En Fuerteventura el Centro de Arte Juan Ismael inaugura mañana la mayor exposición institucional del artista cubano Roberto Diago

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La muestra comienza en Fuerteventura su recorrido por Europa y podrá visitarse entre los meses de julio y septiembre

 

 

 

El Centro de Arte Juan Ismael acoge a partir de mañana, 6 de julio, la exposición ‘La oscuridad fue el principio’ del artista Roberto Diago.

Se trata de la mayor exhibición presentada en Europa por el artista, así como su primera muestra individual en una institución española.

Durante los preparativos del montaje, el consejero de Cultura, Rayco León, destacó el carácter multidisciplinar de una muestra con raíces africanas y que inicia su recorrido por Europa en Fuerteventura, “siendo Canarias, una vez más, esa puerta del arte hacia el continente europeo”. 

Según el comisario de la muestra, Óscar-Pascual Castillo, “es un honor partir desde el Centro de Arte Juan Ismael.

Esto demuestra que Fuerteventura tiene un punto de vista diferente”. “Estoy muy feliz con la exposición, porque quedan representados todos los lenguajes que usa el artista y algunas de sus obsesiones como la soledad, el enmascaramiento y la mirada desafiante de sus personajes”.

Por su parte, Roberto Diago señaló que “este es el inicio de un gran camino, presentando por primera vez mi arte en estrecha relación con el público. Estoy muy contento con el resultado del montaje, que cuenta con cuarenta piezas distribuidas en varias partes temáticas, incluyendo pintura, dibujo, telas, piezas en bronce y escultura”.

Máximo exponente del arte afro-caribeño, Diago es uno de los artistas cubanos más importantes de las últimas décadas. Con su arte, el cubano refleja el legado de la cultura africana, llevada por los esclavos desde su continente de origen a Cuba.

La exposición arranca con la pintura ‘Testigo del tiempo’, una figura humana que mira de frente de manera desafiante al entrar en la sala. A partir de ese punto, la muestra se estructura en tres secciones: su gente, su paisaje y su hogar.

Cada espacio de esta exposición ha sido diseñado para que los visitantes se sientan parte de ella, pretendiendo crear una conexión íntima entre las obras de Diago y los propios asistentes.