FEAGA 2011: 106 años después, el motor de la finca de los Lavandera luce rehabilitado en la Feria

img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis8-Go-dGGqORJkzpVNx1eMvYg0kPn2QPUXadq7n3iUPLjLT6Ra8zF0O4w7ve9qS10J_jcsAqsiMMPXe1NO_FKZBnCZjpCY2rxtvhvCx1F2dhyphenhyphen2vwXtl89qYbFB2uue1Z0_q8jroha-NM/s400/motor_lavandera.jpg






Los visitantes de FEAGA 2011 pueden observar en el recinto ferial el resultado del trabajo de restauración y recuperación de un motor diesel con 106 años de historia, y que fue empleado en labores asociadas al sector primario en el norte de Gran canaria y en Fuerteventura: el motor de la finca de los Lavandera.


En 1922 Don José Lavandera Santana trajo a Fuerteventura, a través del muelle de Gran Tarajal, este motor de la fábrica alemana MAN AG (Grupo Krupp), cuya construcción original se remonta a 1905. Su diseño fue uno de los primeros elaborados por el ingeniero alemán Rudolf Christian Karl Diesel, inventor del motor de combustión de alto rendimiento que luego llevaría su nombre: ‘Diesel’.

El motor había estado originariamente instalado en el norte de Gran Canaria y su traslado a Fuerteventura atrajo incluso la atención de la prensa de principios de siglo, que hablaba de la llegada del motor “del industrial Don José Lavandera Santana”.

Se trata de un diseño muy avanzado para su época, que cuenta con un pistón vertical, funciona con aire comprimido e incorpora una bomba de engrase. Actualmente sólo hay referencias de que se conserve otro motor de la misma marca y con características parecidas, aunque no iguales, en un museo alemán de maquinaria antigua.

Don José Lavandera Santana y su hijo Don José Lavandera Vega (Maestro Lico) adaptaron y rediseñaron la maquinaria para mecanizar una antigua tahona existente en una finca de su propiedad en La Corte (Antigua). Para ello tuvieron que idear herramientas específicas, porque además de que no existían precedentes de este tipo de aplicaciones para el motor, durante el desembarco de la maquinaria por el muelle de Gran Tarajal varias piezas cayeron al mar y se perdieron.

Con toda probabilidad, fue una de las primeras iniciativas industrializadoras asociadas al sector primario majorero.

La colaboración de los descendientes de Don José Lavandera Santana y Don José Lavandera Vega ‘Maestro Lico’, permitió su localización y traslado a unos talleres, para estudiar su posible recuperación. 

A partir de entonces, el trabajo desinteresado del equipo formado por Don Amando Solla, Don Bartolo Hierro y Don Santiago Santander, junto a otros muchos colaboradores, ha permitido estudiar el motor, localizar su procedencia y repararlo con piezas que en la mayoría de los casos han tenido que ser diseñadas y elaboradas por ellos mismos. Esta tarea les ha llevado casi diez años y ahora está a punto de culminar con los últimos ajustes, después de que las pruebas de funcionamiento hayan sido un éxito.

Gracias a ellos, a la familia Lavandera y a otros muchos colaboradores, ha sido posible restaurar esta pieza fundamental del patrimonio industrial majorero, de cara a su integración en el futuro Museo Industrial de Fuerteventura, recordando además el trabajo que en su momento hicieron Don José Lavandera Santana y Don José Lavandera Vega, pioneros de la industrialización en el sector primario de Fuerteventura.