
realizó una exposición en El Palau de la Virreina de Barcelona que se titula:
«Che! Revolución y mercado, los usos y abusos de la imagen.»[9] En ésta se
reúnen unas 300 piezas con diferentes interpretaciones de la mítica fotografía
del guerrillero cubano. En el texto publicado en internet por La Vanguardia
puede leerse: «Estandarte de la Revolución Cubana, la efigie de Guevara ha
pasado a decorar ceniceros, camisetas, tatuajes, ‘grafittis’, pins o ser objeto
de interpretaciones artísticas por creadores de todo el mundo, como refleja la
muestra de Barcelona. La exposición, que no es una aproximación a la figura del
Che sino un recorrido al uso de su imagen, cuenta con trabajos artísticos de
Vik Muniz, Martin Parr, Pedro Meyer, Marcos López, Joan Fontcuberta y José
Angel Toirac, entre otros muchos. (...) Trisha Ziff dijo que había elegido el
Che para su proyecto de investigación porque es un <fenómeno> y no existe
una imagen <tan maleable> que haya sido utilizada en los últimos 40 años
de <formas y objetivos tan diferentes>. La comisaria admitió que en la
sociedad actual <no hay ninguna imagen sagrada> y que la del Che se ha
convertido en <un logo, una marca, un negocio que, de alguna manera, puede
explicar la historia del capitalismo>». Recordemos, en este contexto, que
incluso el exjugador de fútbol argentino, Diego Armando Maradona (*1960), lleva
tatuada su efigie en su hombro derecho (42):
[1]
Heinrich Bauer: «Wer war Che Guevaras Rechenengel?»,
en: TV 14, N° 15, (Hamburg, julio de 2009), pág. 17.
[2] Manuel Valdés Blasco, conocido como
Manolo Valdés (Valencia, 8 de marzo de *1942), es un pintor español residente
en Nueva York (EE. UU.). Fue el introductor en España de una forma de expresión
artística que combina el compromiso político y social con el humor y la ironía.
Nació en Valencia el 8 de marzo de 1942. En 1957 se matriculó en la valenciana
Escuela de Bellas Artes de San Carlos en la que estuvo dos años, abandonado los
estudios para dedicarse a pintar. En 1964 fundó el grupo artístico Equipo
Crónica junto con Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes en el cual se mantuvo
hasta la muerte de Solbes en 1981, aún cuando a los dos años de la fundación
del grupo, Toledo lo había abandonado. A la muerte de Rafael Solbes sigue
trabajando en solitario en Valencia durante unos años, hasta que en 1989 viaja
a Nueva York donde monta su estudio y sigue experimentando con las nuevas
formas de expresión. Pertenece a la Galería Marlborough y a la Galería Freites.
Monta también estudio en Madrid para la realización de grandes esculturas,
alternando la creación en ambas ciudades. Conviene
informar que Rafael Solbes (1940-1981) fue un pintor español, miembro fundador
del grupo artístico Estampa Popular de Valencia y posteriormente de Equipo
Crónica. Se forma artísticamente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de
Valencia, donde conocería a los que serían colegas del Equipo Crónica, Manolo
Valdés y Joan Antoni Toledo (1940-95). Durante sus primeros años de producción
pictórica, Solbes realizó una obra con tendencia tenebrista-expresionista con
cierta carga política e influencia de José Gutiérrez Solana (1886-1945). A
finales de 1964, Solbes participó en la creación del Equipo Crónica. Véase «Biografía
de Manolo Valdés», en: http://www.biogr afiasyvidas.com/biografia/v/valdes_
manolo.htm.
[3]
Éste es Guido Álvaro Peredo Leigue, «Inti», (nacido el 30 de abril de
1938 en Cochabamba, Bolivia y muerto
el 9 de septiembre de 1969, en La Paz)
quien fue un político y guerrillero boliviano que integró la Guerrilla de
Ñancahuazú bajo el mando de Ernesto Che Guevara en los años 1966 y 1967, donde
este último murió. Peredo fue uno de los pocos sobrevivientes. Murió asesinado
por las fuerzas de seguridad en 1969.
[4]
Jürgen Schreiber (*1947):
Sie starb wie Che Guevara. Die Geschichte der Monika Ertl, (Düsseldorf
2009). Artemis &
Winkler.
[5] Destinos y obras sobre los que aconsejamos consultar a Paco (Francisco)
Alberola: «Biografía y Catálogos del Equipo Crónica», en: Internet, (Barcelona, 8 de junio de 2011).
[6] Charles
Baudelaire (1821-1867): «Correspondances», en: Les fleurs du mal,
(Evreux, 1972), pág. 19. Éditeur Adrien Cart. Librairie Larousse.
[7] Como una prueba más de su
actualidad véase el film que proyectó la televisión alemana en su cadena Arte
el martes (2.10.2007) entre las 22.50 y 1.15 horas y que se titula: «Che
Guevara - Der Körper und der Mythos (Ernesto Che Guevara» [Che Guevara - El
cuerpo y el mitos (Ernesto Che Guevara)]. La posición de la prensa española y
particularmente de El País [(Madrid, martes 9 de octubre de 2007)] es
crítica y negativa. Véanse sus dos artículos: 1) M. Vicent: «Cuba aprovecha los
actos en homenaje al Che para apoyar los cambios» (pág. 10: ya citado) y 2)
Jorge G. Castañeda: «Aniversario del Che» (pág. 17), autor del libro: La
vida en rojo rojo. Una Biografía del Che Guevara,
(Madrid, 41998). Santillana, S.A. Entre las páginas 238-239 de ésta
hay 34 fotografías que, aunque de regular calidad, son buenos documentos
plásticos histórico-biográficos. Hace un par de años apareció un libro en
Alemania del escritor y director cinematográfico argentino, Eduardo
Montes-Bradley (*1960): Ché Guevara - Aufstieg und Fall eines großen
Revolutionärs, (München, 2008). Edel Motion. En esta línea bastante negativa y denunciadora de
una triste situación real político-social no olvidemos tampoco mencionar algo
de la literatura cubana que aborda y denuncia el tema, entre cuyas obras
destacamos únicamente la de Zoe Valdés (*1959): La nada cotidiana
(1995). Pero a ésta pueden sumarse muchas otras.
[8] «Che vuelve a ser chic», en: Abendzeitung,
(Múnich, 14/15 de junio de 2008).
[9]
«Che! Revolución y mercado, los usos y abusos de la imagen», en:
http://www. lavanguardia.es/lv 24h/20071024/53405426126.html.