El Centro Bibliotecario Insular acogió ayer tarde la presentación del libro 'Cruz del Mar, 30 años después', publicación que relata lo acontecido alrededor del abordaje del pesquero lanzaroteño Cruz del Mar el día 28 de noviembre del año 1978 a través de la perspectiva de tres de los supervivientes, quienes relatan un suceso en que también pedieron la vida otros siete miembros de la tripulación a manos de sus asaltantes.
El acto contó con las intervenciones de los dos autores del libro, Juan Antonio de la Hoz y Mario Luis López, además del autor del prólogo y supervivientes de la tragedia, Miguel Ángel Rodríguez. La consejera del Cabildo Candelaria Umpiérrez fue la encargada de dirigir el acto.
'Cruz del Mar, 30 años después' se encuentra a la venta a un precio de 15 euros. Tal y como relataron sus autores, la recaudación se destinará a compensar a las víctimas de un suceso que se produjo en el marco del enfrentamiento bélico entre el Frente Polisario y Marruecos (1975-1991), "un ataque que se debe considerar como terrorista".
'Cruz del Mar, 30 años después' / Reseña del libro
Lugar: Banco pesquero canario-sahariano / Embarcación: Cruz del Mar / Labor: Pesca / Situación: Dos millas y media de punta El Cabiño, Sahara Occidental / Fecha: 28 de noviembre de 1978 / Hora aproximada: siete y treinta de la tarde
Los ojos de los pescadores se fijaron en la lancha rápida neumática, del tipo Zodiac, que se acercaba a su barco a toda velocidad, y aunque algunos presintieron algo desagradable, todos se mantuvieron serenos y confiados.
¿Por qué iban a tener problemas unos humildes y honrados pescadores canarios como ellos, que faenaban a casi tres millas de la costa, con el único fin de ganarse su sustento y el de sus familias? La lancha se acercó al "Cruz del MAR", hasta que ambas estructuras estuvieron casi pegadas y varios hombres armados de ametralladoras, subieron a la cubierta, mientras otros quedaban a timón.
Los recién llegados fueron recibidos con amabilidad por los pescadores, quienes les ofrecieron comida y cigarrillo; luego de un intercambio de palabras aparentemente cordiales, los miembros del comando que vestían ropas de buzos y hablaban en español y árabe indistintamente, cambiaron de actitud y amenazaron con sus armas a los sorprendidos tripulantes del pesquero canario.
Nueve hombre y un niño fueron obligados a ponerse en fila arrodillados, como si fueran vulgares bandoleros; una inspección – pensaron algunos de aquellos humildes hombres del mar,- nada sucederá, es simple rutina, se consolaron otros, pero inevitablemente se alarmaron cuando algunos de los recién llegados, con violencia inusitada, comenzaron a despojarlos de sus relojes, cadenas, anillos u otros objetos de valor.
¿Qué locura es esta?, ¿porqué nos quitan nuestras prendas?, ¿por qué las guardan?, pensaron todos a la vez, De pronto, sin aparente razón alguna, aquellos extraños hombres llegados de su intimo mar, del que les daba su sustento diario, comenzaron a disparar sus ametralladoras sin misericordia; entonces, el pacifico barco pesquero canario” cruz del Mar”, aquella bendita estructura que tanta laboriosidad y honestidad conocía, se convirtió, sin nadie imaginarlo, en un absurdo sitio para morir…