“Un desafío en todas las superficies:
asfalto, arena, tierra, barro y más de 30 obstáculos”, así se manifestaba
el incombustible Rafa Trinidad, que en esta ocasión mordió el polvo y se tuvo
que conformar con la segunda posición, al terminar extenuado pero feliz la que
sin lugar a dudas ha sido una de las mejores ediciones de la Baifo Extreme, no
solo por el número de participantes, casi doscientos, sino por el nivel de los
mismos así como por el numeroso público presente a los largo de los casi cinco
kilómetros de recorrido.
El
equipo organizador de la cuarta
Baifo Extreme, formado por el ayuntamiento de La Oliva y el club Al Máximo se
han superado, corrigiendo errores de las ediciones anteriores y ofreciendo a
todos los presentes, competidores y público, uno de los mejores espectáculos
deportivos de la isla, más dirigido a los espartanos, a esos amantes del crossfit, que a los corredores
habituales de los trail o de las pruebas de ruta.
Aún así, Rafa Trinidad, vencedor de
las últimas ediciones, no pudo con Tete (Samuel Espinosa), que se hizo con la
victoria, ganándole al atleta de Puerto del Rosario, que aunque lo intento no
pudo con el corredor local, que desde el primer obstáculo impuso su mayor
agilidad y fuerza, poniendo metros de por medio, distancia que el atleta de
Esencia reducía en los tramos de carrera, pero que Tete aumentaba en los tramos
con obstáculos. Al final Samuel fue primero con un tiempo de 24:09, Rafa
Trinidad segundo con un crono de 24:25 mientras que Jesús Medina fue tercero en
el podio con 25:29.
Entre las féminas, muy numerosas como
siempre en esta carrera, se impuso Ástrid Muñoz, dominadora los últimos meses
de las pruebas largas y duras de Fuerteventura; Ástrid (TRIDÁN) invirtió un
tiempo de 30:29, por 32:32 de la segunda clasificada Cristina Gonzálvez (Trotadunas), siendo la atleta del
ClinicSport de Corralejo Estefanía Noble la tercera con un crono de 33:48.
La mañana terminó con la disputa de la
Baifito Extreme, prueba para menores que aunque solamente realizaron una parte
del recorrido, no se privaron de disfrutar del spa y de la curra de barro, como
el resto de competidores que llegaban a meta con una cara de satisfacción y de
dar otra vuelta al recorrido si la organización se lo permitiese.