El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, acudió hoy, 25 de mayo de 2011, a la suelta de 20 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) en la playa de Cofete, en el municipio majorero de Pájara, en Fuerteventura, donde aprovechó la ocasión para presentar el proyecto PELAGOS “Un modelo para la gestión coordinada de los recursos naturales marinos en la Macaronesia”, cofinanciado por el Ejecutivo canario y los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea (UE).
Las tortugas, que fueron criadas en las guarderías de iniciación de tortugas marinas de Morro Jable y en el Instituto Canario de Ciencias Marinas (ICCM) de Taliarte, en Gran Canaria, procedían de huevos traslocados desde el vecino Archipiélago de Cabo Verde el día 4 de agosto de 2009, operación realizada dentro del marco del proyecto de reintroducción de esta especie en el Archipiélago canario.
Los gobiernos de la República de Cabo Verde, la Comunidad autónoma de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura llevan varios años desarrollando programas de conservación de la biodiversidad marina y, en concreto, sobre la conservación de la tortuga boba, en el marco del programa de colaboración suscrito al respecto entre las administraciones.
Las crías, que cuentan con 20 meses de edad, puesto que nacieron del 20 al 27 de septiembre de 2009, no pudieron ser liberadas el verano del año 2010 porque no habían alcanzado las condiciones físicas adecuadas para su liberación en dicho momento.
Las perfectas condiciones que han reunido estos ejemplares actualmente para su puesta en libertad en el océano Atlántico, así como las características climatológicas y principalmente oceanográficas que existen en Canarias en este mes de mayo, han propiciado que las actuales circunstancias sean las idóneas para la liberación de las crías.
Todas las tortugas llevaron insertado un microchip en su aleta delantera derecha para su identificación individual en cualquier parte del océano Atlántico en la que pudieran ser observadas y capturadas, y, principalmente, para su identificación específica en el momento de su regreso a Canarias para su reproducción, dentro de 10 a 15 años, gracias al comportamiento filopátrico, característico del regreso al lugar de nacimiento para la reproducción, que desarrollan los individuos de esta especie.
Proyecto PELAGOS
De manera paralela, respecto a las actuaciones que lleva a cabo el Gobierno de Canarias para la conservación de esta especie, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Ejecutivo canario ha sido beneficiaria del proyecto, presentado hoy en Cofete, PELAGOS “Un modelo para la gestión coordinada de los recursos naturales marinos en la Macaronésica”, junto con la consejería de Medio Ambiente, Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Fuerteventura, la dirección general de Relaciones con África del Gobierno de Canarias y la Dirección General de Ambiente del Gobierno de Cabo Verde.
La Dirección General de Protección de la Naturaleza, perteneciente a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias es el jefe de fila de este proyecto y correrá a cargo de la gestión de las acciones del programa, que debe realizar con su propio presupuesto, el cual asciende al importe total a distribuir durante los tres años, de 667.000 euros, de los cuales 532.950 corresponden a los FEDER de la Unión Europea.
El citado proyecto, que se ejecutará entre los años 2010-2013 en Canarias y Cabo Verde, contempla la protección de nidos “in situ” en las islas de Cabo Verde, donde se encuentra la población donante y la recuperación de antiguas zonas de reproducción necesarias para mejorar la supervivencia de las tortugas marinas, como son las playas de las islas de Fuerteventura y otras del resto del Archipiélago. En este sentido, el Gobierno de Canarias considera que se requieren programas a largo plazo de traslocación de huevos y creación de nuevas áreas viables para la nidificación, siendo necesario ampliar el conocimiento sobre factores que inciden en el éxito de este tipo de estrategias.
Visita a los tendidos eléctricos
Tras el éxito del Proyecto LIFE 'Conservación del Guirre en Zepa de Fuerteventura', que entre los años 2004 y 2008 consiguió frenar la mortandad de la variedad majorera del alimoche (Neophron percnopterus majorensis) con medidas correctoras aplicadas a los tendidos eléctricos, entre otras, una nueva actuación se ha venido desarrollando desde el año pasado con la instalación de sistemas anticolisión de aves a lo largo de 10 kilómetros de líneas eléctricas que discurren por las zonas ZEPA de la vertiente oriental de la isla.
El Gobierno de Canarias, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, y contando con la colaboración del Cabildo de Fuerteventura y Endesa Canarias, ha destinado una inversión de 120.000 euros para la instalación de los denominados dispositivos 'salvapájaros' en las zonas ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves) de Pozo Negro y de Llanos y Cuchillos de Antigua.
Sobre esta actuación, esta mañana tuvo igualmente lugar la visita de los representantes de los organismos implicados en esta acción en el último de los tres tendidos eléctricos corregidos, situado en Los Alares, en el municipio majorero de Antigua. Intervinieron en este acto el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, el director general de Endesa Canarias, Pablo Casado, y la consejera de Medio Ambiente, Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, Natalia Évora.
Los dispositivos anticolisión son elementos plásticos de color negro que se ubican cada 15 ó 20 metros en una línea eléctrica. Su presencia, especialmente gracias al movimiento de los mismos con el viento, hace visible los tendidos a las aves, evitando con ello que se produzcan choques que puedan herir o incluso producir la muerte a los ejemplares accidentados.
Las tres líneas en que se ha venido trabajando dentro de este proyecto desde el año 2010 son tres tramos de tendidos de media tensión (20 Kilovoltios) que suman un total de 10 kilómetros, aproximadamente. Concretamente, se trata de los tendidos de Tarajalejo-La Lajita (municipios de Tuineje y Pájara) de 2,5 kilómetros de longitud, Cañadas de Agando-Barranco de Diego Viejo (Tuineje), con 3,4 kilómetros, y línea de Los Alares, que cuenta con cuatro kilómetros.
Declaraciones
Domingo Berriel aseguró al respecto que la aplicación de las medidas correctoras "se ha coordinado con la empresa responsable de la distribución eléctrica en una zona indicada por los técnicos en la materia, ya que cuentan con grandes espacios abiertos y un importante corredor de vuelo que utilizan numerosas especies de aves" y la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora, explicó que este proyecto tiene por objetivo "evitar que se produzcan accidentes que afecten a la avifauna de Fuerteventura, concretamente en lo que respecta a los choques de aves con las líneas eléctricas que se encuentran en las zonas ZEPA de la isla y especialmente en lo que respecta a especies protegidas como el guirre, la hubara o el corredor".
Pablo Casado por su parte recordó como "Endesa viene trabajando en acciones dirigidas a la preservación de la avifauna desde hace una década, con proyectos de este tipo que se han venido desarrollando principalmente en las islas de Lanzarote y Fuerteventura". El director general de la compañía en Canarias hizo hincapié en señalar "el éxito que han tenido estas acciones, por ejemplo, con el proyecto LIFE, y adelantó que "tenemos la voluntad de continuar en esta línea de actuación en aquellas zonas en que sea necesario". Mario Cabrera, por su parte, expuso también que "se está trabajando con el Gobierno regional y las compañías de distribución eléctrica para dar un paso más allá, y promover próximamente el soterramiento de los tendidos eléctricos en aquellas zonas de mayor sensibilidad ambiental".
Otros trabajos
Con el desarrollo del Programa LIFE – Guirre Fuerteventura se inició al respecto una estrecha colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura,ENDESA y la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias para mejorar las líneas de tendido eléctrico en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, determinando las líneas de mayor incidencia en las aves, a fin de realizar las correcciones adecuadas. Entre los trabajos realizados hasta el momento se encuentra el ejecutado por la Estación Biológica Doñana bajo el titulo “Resultados del seguimiento de la población de alimoche canario o guirre (neophron percnopterus majorensis) durante el año 2009” en Fuerteventura, que indicaba los puntos prioritarios para actuar.
En las últimas décadas, se ha evidenciado a nivel nacional que la electrocución y la colisión con estructuras de conducción eléctrica son una de las principales causas de mortalidad no natural en la avifauna, situación ante la cual se procedió a la aprobación del Real Decreto 1432/2008, de 29 de agosto, por el que se establecen medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión.
En el caso de la Comunidad autónoma de Canarias, se ha constatado la existencia de un importante impacto de las aves en los tendidos eléctricos, especialmente en las islas orientales en las que se han centrado la mayor parte de los estudios realizados a partir de la década de los 90. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que al menos 38 especies de aves se han visto afectadas por los tendidos eléctricos entre 1993 y 2008 en las islas orientales, concentrando cuatro especies la mayor parte de la mortalidad: alcaraván, paloma bravía, hubara y gaviota patiamarilla.
También habría que destacar que del total de especies afectadas por los tendidos, un número importante de ellas se encuentran protegidas, ya sea por su inclusión en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas o en los Anexos de la Directiva 79/409/CEE, destacando especies que, por su estado de conservación, se encuentran catalogadas en “peligro de extinción” como el guirre y la hubara (Chlamydotis undulata) o “vulnerable” como el corredor (Cursorius cursor).
Estudios recientes
Estudios recientes realizados muestran que en el Archipiélago la mayor tasa de mortalidad en aves se produce como consecuencia de la colisión de estos animales con cables eléctricos, hecho que destaca especialmente en los trabajos más recientes, en los que se demuestran que las muertes por electrocución no llegaron a superar en ningún caso el 5%. En otros estudios se detectaron 19 muertes por electrocución de las que 18 se localizaron en Fuerteventura y sólo una en Lanzarote, y en otro trabajo aún más reciente se detectó que el 98,68% de los casos de mortandad se debieron a impacto contra los cables.