Fuerteventura El catedrático de Salud Pública en la Universidad de La Laguna y Epidemiólogo, Antonio Cabrera de León, destaca la necesidad imperiosa de Canarias de centrarse “en la alta prevalencia de infecciones en los sanitarios que implica desprotección”.
Confiesa mostrarse “muy preocupado” por el elevado número de contagios entre los profesionales del sector sanitario, notablemente superior, en porcentaje, a los detectados en otros lugares, asegura.
A su juicio, la pandemia ha evidenciado que no estábamos preparados para hacer frente al virus y que los sistemas de epidemiología “estaban sumamente empobrecidos” al igual que el sistema sanitario, en general, tras más de una década de recortes, apuntó.
Es uno de los motivos, explica, que ha incidido en el baile de cifras que se ha ido produciendo en la información ofrecida por las autoridades sobre el número de personas afectadas en España y en las Comunidades Autónomas por el coronavirus COVID-19.
A pesar del escaso número de contagios constatados en Fuerteventura, donde tampoco se han producido muertes por el virus, Cabrera aconseja no bajar la guardia porque “ninguna isla está libre de un rebrote de la enfermedad si tiene todavía casos activos”, insiste.
Aunque consciente de las dificultades que entraña la realización de test masivos a la población, recomienda realizar “cuantos más test, mejor” ya que se estima que la población realmente afectada es, aproximadamente y según hipótesis, diez veces superior a la cifra de contagiados diagnosticados.