El Cabildo de Fuerteventura invierte 137.103 euros
en las obras de restauración y acondicionamiento de la antigua 'Casa del
Arrendatario', ubicada en el poblado de Cofete, en el municipio de Pájara. El
anuncio de licitación de las obras para que puedan presentar propuestas las empresas
interesadas se publicó ayer lunes, 9 de marzo, en el Boletín Oficial de la
Provincia. Los interesados dispondrán de 26 días para presentar sus propuestas.
El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario
Cabrera, explicó que estas obras "forman parte de un plan de trabajo más
ambicioso, que en los últimos años ha permitido ir mejorando progresivamente el
entorno del poblado de Cofete y los espacios naturales. Hemos trabajado en la
restauración ambiental, mejora de accesos, integración de las viviendas con el
entorno, etc. Trabajamos junto al Ayuntamiento de Pájara para poner en valor
todo el entorno del poblado".
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo de
Fuerteventura, Natalia Évora, señaló que "una vez restaurada queremos
destinarla a punto informativo sobre las características de Cofete y su
historia, así como área de descanso para el visitante, zona de actividades
culturales… siempre en coordinación con el Ayuntamiento de Pájara".
El edificio se encuentra enclavado en el Caserío de
Cofete. Su construcción original data probablemente de comienzos del siglo XIX.
Originalmente de planta rectangular, con el paso de los años se le fueron
anexando otras dependencias en fechas mucho más recientes. La edificación
principal, sobre la que se centrará la actuación, es de planta rectangular
(19'02mx36'89m), con unos 701m2 de superficie. Incluye recintos que a lo largo
de la historia han sido dedicados a distintos usos: iglesia, sacristía, sala,
almacén de grano, vivienda del arrendatario, patio, etc.
Estructuralmente, la edificación se divide en tres
partes, una primera cuadrada con el patio central, que es en la que se ubicaba
una pequeña iglesia y sacristía; una segunda sala rectangular en la que ahora
se habilitarán aseos; y una tercera zona que se destinarán a usos polivalentes:
zona de información, actividades culturales, etc.
La
edificación está construida con estructura de hormigón armado, que presenta
graves problemas de patologías debido a que la humedad ha alcanzado el armado
de pilares y muros, provocando su oxidación.
El
cerramiento de toda la edificación es de sillería y mampuesto de piedra adaptada
al entorno. La actuación dejará los sillares vistos en las zonas que se
encuentran mejor ejecutadas, utilizando el resto de fachadas de enfoscado.
El
proyecto incluye la instalación de equipos de energía solar en la cubierta del
edificio, para atender un consumo medio estimado de 1.255 KM por día (tres
módulos), atendiendo a que se instalará luminaria de bajo consumo.
La actividad humana desplegada en Cofete durante los
últimos cinco siglos ha sido mínima, hasta el punto que la zona se conserva
como una de las áreas geográficas más vírgenes de Canarias. La intervención
humana ha estado históricamente ligada a actividad agrícolas y ganaderas.
Cofete fue uno de los primeros asentamientos estables en la Peninsula de Jandía,
y aparece mencionado como núcleo poblacional ligado a la parroquia de Pájara
desde comienzos del siglo XIX.
Las referencias documentales de comienzos del siglo
XIX apuntan a Cofete como el principal caserío de Jandía, con 27 edificaciones
entre las que destacaban la Casa del Arrendatario, que constaba de 12 huecos,
un almacén contiguo a la casa, dos casas más, una tahona y otras dependencias
más pequeñas. Todas construidas por el arrendatario.
La casa, en definitiva, está asociada al
arrendatario de la Dehesa de Jandía como gestor de los recursos de la zona e
intermediario entre los dueños y los usufructarios de los pastos para el ganado y recolectores de orchilla desde al
menos comienzos del siglo XIX.
El devenir de Cofete se asocia al de la Dehesa de Jandía, ya que este
enorme latifundio permaneció, desde la época de la conquista hasta el año
1.941, en manos exclusivas de los señores de Lanzarote y Fuerteventura y sus
descendientes, quienes a través de los Condes de Santa Coloma y Cifuentes
transmiten la finca a la sociedad Dehesa de Jandía S.A., que luego la dividió
en cuatro lotes, en 1.963