Tras su paso por la Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno en Tenerife, la exposición 'ABYSAL', de la artista grancanaria Nuria Meseguer, llegará este viernes 9 de junio a la Casa de los Coroneles, en Fuerteventura, donde el público podrá contemplar sus fondos marinos habitados por personajes solitarios que flotan en la grandiosidad azul. Un universo líquido integrado por una decena de obras de gran formato que inundará este emblemático espacio hasta el 16 de septiembre.
Licenciada
en Bellas Artes (Pintura), por la Universidad de La Laguna, en 1996,
Nuria Meseguer ha expuesto en muestras individuales y colectivas desde
los años 90, y ha ganado numerosos premios por su trabajo. Sus pinturas
más reconocibles son lienzos de gran formato trabajados con técnicas
mixtas, sobre unos fondos fruto de un "action painting" impregnados de
azules y verdes, incorporando personajes que nadan o flotan,
relacionándose en una atmósfera subacuática.
Su
pintura también refleja el compromiso con el medio ambiente. La artista
explora problemáticas sociales, como en su trabajo para la muestra
"PROSTITUCIÓN. Compra-Venta de Intereses", comisariada por Adonay
Bermúdez en torno al tema, enfocado desde diferentes ángulos, que se
realizó en Tías (Lanzarote) en 2010 y en la que se presentaron trabajos
suyos junto a otros diez artistas en un interesante diálogo plástico.
También fue invitada como parte del proyecto artístico "ARTifariti,
Encuentros de Arte Internacionales en Territorios Liberados del Sáhara
Occidental", en su segunda edición (2008) en representación de Canarias.
Para la ocasión llevó a cabo la obra "ALMAR", un torrente de manos
azules entre las rocas inspiradas en la cantante Mariem Hassan.
En
esta ocasión, ABYSAL no nos sumerge en aguas cristalinas y paradisíacas
fluidas y amables. Con un golpe de timón de 180º, la propia obra toma
el mando de la mano creadora, dirigiéndola de forma visceral a un viaje
digno de un tema de The Doors, atravesando las puertas de la percepción
de sus propias aguas internas, profundas y oscuras, que son un pasaje al
territorio donde se alojan las sombras, lo rechazado.
Una
geografía pictórica que guarda el tesoro de la consciencia plena, con
"sales cuyo picor escuece y sana". ABYSAL es, además, "un lugar que
todos alojamos y que tarde o temprano visitaremos, para emerger
íntegros. Un primer paso de limpieza medioambiental que comienza en el
espacio personal", detalla Nuria Meseguer. ABYSAL es, también, una
especie de bitácora de una nave que traspasó el borde del mar
precolombino, cuando aún los mapas representaban el fin del mundo como
un horizonte acuático. Crónica del vértigo, "ante la muerte en picado
desde esa cascada de longitud infinita acompañada por las caras de
estupor de los tripulantes oteando la nada de aquellos mapas, otrora
incompletos...", apunta la artista
Cerca
de una decena de obras de gran formato, quedarán instalada, en una
exposición con una dinámica diferente, retomando sus orígenes artísticos
en el cómic de la década de los 80, con dibujos-bocetos, donde la
importancia de la línea y la mancha deja atrás estereotipos,
preciosismos y pulcritud. Una obra generada como imágenes de un diario
por y para sí misma.
La
biografía de Nuria Meseguer explica que es "hija de padre pintor y
abuelo materno acuarelista", así que "crece entre pinceles hasta
formalizar sus inquietudes artísticas finalizando Bellas Artes con un
Erasmus en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, Bélgica. Desde
el año 2000 investiga en su obra la relación del ser humano con el medio
ambiente, específicamente el submarino, donde lo representa en
equilibrio y libertad. Como isleña, las aguas forman el eje de su vida
personal, donde las emociones interpersonales encuentran un marco clave
para ser expresadas. Resultado de ello son creaciones que han nutrido
exposiciones colectivas e individuales, y colecciones particulares en
España, Francia, Italia, Alemania, Bélgica y Sáhara Occidental.