En Canarias el 40,2 por ciento de las familias se encuentra en situación de riesgo de pobreza y exclusión social, y el 13,6 por ciento en privación material severa, el dato más alarmante de todo el país. Pese a ello, Coalición Canaria no solo no destina fondos a un Plan de Lucha contra la Pobreza sino que además es incapaz de ejecutar los fondos que recibe del Estado.
Esta situación no es casual, Coalición Canaria siempre le ha dado la espalda al desarrollo de la Ley de Dependencia, somos la Comunidad Autónoma con peor tasa de cobertura de todo el país; 27.231 (58%) personas que han solicitado la prestación de dependencia están sin recibirla; en los doce años de aplicación de la ley han fallecido 27.000 personas a una media de 2.273 personas por año para los que el sistema no llegó a tiempo.
Los bajos salarios, las bajas pensiones, como es el caso de las pensiones no contributivas que el Gobierno de Canarias se ha negado a complementar reiteradamente en sus presupuestos, pese a las enmiendas del Partido Socialista en este sentido y que en otras Comunidades Autónomas sí se hace.
La negativa a desarrollar el primer ciclo de educación infantil, de cero a tres años, o la ausencia de una política de vivienda se suman al triste balance de Coalición Canaria por mejorar la vida de los canarios más vulnerables, eso sí, rebajas fiscales sin ningún criterio de progresividad que en su mayoría han beneficiado a los grandes patrimonios o empresas, o presumir de superávit por no saber gestionar el presupuesto y las grandes necesidades de nuestra tierra no parecen sonrojarles.
El Partido Socialista recuerda que el Gobierno de Canarias no ha sido capaz de comprar ni una sola vivienda ya construida en Fuerteventura para destinarla a alquiler social a pesar de que hay edificios enteros sin uso, al igual que lamenta que sigamos siendo la isla con menos camas sociosanitarias por habitante de toda Canarias, muy lejos de la media. Si la Consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda viene a hacer campaña y no a traer soluciones, le recomendamos que se vuelva a Tenerife, isla por la que se presenta en las próximas elecciones y para la única que trabaja, y mal, Coalición Canaria.
Lo mejor que le puede pasar a esta tierra no es perder sus competencias como le gustaría a la derecha nacional, sino que la derecha nacionalista de Coalición Canaria dejase el Gobierno de Canarias después de 30 años.
