Para elaborar una predicción de futuro sin caer en las
generalidades de los horóscopos de las revistas, lo mejor es realizar una carta astral o carta natal. Esta
carta es un mapa de anillos que se encuentran divididos en doce partes, y que
según sus elementos son capaces de dar a conocer el presente y futuro de aquel
a quien se le hace. Consiste en un diagrama que muestra la posición que
tendrían los astros vistos desde la Tierra en un momento concreto.
Si se quiere calcular una carta natal, se debe observar la
posición de los planetas en relación al tiempo sidéreo y el momento en que nace
la persona, con el fin de conocer tanto sus rasgos psicológicos como su
destino. También puede aplicarse a eventos, pero es necesario saber con
exactitud la fecha, la hora más aproximada posible, y el lugar de creación. Se
requiere un conocimiento y recopilación de datos muy exhaustivo.
La carta astral cuenta con unos componentes concretos
comenzando por los los doce signos del zodiaco. Los nombres de los signos se
corresponden con las constelaciones de la elíptica, aunque no necesariamente
guardan relación con ellos. Se pueden clasificar de dos en dos, en positivos y
negativos e irán alternándose empezando por aries, que es positivo. También se
pueden agrupar de tres en tres, serían las triplicidades, o de cuatro en
cuatro, las cuadruplicidades. La carta cuenta también con las doce casas
astrológicas, que hacen referencia a la división del cielo en sectores, y diez
planetas, además de los aspectos o distancias entre planetas.
Cuando un astrólogo o alguien especializado en el tema lleva
a cabo la carta natal, tendrá en cuenta todos estos aspectos, y cada una
contará con características distintas. Aunque dos personas nazcan en el mismo
momento, tendrán diferentes cartas astrales dependiendo de su lugar de
nacimiento. Por eso, debido a que cada carta es única, es el modo más fiable de
predicción.