Usted, amable lector, posiblemente
esté pensando que otro artículo de opinión más
sobre la situación que vive Cataluña es ya redundar sobre lo mismo, pero
si lo sigue leyendo, confío en que pueda valorar mi opinión al respecto desde
otra perspectiva.
Usted y yo estaremos de acuerdo en
que nadie, absolutamente nadie debe estar al margen de la Ley y de nuestro
marco de convivencia, por tanto, lo que ha hecho el Gobierno de Cataluña y
muchas decisiones que ha tomado desde su Parlamento, no se ajustan a La
Constitución. Cuando los cargos públicos tomamos posesión prometemos o juramos
guardar o hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado. Eso
no quita para que legítimamente se aspire a una reforma Constitucional,
garantizando así la unidad de todos.
A juzgar por lo que he señalado en el
párrafo anterior, se podría atisbar que estoy de acuerdo con la aplicación del
artículo 155 de La Constitución, la realidad es que me opongo con firmeza y
determinación a las salidas cuyo único fin son los extremos. No me gusta ni la
aplicación del 155 ni la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), yo
apuesto con convicción por una salida pactada que aborde la reforma territorial
de nuestra Constitución, una reforma que debe contar con todos los agentes
políticos y sociales implicados.
La situación
de Cataluña se veía venir desde hace varios años, esto no ha sucedido de
repente, se ha ido cociendo a fuego lento día a día. ¿Y qué ha hecho el PP de
Mariano Rajoy? Nada. Durante todo este tiempo se negó a abordar la situación de
Cataluña, el señor Rajoy desde que está en La Moncloa ha despertado en esa
Comunidad un crecimiento del independentismo muy importante. Sin género de
dudas el 155 se podría haber evitado, la impasibilidad no ha sido una buena
aliada para el Presidente del Gobierno de España.
Nueva Canarias, la organización
política a la que tengo el orgullo de pertenecer, no comparte ni apoya lo que
ha hecho el Gobierno del presidente Puigdemont, se genera una inestabilidad
política, institucional y social que no se merecen los catalanes que día a día
trabajan con honradez por su tierra, y por sacar sus familias a adelante.
Nueva Canarias, la organización
política a la que tengo el orgullo de pertenecer, no comparte ni apoya el
silencio del presidente Rajoy durante todos estos años. Ambas situaciones
provocaron una ilegítima Declaración Unilateral de Independencia, desembocando
en el artículo 155 de La Constitución.
Es evidente que fracasó la política,
los ciudadanos y ciudadanas quieren que los gobiernos y sus gobernantes se
pongan de acuerdo y gestionen los recursos públicos de forma positiva. Esta
situación en Cataluña ha producido enfrentamientos entre familiares, compañeros
de equipo o de trabajo, vecinos, clientes y dueños de establecimientos, y la
marcha de cientos de empresas. No es justo.
La política debe ser sinónimo de diálogo,
respeto a las Leyes, trabajo, toma de decisiones en el momento adecuado y
servicio al ciudadano. Creo sinceramente que en este conflicto ha faltado
bastante de todo esto.
Apreciado lector, si usted ha llegado
leyendo hasta aquí, le doy las gracias. Espero haber transmitido con claridad
mi opinión sobre lo que ocurre en esa maravillosa tierra que es Cataluña. Solo
una última cuestión: Los partidos nacionalistas no son necesariamente
independentistas, eso de vincular el nacionalismo con el independentismo no se
debe aplicar a todos los territorios ni países, es un gran error hacerlo.
Muchas gracias por su tiempo.
Alejandro Jorge. Presidente de Nueva Canarias en Fuerteventura