El
diputado, que ha visitado la isla, se ha reunido también con la Asociación por
una Fuerteventura Sostenible que se opone a la instalación de redes de alta
tensión
El
diputado de Unidos Podemos, Alberto Rodríguez, ha visitado hoy la isla de
Fuerteventura de la mano de los consejeros en el Cabildo Andrés Briansó y
Gustavo García, además de otros miembros del partido en la isla, para conocer
de cerca dos de los principales conflictos que asolan a la población majorera
de cara a trabajar en ello a nivel parlamentario.
Así,
Rodríguez se ha reunido con el sindicato FTSP-USO que representa a los
trabajadores de empresas de seguridad privada que, según llevan tiempo denunciando,
sufren las consecuencias de trabajar para empresas “piratas” que incumplen los
convenios colectivos, sus obligaciones con hacienda y con la seguridad social.
“Lo grave, lo escandaloso de todo esto, es que las administraciones públicas
contratan sistemáticamente a estas empresas; Podemos lleva tiempo respaldando
estas denuncias en la isla, y hoy nos hemos comprometido a elaborar iniciativas
parlamentarias que impongan cláusulas sociales a todas las contrataciones
públicas, hay que acabar con esta barbaridad”, ha declarado Rodríguez.
El
diputado de Unidos Podemos también se ha reunido con la Plataforma por una
Fuerteventura Sostenible que está intentando combatir la intención de Red
Eléctrica –con el apoyo de las instituciones insulares y autonómicas- de
instalar redes de alta tensión en la isla “que son totalmente innecesarias”.
La
versión de Red Eléctrica es el reforzar la red para impedir cortes, pero según
defiende la asociación, ésta saca un gran beneficio económico de proyectos de
este tipo, ya que, cuantos más metros de línea, con más tensión, y más potencia
instalan, más cobran. “Es un claro ejemplo de cómo las grandes empresas
energéticas de este país intentan engañar a la opinión pública con el concepto
de interés general, cuando la realidad es que aquí el consumo es cada vez más
bajo, entre otras cosas por el crecimiento del autoconsumo. Se puede acabar metiendo
al Archipiélago en un sistema de compraventa de energía; por ejemplo exportándola
a Marruecos procedente de centrales basadas en consumo de gas natural y a su
vez, importándola de procedencia renovable, una
aberración que sólo interesa al bolsillo de quienes manejan el sistema”, ha
denunciado Rodríguez.