El pasado sábado el Club de Rugby Mahoh se desplazó a Jinámar a
disputar la final de la Liga Territorial Canaria al CR Isla de Gran Canaria, en
un partido marcado por el viento, el fuerte calor y la calima que convirtieron
el encuentro en un infierno.
En la primera parte el Mahoh jugó a favor de viento, lo cual, unido a sus habituales
buenos primeros tiempos, le prporcionó varias oportunidades de ensayo, sobre
todo con su delantera, que encerró a los canariones en su 22 durante casi la
totalidad de este parcial. Sin embargo, fue el titular de la cancha el que se
puso arriba en el marcador merced a dos golpes de castigo transformados (6-0).
Tan sólo al final pudieron los majoreros sumar un ensayo (no transformado) para
dejar un ajustado e injustísimo (por lo visto en el campo) 6-5 al descanso.
Una vez más el (mal) estado físico de algunos jugadores jugó una mala
pasada al 15-de-la-cabra, muy tocado tras la semifinal jugada la semana
anterior - mientras que el CRIdGC llegaba fresco ya que no disputó la suya por
la no comparecencia del Lanzarote RC. El dominio amarillo en la segunda parte fue
casi constante y el Mahoh no sabía sacudírselo mas que con golpes de castigo,
consecuencia precisamente del bajón físico nombrado anteriormente, que hicieron
sumar 6 puntos más en el casillero local (12-5).
Así las cosas, fue sorprendente
que el equipo local sólo pudiera apoyar la pelota una sola vez (17-5, sin
transformación) y ya en el minuto 73, aunque eso también dice mucho de la
férrea defensa majorera. Una vez más y cuando todo apuntaba a que los
visitantes tiraban la toalla, el orgullo mahoh hizo su oportuna aparición
encerrando de nuevo al CRIdGC en su línea de ensayo. Tras varios intentos
fallidos, lograron un segundo ensayo centrado que facilitó la transformación
posterior a falta de 3 minutos. Incluso en la recepción del saque de centro
movieron muy bien la pelota hasta su ala, que fue placado in extremis cuando se
iba a por el tercer ensayo con tan sólo un defensor por sortear.
En resumen, un gran partido de rugby, emocionante y duro a partes
iguales, que deja un justo vencedor como el CR Isla de Gran Canaria, que ha
sabido combinar a la perfección veteranía y juventud para reverdecer viejos
laureles. Su pateador merece mención especial ya que tuvo una actuación para
enmarcar, proporcionándole a su equipo 12 decisivos puntos.
Por su parte, el CR Mahoh se va de vacío por tercera vez de una final,
lo cual no empaña la excelente campaña realizada por el club majorero,
irregular por la falta de efectivos, pero intensa en cuanto a la mejoría
mostrada en su juego con respecto a años anteriores. Pesó sin duda el cansancio
y desgaste físico causados por la cercana semifinal, pero lo más grave fue no
saber traducir en puntos el claro dominio de la primera parte.
Volveremos…