Fuegos artificiales por Alejandro Jorge Moreno
Me confieso un apasionado de la
política. Percibí, hace ya muchos años, que esta actividad requiere de un
aprendizaje continuo y de entender que se deben reconocer los errores y
mantener los pies en el suelo cuando se acierta.
Que es muy importante ser
empático para poder alejarse de posturas que no llevan a ningún lugar. Soy de
los que sigue infinidad de campañas electorales y lee y relee biografías y
análisis políticos de personas de diferentes ideologías. La experiencia
adquirida me permite la posibilidad de invitarle a usted, amable lector, a unas
reflexiones que comparto a continuación:
Recuerdo una campaña electoral para
las elecciones a gobernador de Puerto Rico, corría el año 2008 y el candidato a
la reelección Aníbal Acevedo, pronunciaba frente a sus seguidores las
siguientes palabras: “Estamos pasando tiempos difíciles, y muchos de ustedes
por un tiempo estaban buscando una ilusión que por arte de magia resolviera los
problemas de Puerto Rico. Muchos meses atrás tuvieron la ilusión de que Luis
(en alusión a su principal adversario) podría representar eso.
El país se ha
dado cuenta de su falta de ideas, de su falta de profundidad, nadie puede
mencionar una idea que él haya representado. A dos días el país se ha dado
cuenta que no tiene la voluntad y el carácter que se necesita en tiempos
difíciles. Lo que ha pasado con Luis es como los pomposos y costosos fuegos
artificiales que tiraron anoche en el cierre de ellos, que alumbran por un
rato, luego se desvanecen, se apagan y te dejan a ti en la absoluta oscuridad”.
Las palabras pronunciadas por Avecedo
Vilá hace 14 años, bien podrían extrapolarse al momento actual. Se acercan unas
nuevas elecciones y los futuros electores se enfrentan desde ya a un sinfín de
anuncios de licitaciones, de comienzos de obras, de nuevos proyectos y de
incontables promesas. Sin temor a equivocarme, para saber depurar qué gobiernos
hacen estos anuncios por las prisas electorales y qué otros lo hacen en base a
una trayectoria institucional, es conveniente analizarlo desde el inicio del mandato
y no en instantes concretos.
Profundizando, me gustaría comentar
algunos asuntos que atañen al municipio de Pájara.
Entiendo que cada gobierno
municipal puede emprender las acciones que estime oportunas, pero el tono
festivo que quiere darse a cada acción política en la que se pretende anunciar
proyectos y licitaciones, no cambia nada.
En la actualidad la realidad es que
la población no quiere volver a vivir unos años como estos, y no precisamente
por la pandemia, sino por la inestabilidad política y la falta de gestión.
Un
gobierno municipal debe ser fuerte, estar unido y que sus acciones sean
homogéneas, no se trata de un ¡sálvese quien pueda!, sino de la realización de
una gestión conjunta.
He escuchado públicamente a miembros del gobierno de
Pájara decir “la inestabilidad política no debe volver a producirse tras las
próximas elecciones, el municipio necesita un cambio”.
Estoy de acuerdo, pero
si esta es la opinión que tienen algunos políticos desde el propio gobierno, no
existe, ni existirá fuego artificial ni fiesta que haga ver lo contrario.
Tenemos por delante unos pocos meses
hasta el próximo 28 de mayo, el compromiso que asumo como candidato a la
alcaldía junto a mis compañeros y compañeras es hacer una campaña limpia, con
propuestas, sin enfrentamientos estériles, si entramos en discusiones y ataques
personales no garantizaremos un gobierno estable y fuerte.
Debemos actuar con
responsabilidad, hace falta un cambio que impulse al municipio, los vecinos y
vecinas necesitan acciones y gestión eficaz y duradera, porque como bien decía
el ex gobernador de Puerto Rico, los fuegos artificiales se apagan y nos vuelven
a dejar en la absoluta oscuridad.
Los próximos cuatro años son
trascendentales para Pájara, su economía, su desarrollo, la gestión de sus
servicios públicos y la atención a su población están en juego. ¡Adelante con
ilusión!
En Pájara, a 10 de noviembre de 2022.
Alejandro Jorge.